VIGILANCIA
EPIDEMIOLOGICA
|
|
Se invita a las instituciones y profesionistas interesados a formar una Red Epidemiológica para crear un registro sistemático y promover el intercambio de informaciones sobre la histoplasmosis en Latinoamérica |
Monitoreo Se invita a los interesados a participar en la actualización, concentración y registro de los datos de la histoplasmosis en Latinoamérica, particularmente en México
|
CARACTERÍSTICAS DE LA ENFERMEDAD La micosis sistémica histoplasmosis, también denominada "histoplasmosis capsulati", puede manifestarse desde formas clínicas muy leves que algunas veces son confundidas con catarro común, hasta formas con síntomas severos. La forma clínica predominante en México, la HPP, es diagnosticada principalmente en adultos y ocasionalmente asociada a cavitaciones pulmonares que simulan un cuadro clínico indistinguible de la tuberculosis pulmonar1. No todos los pacientes con la enfermedad pulmonar presentan cambios radiográficos y un gran número de sujetos cursan la infección en forma subclínica. La histoplasmosis diseminada, a diferencia de lo descrito en los Estados Unidos de América (EUA), era considerada en México como una entidad clínica rara, aunque este panorama se modificó a partir de 1980 dado el aumento en el número de individuos con inmunosupresión de diferentes orígenes2. Las personas inmunocomprometidas son los blancos naturales para infecciones fúngicas, en particular, los pacientes con el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA). Sin embargo, el auge de la terapia anti-retrovirus (HAART) en pacientes con SIDA ha reducido en éstos las infecciones oportunistas asociadas, entre ellas la histoplasmosis, que con frecuencia presentaba un pronóstico grave con evolución hacia la forma diseminada. La histoplasmosis presenta una amplia distribución mundial. Las áreas endémicas más importantes del mundo se localizan en los valles de los ríos Mississippi y Ohio en EUA y en varias regiones de Latinoamérica1,2. VIGILANCIA EPIDEMIOLÓGICA En México, es la micosis sistémica de más alta prevalencia tanto en su forma endémica como epidémica2-5. Esta última, ha sido registrada en todas las entidades federativas y representa un problema de salud ambiental y ocupacional, especialmente para las personas que viven, acuden o trabajan en las zonas consideradas de alto riesgo de infección, donde se encuentran las condiciones que favorecen el desarrollo de H. capsulatum. Sin embargo, considerando la ubicuidad de éste, la forma endémica puede ser enmascarada por ausencia de registros. El riesgo de infección existe para los individuos susceptibles en cualquier sitio donde se encuentran las condiciones físicas y nutricionales propicias para el patógeno. En México, ha sido registrada la presencia del agente etiológico en zonas urbanas tanto por su aislamiento de parques públicos como por la asociación con epidemias adquiridas en las urbes, como es el caso de un brote recientemente ocurrido en Acapulco, el más importante centro turístico del país, inicialmente informado por un comunicado de prensa y nota corta del CDC (Centers for Disease Control and Prevention, National Center for Infectious Diseases, Division of Bacterial and Mycotic Diseases) en Atlanta, EUA. La enfermedad
no era de notificación oficial hasta 1988 cuando la Dirección
General de Epidemiología (DGE) por medio del Sistema Nacional de
Vigilancia Epidemiológica, de la Secretaria de Salud, incluyó
la histoplasmosis en el registro oficial de las enfermedades infecciosas.
De 1988 hasta 1994, los casos registrados por la DGE están referidos
para la forma epidémica y se distribuyeron principalmente en los
estados del centro del país, seguidos del Pacífico Sur y
del Golfo2-4.
Según los datos de la DGE, la incidencia de la histoplasmosis registra variabilidad y presenta una tendencia ascendente a partir de 1991 y la tasa de morbilidad reveló esta tendencia en los años subsecuentes (figura al lado). A partir de 1995 no se registraron más los casos en forma oficial. A consecuencia, en la actualidad no se aprecia la magnitud del problema aunque éste debe ser más importante de lo que se difunde oficialmente, considerando lo ocurrido recientemente en Acapulco y que en todo el Continente Americano se han reportado brotes de histoplasmosis. Aunque se ha detectado la histoplasmosis en todo el territorio nacional, es importante señalar que la distribución endémica de la enfermedad varía dentro de una misma área geográfica y pueden presentarse lugares con mayor y menor riesgo de infección4,5. En México esta micosis debería ser considerada con más atención por las autoridades de salud para reconsiderar su reincorporación al Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica. Los datos referidos justifican la necesidad de incrementar estudios epidemiológicos para definir criterios de endemicidad, realizar muestreos de suelo y excretas, sobre todo en sitios públicos de riesgo por actividades recreativas u ocupacionales, determinar y actualizar los datos de prevalencia de la histoplasmina, además de implementar estudios de posibles reservorios del hongo en la naturaleza como parte de un Programa Nacional de Vigilancia Epidemiológica, ya que los índices de infección y letalidad en el país son de los más altos del mundo. Por lo expuesto, implementar una Red de Monitoreo de la Histoplasmosis en México y Latinoamérica contribuiría a los programas epidemiológicos de la enfermedad además de su vigilancia, y posibilitaría en futuro cercano establecer acciones efectivas que reduzcan el riesgo de infección para las poblaciones más susceptibles. ATENCIÓN ESPECIALIZADA En caso de
sospecha de esta enfermedad o de riesgo de infección, las orientaciones,
medidas profilácticas y tratamientos pertinentes pueden ser obtenidos
en las siguientes instituciones en el D.F., México:
REFERENCIAS
|