Los antígenos febriles son útiles para monitorear el desarrollo de 
padecimientos causados por microorganismos del genero Salmonella o 
Brucella o Ricketsias.
Anteriormente se utilizaban para el diagnóstico directo de estos 
padecimientos.
Hoy en día se utilizan para secuenciar los títulos de anticuerpos 
homólogos y en titulaciones seriadas, conocer si el tratamiento es el 
adecuado y funciona para eliminar al agente etiológico.