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ARTÍCULO El cambio climático y los efectos en la salud humana Ana Rosa Moreno, En los últimos años el tema del cambio climático ha ido cobrando importancia en los diversos grupos de la sociedad.
Durante mucho tiempo los científicos han señalado que el impacto más grave del cambio climático y de sus efectos en la salud se observa en los países más pobres y vulnerables, debido a que se encuentran en una situación de mayor riesgo y su capacidad para enfrentar las emergencias es muy limitada. De esta manera, se puede decir que el cambio climático es una de las peores amenazas a la salud pública, pues nos afecta de muchas formas y a todos los grupos de la sociedad. El cambio climático, incluida la variabilidad del clima, tiene influencias múltiples en la salud humana. Existen impactos directos que resultan de los efectos por el aumento en la temperatura, y ondas de calor y eventos extremos más intensos. Estos efectos han sido muy dramáticos en los últimos años, como los fallecimientos en Europa en 2003, que en total fueron más de 44 mil; sin embargo, impactos potencialmente mayores pueden provenir de mecanismos indirectos. Temperaturas más cálidas y una mayor variabilidad en el clima pueden impactar la producción agrícola y la disponibilidad de alimentos y de agua, así como el saneamiento. La calidad del agua potable también puede aumentar las enfermedades transmitidas por vectores y las de origen hídrico. La Organización Mundial de la Salud estima que el cambio climático puede estar causando ya más de 150 mil muertes por año y se espera que estos riesgos incrementen sustancialmente en el futuro. A partir de los resultados del IPCC se puede decir que, en los próximos decenios, el cambio climático global agravará la desnutrición e incrementará el número de muertes, enfermedades y lesiones provocadas por ondas de calor, inundaciones, huracanes, tormentas, incendios y sequías. Es probable que se empeoren la escasez de productos agrícolas y los eventos extremos provocarán grandes desplazamientos de población. Asimismo, ocasionarán una mayor incidencia de enfermedades diarreicas y problemas cardiorrespiratorios vinculados con el aumento de los niveles de ozono y cambios en los patrones de propagación de enfermedades transmisibles, como el paludismo y el dengue. Por ejemplo, estudios recientes en Kenia han demostrado que el aumento de la temperatura está estrechamente relacionado con alteraciones en la frecuencia de las lluvias y con una mayor proliferación de mosquitos que propagan la malaria en zonas altas. Otro ejemplo es el aumento de la temperatura global observado desde los setentas, que ha ocasionado que el número anual de fallecimientos aumentara en 166 mil y que cada año se perdieran 5.5 millones de años de vida ajustados por discapacidad. Se proyecta que las muertes relacionadas con el cambio climático incrementen 4.5 por ciento de los noventas al año 2050, de acuerdo con investigaciones estadounidenses, incluido un aumento de 68 por ciento en el número de días que haya alertas de salud en los próximos decenios. Se ha reconocido que el cambio climático probablemente sea la mayor amenaza a la salud en este milenio. Los datos que obtenemos son cada vez más precisos; el consenso entre la comunidad científica se fortalece y ello nos moviliza como sociedad. Para enfrentarlo se requieren medidas de mitigación que beneficien la salud de la gente. Esto incluye reforzar la vigilancia de enfermedades, mejorar los estándares de la producción de alimentos, ampliar el acceso al agua potable y saneamiento, formar recursos humanos, organizar sistemas de alerta temprana, e investigación y asistencia técnica. |
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