José León Martínez Lic. Gabino Sánchez Rosales Durante la lucha armada de las facciones revolucionarias que vencieron a la dictadura de Victoriano Huerta, la ciudad de México fue escenario de continuas disputas políticas y militares que afectaron la marcha de los negocios públicos de la época. Así, a mediados de 1915, y mientras en Veracruz el gobierno de Venustiano Carranza reagrupaba fuerzas y en la ciudad de México el gobierno de la Convención Revolucionaria, a cargo de Francisco Lagos Cházaro, se preparaba para salir de la ciudad con objeto de fortalecerse, la Escuela de Medicina, afectada por esta situación, también era escenario de gran inestabilidad que explicaban los sucesivos cambios de directores del plantel. Sólo debemos recordar que, de 1911 a 1915, hubo ocho directores de efímera vida institucional. Uno de ellos fue el doctor José León Martínez, elevado al cargo de director de la Escuela el 23 de junio de 1915. Este médico, a quien la Gaceta Médica de México, en el año de su muerte, llamó “internista distinguido que ocupó por oposición varias cátedras en la Escuela Nacional de Medicina”, estuvo en ese cargo escasos dos meses, ya que hubo de renunciar al puesto el 13 de agosto de ese año. Nada sabemos de lo que hizo en el tiempo que estuvo al frente del plantel, e incluso de sus actividades académicas y privadas poco se puede decir. Algunos datos indican que, al igual que muchos jóvenes, estudió en la Escuela Nacional de Medicina y en el año de 1893 se graduó y obtuvo su título de médico al presentar una tesis titulada El diagnóstico de la naturaleza y cantidad de los derrames de pecho y su tratamiento, lo que lo sitúa como médico de clara vocación internista. Este trabajo, de escasas 79 páginas, le permitió presentar oposición para ocupar el cargo de ayudante de patología y clínica médica. En 1919 fue nombrado profesor titular de dichas materias. También fue un distinguido médico militar, en las fuerzas armadas ocupó el cargo de coronel de Sanidad Militar y, posteriormente, incluso llegó a ser director de la Escuela de Sanidad Militar de México. Toda esa actividad le fue recompensada al recibir la medalla al Mérito Facultativo que le otorgó la Secretaría de la Defensa; sin embargo, debe mencionarse que su ausencia fue notoria en la Primera Convención de Médicos Militares Mexicanos, que se celebró en el Palacio de Bellas Artes en septiembre de 1936, y en la cual participaron distinguidos médicos militares, como el teniente coronel Eliseo Ramírez y el mayor Jorge Meneses Hoyos. En la Escuela de Medicina, a principios de 1934, con motivo de la renuncia del doctor Ignacio Chávez a la Dirección de la Escuela, en su calidad de decano del cuerpo de profesores, ocupó interinamente la Dirección del plantel, que entregó al sucesor del doctor Chávez. Su labor en la Escuela de Medicina le fue reconocida por la Universidad, la cual lo designó Profesor Emeritus de la Universidad Nacional, y en 1943, poco antes de su muerte, recibió la Medalla de Oro de la Facultad de Medicina como reconocimiento a su larga labor. Fue autor de varios libros de texto y entre sus obras figuran: Manual de propedéutica médica y Las anotaciones sobre la epidemia de gripa en la ciudad de México [1918], publicado en la Gaceta Médica de México en 1920. Fue un médico muy estimado y respetado por sus colegas y amigos, así como por sus discípulos. Murió en la ciudad de México el 4 de junio de 1944. |
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