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Entrevista con el profesor e investigador Fidel Ramón Romero

Universitario de corazón galardonado con la Beca John Simon Guggenheim

El pasado 9 de junio, la Fundación John Simon Guggenheim, dio a conocer los nombres de las personas designadas para recibir sus becas anuales; para América Latina y El Caribe fueron designadas 34, de las cuales nueve fueron para investigadores, artistas y catedráticos mexicanos, siendo seis otorgadas a universitarios, entre ellos al médico investigador Fidel Ramón Romero.

Ubicado en el laboratorio 10 de la División de Estudios de Posgrado e Investigación (DEPI) de la Facultad de Medicina, primer piso, ala de investigación, el doctor Fidel Ramón desarrolla en un ambiente de cordialidad su trabajo, gracias a su amable y sencillo carácter.

Durante breve entrevista con la Gaceta, el doctor Ramón recordó sus años de estudiante y la Universidad de aquella época, su desarrollo como investigador y su trabajo en la Universidad de Duke y en la Facultad de Medicina, sus pasatiempos, gustos e ideales a realizar con la beca Guggenheim.

Nacido en el estado de Veracruz y registrado en la ciudad de México, el doctor Fidel Ramón perteneció a la primera generación de médicos que estrenara la Facultad de Medicina (1956-1961); y al respecto, recordó cómo era la Universidad de aquel entonces y dijo: ``Todo quedaba muy lejos, los alrededores estaban vacíos y en la Universidad sólo había algunas escuelas, la Rectoría, la Biblioteca Central y el estadio. Donde está ahora la barda había una reja de palos y alambre, y al otro lado, quedaba el pueblo de Copilco; donde está la calle Cerro del Hombre comenzaba el pueblo, las personas y los animales; ahí salíamos a comer tacos y quesadillas''.

¿A usted qué tan lejos le quedaba?

``A todos nos quedaba lejos, porque nadie vivía por aquí. La Universidad estaba fuera de la ciudad; había sólo un camión que salía de la Alameda, venía por avenida Hidalgo y luego por todo Insurgentes y, donde está la zona comercial de Rectoría, ahí estaba la base; después, hubo otro que venía por avenida Universidad, pero era lo mismo, después de Narvarte, no había casas''.

¿De sus compañeros a quiénes recuerda?

``Muchos de ellos todavía están aquí, por ejemplo, el jefe de Posgrado, Hugo Aréchiga, que fue mi compañero de banca; Rodolfo Rodríguez Carranza en el departamento de Farmacología; el ex director del Programa Universitario de Investigación en Salud (PUIS), Eduardo San Esteban; el ahora secretario general de la FM, Enrique Gijón, y el anterior también, Enrique Piña; a todos los que nos ve aquí en la FM de edad avanzadita, todos somos compañeros de aquel entonces generaciones 1955, 56 o 57; nada más que a nosotros nos interesó más la investigación y otros ejercieron la medicina''.

Como anécdota de aquellos años el doctor Fidel comentó que cuando se enteró que el doctor José Sarukhán era rector de la UNAM, esto le hizo recordar, ya que de adolescente compartía con él sus prácticas de scout y dijo: ``él era jefe de mi tropa; ¿se lo imagina de pantalón corto?'', agregó alegre enfatizando su recuerdo.

¿Usted tiene alguna especialidad?

``Realicé mi tesis de licenciatura y después comencé la especialidad de cardiología en el Instituto Nacional de Cardiología, pero lo dejé a los pocos meses y me dediqué a la investigación''.

