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Presentación del libro Ticiotl. Conceptos Médicos de los Antiguos Mexicanos

En el marco de la presentación del libro Ticiotl, Conceptos médicos de los antiguos mexicanos del doctor Carlos Viesca, jefe del departamento de Historia y Filosofía de la Medicina de la UNAM, realizada en el auditorio del Museo del Templo Mayor, el doctor Alejandro Cravioto, director de la Facultad de Medicina, subrayó la importancia de que la Facultad se distinga no sólo como una escuela de formación de recursos humanos, sino también como un ámbito que genera y difunde el conocimiento, que es lo que la distingue de la mayor parte de las escuelas de medicina del país.

Al respecto, el doctor Cravioto dijo que "se debe difundir todo el conocimiento que se genera en las diferentes áreas de la Facultad, aunque en ocasiones, por los temas, no se han podido hacer coediciones, pues algunos de ellos no logran tener un considerable impacto comercial, lo que ha obligado a la FM a convertirse en una editorial".

El libro de Carlos Viesca, consta de cinco capítulos en los cuales se busca, según el autor, dar una interpretación lo más cercana a la realidad del pensamiento médico de los nahuas prehispánicos Ticiotl.

En los dos primeros capítulos, titulados Las vicisitudes de un encuentro, y Las fuentes documentales, el autor establece la posibilidad de proponer un enfoque occidental heterodoxo, sin juicios de valor y prejuicios ante lo desconocido o extraño para las culturas occidentales, mediante el cual se pueda profundizar más en la manera de concebir el mundo, la vida y la muerte de los antiguos mexicanos. La razón de realizar el estudio de esta manera, es porque el autor piensa que es la mejor manera de reinvindicar la existencia de los nahuas como una cultura autónoma.

En los últimos tres capítulos titulados El universo y sus caminos, El hombre y su cuerpo, y La enfermedad y sus causas, el doctor Viesca trata de explorar y explicar la visión y comprensión del mundo y del universo de los pueblos prehispánicos mesoamericanos, particularmente el de los nahuas, con sus correspondientes concepciones y visiones del hombre, del cuerpo humano y de la enfermedad.

Al respecto, el doctor Miguel León Portilla, uno de los invitados para presentar el libro, además de haber escrito el prólogo, manifestó que "casi desde el momento del encuentro entre españoles e indígenas y hasta buena parte de nuestro siglo, un enfoque positivista e historicista ha prevalecido frente a la medicina indígena. Pero en esta obra estamos, dijo, frente al planteamiento ya mucho más explícito de la correlación de la Ticiotl (saber médico de los nahuas) con la visión del mundo, donde se nos muestra que había un teoría médica muy diferente de la del siglo XVI, la cual era hipocrática-galénica muy diferente de la actual, pero que entre los indígenas era, finalmente, una teoría y, en ese sentido, su medicina adquiere una carta nueva mucho más interesante, pues no eran nada más remedios aplicados empíricamente, sino una parte esencial de la visión del mundo de los nahuas".

El especialista en cultura náhuatl consideró que esta obra de Carlos Viesca nos da la posibilidad de acercarnos por un lado a la Ticiotl y por otro a la visión del mundo que se abre cuando se empieza a estudiar el pensamiento indígena; se nos da la posibilidad de plantearnos la relación que pudo tener la medicina indígena con su visión del mundo. Asimismo, nos ofrece la oportunidad de tener un acercamiento sintético muy bueno, pues destaca no sólo lo que tradicionalmente se ha tomado en cuenta para el estudio de la medicina indígena, sino incluso nos ofrece cronistas y vocabulario, y por supuesto las aportaciones de los médicos españoles que estuvieron expuestos a este contacto a través de lo que nos señalan los códices que se incluyeron en esta obra.

Por su parte, Eduardo Matos Moctezuma consideró que el tema fundamental del libro, Ticiotl, está referido en los estudios acerca de la medicina náhuatl desde el siglo XVI hasta nuestros días, donde se nos dice que la visión de la medicina era la de una práctica empírica carente de una estructura teórica propia, por lo que el autor establece cuál era la relación que tenían los indígenas entre el universo y el cuerpo humano.

Así, el director del museo del Templo Mayor explicó que el autor buscó fuentes muy atractivas para explicar cómo era concebido el cuerpo humano, cuál era la imagen del hombre, de su devenir y su trascendencia, y cuál su articulación con el orden universal náhuatl. Además, dijo que Carlos Viesca plantea lo que considera una atractiva hipótesis: la de que los médicos indígenas consideraran al corazón y al hígado como parte del centro de la vida, al igual que lo eran los ciclos del sol, la luna y Tláloc, lo que lo lleva a concluir que posiblemente los médicos prehispánicos tuvieran una visión bipartita del cosmos y del cuerpo. También, juzgó Matos Moctezuma, otra parte esencial de la obra de Carlos Viesca es la de la posibilidad de que se consideraran que las enfermedades eran causadas por la presencia y la acción de dioses y seres superiores, y que otras eran provocadas por fuerzas divinas que habitan en la superficie terrestre y en el inframundo, concluyó.

Finalmente, el doctor Fernando Martínez Cortés dijo que "el libro nos ofrece de una manera más completa lo que antes algunos habíamos tratado parcialmente, y que es el acercamiento al conocimiento de la medicina náhuatl desde dentro; es decir, desde el pensamiento y la cultura náhuatl, y no aplicando criterios de otras culturas y de otros sistemas médicos como el hipocrático-galénico o el sistema científico de hoy o antes el positivista.




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