Nuestro entrevistado abunda: ``después de interesarme en la investigación, un médico también egresado de la FM, que estaba en el Instituto Nacional de Cardiología en aquel entonces, el doctor Jesús Alanís retirado ahora viviendo en Jiutepec, Morelos, me dijo que si me interesaba la investigación necesitaba entrenamiento en materias básicas. En ese tiempo se abrió el Centro de Investigación y Estudios Avanzados (CINVESTAV) al norte de la ciudad, fundado por el doctor Arturo Rossenblueth que también estaba en el Instituto de Cardiología. El CINVESTAV fue el primer centro de estudios que estableció un Programa de Posgrado en Fisiología en México. Tomé los cursos hasta 1968, cuando en México las cosas se pusieron muy difíciles por los problemas entre los estudiantes y el gobierno; entonces, en los primeros meses de 1969, me fui a Estados Unidos.

Cabe mencionar que el doctor Ramón realizó actividades de investigación en la Universidad de Duke, ubicada en el estado de Carolina del Norte. Ahí concluyó su doctorado, para después fungir como profesor de fisiología hasta 1982. ``En 1982 regresé a México a trabajar al CINVESTAV y estuve ahí hasta 1993, cuando el doctor Juan Ramón de la Fuente invitó al doctor Aréchiga y éste a mi a regresar a la UNAM.

``La Facultad de Ciencias con el tiempo se convirtió en el actual edificio de posgrado de las facultades de Medicina y Derecho; para principios de los noventa, aquí mismo, se estableció el Centro de Comunicación de la Ciencia hoy Dirección General de Divulgación de la Ciencia, encabezado por el doctor Jorge Flores. En 1993, el rector José Sarukhán ya tenía en mente la creación del Museo de las Ciencias UNIVERSUM, por lo que los doctores De la Fuente y Flores hicieron una negociación para remodelar la zona en la que actualmente se encuentran estos laboratorios de investigación, nos dice nuestro entrevistado.

Actualmente, el doctor Fidel Ramón realiza investigación sobre el estudio de señales eléctricas generadas en el cerebro por estímulos visuales. Su estudio lo realiza en acociles, porque considera que a diferencia de otros seres vivos, este crustáceo tiene un sistema nervioso distribuido, lo que hace más fácil localizar la región a estudiar.

Respecto a la docencia, nuestro personaje comentó que significa muchas cosas y dijo: ``primero, creo que es la actividad más importante que uno puede realizar, pues cuando uno llega a cierta edad se suele considerar que se alcanzaron ciertas metas; sin embargo, sabemos que la siguiente generación puede llegar a más y para eso necesita entrenamiento; necesitan alguien que les enseñe ciertas cosas, con experiencia, para que avancen más que nosotros.

``Me gusta dar clases, ya que me parece muy interesante y útil para los muchachos y para mi; primero, porque me permite estar en contacto con los jóvenes y ver como progresan y avanzan; segundo, porque se tiene que leer cosas que frecuentemente se han olvidado y, tercero, para dar clase se tiene que organizar la información para que sea comprensible para los jóvenes. Es un esfuerzo que normalmente no se haría''.

Cabe señalar que el doctor Fidel Ramón imparte clases a nivel de posgrado y la asignatura de fisiología en el segundo año de la carrera, en el horario de las siete de la mañana; al respecto, enfatizó estar muy contentó en la FM y espera no moverse a ninguna otra institución o lugar, ya que su laboratorio cuenta con buenas instalaciones; además de tener la libertad de trabajar y dar clases. ``Cosa que no es fácil; en los otros institutos di clase, pero siempre a nivel de posgrado y los estudiantes de posgrado son gente un poco más grande, que ya sabe claramente lo que quiere. En cambio en la licenciatura es diferente dar clases, porque son muchachos de 19 o 20 años; ellos me hacen recordar cuando empecé. Tenía su edad cuando un profesor nos entusiasmó para dedicarnos a la investigación, por lo que considero que es la edad ideal para empezar a interesarlos en la investigación''.

Como se mencionó anteriormente, el doctor Fidel Ramón Romero se hizo acreedor de la Beca John Simon Guggenheim junto con Margo Glantz, profesora de la Facultad de Filosofía y Letras; Estela Susana Lizano, del Instituto de Astronomía; Fernando Quevedo, investigador y profesor del Instituto de Física, y Gisela von Wobeser del Instituto de Investigaciones Históricas.

¿Cuál fue el motivo por el que le otorgaron la Beca Guggenheim?

``Me la dieron para concentrarme en un proyecto de investigación específico con acociles. Además, tengo un amigo de 83 años de edad Theodore H. Bullock, muy lúcido y experto mundial en ciertas áreas de investigación. Durante un tiempo hemos platicado sobre la posibilidad de trabajar un proyecto conjunto, nada más que yo estoy aquí y él está en el Instituto Oceanográfico Scripps, en La Jolla, en San Diego California, aunque administrativamente pertenece a la Universidad de California; ahora platicamos por correo electrónico, pero no es igual a estar frente a frente y trabajar un proyecto de investigación común. El proyecto es un poco romántico y consiste en investigar si algunas funciones de las que llamamos complejas porque existen en el ser humano, son desarrollos evolutivos o propiedades emergentes; si son desarrollos evolutivos todos los animales presentarán un poco de ello, si es una propiedad emergente, entonces aparecen con la evolución del hombre; sin embargo, tenemos datos preliminares que nos hacen pensar que, por ejemplo, la percepción, es el producto del desarrollo evolutivo y queremos estudiarlo en varios animales simples, y uno de ellos es el acocil. Este es un proyecto romántico en el sentido de que no sabemos qué va a suceder o cómo vamos a poder analizar todos los datos y qué tipo de datos vamos a obtener''.

¿Cuánto tiempo estaría fuera?

``Estaría un año, pero como no quiero dejar el laboratorio y a los estudiantes, voy a ir por periodos de tres meses allá y un mes aquí. Además, mi amigo cuenta con técnicas computarizadas de análisis muy avanzadas, por lo que se requiere de entrenamiento para usarlas. El me las ofreció y entonces quiero ir a aprender y luego traerlas, después las instalaremos en nuestras máquinas para que los estudiantes aprendan''.

¿Realiza otra actividad fuera de la Universidad?

``Hago pocas cosas, no voy al cine casi nunca, pero sí oigo música; antes tenía varios pasatiempos, tocaba el piano y la guitarra, pero recientemente he descubierto que mi pasatiempo favorito es la computadora. Leo cosas generales como literatura o historia, la mayor parte del tiempo estoy en mi casa y leo cosas relacionadas con mi trabajo, sobre historia, fisiología y filosofía de la ciencia; también veo televisión, porque hay canales interesantes''.

¿Qué es lo que le gusta hacer en la computadora?

``Escribir cosas que muchas veces no son publicadas, textos de historia o filosofía, aunque la mayor parte de ellos están a medias; también sé programarla y hago programas para la computadora que resuelven sistemas de ecuaciones, problemas matemáticos o dibujos, pero conforme la programación se ha hecho más accesible ya no es necesario hacerlo, porque los programas se compran''.

¿Tomó cursos o ha ido aprendiendo en la práctica?

``Cuando llegué a Estados Unidos, en el laboratorio donde estaba, había una computadora y dos personas expertas en programación que me enseñaron, además de tomar un curso, pero la mayor parte de las cosas las aprendí con ellos. Es algo curioso, aprendí en una computadora como la que tenemos aquí, de esas que cuando se encienden presenta un mensaje que dice: `tiene usted disponible 28K de memoria'; 28K es mucho menos de lo que una persona trae actualmente en el reloj de pulsera y es una máquina mucho más grande, mide cerca de un metro y, ahora la usamos de mesa, pues ya no sirve''.

Finalmente, con relación a sus planes futuros el doctor Ramón comentó que la investigación ocupa todo su tiempo y que además no tiene interés en hacer otra cosa, ya que el acocil es casi de la misma complejidad que un ser humano, por lo que tiene muchos planes de trabajo; ``no tengo tiempo para hacer más y no sé qué otra cosa pueda hacer, pues lo único que me interesa es la investigación y docencia, no tengo intereses políticos ni administrativos'', concluyó.




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