Se clausura el Curso de Formación
de Instructores
La última semana de junio se llevó a cabo la clausura del Curso de Formación de Instructores de Anatomía, con la finalidad de promover el conocimiento de esta disciplina. Organizado por el Departamento de Anatomía, por medio de la Coordinación de Enseñanza, tuvo como objetivo preparar durante tres semanas a instructores de anatomía para que durante el año apoyen a los profesores del Departamento en la enseñanza de esta disciplina a los alumnos de nuevo ingreso de la Facultad de Medicina (FM). Este curso, realizado en su cuarta edición, logró obtener maravillosos resultados, ya que, por primera vez, los estudiantes lograron identificar las funciones de un instructor. En entrevista para este medio, los doctores Felipe de la Mata Homs y Rogelio Lozano explicaron que está dirigido a todos los alumnos, pero de preferencia a los de primer año y a los que ya concluyeron sus estudios en la Facultad, y proyectó importantes resultados, ya que por primera ocasión se tuvo una dinámica en la que los estudiantes definieron, desde su punto de vista, las funciones de los instructores en la materia y lograron reconocer 15 acciones que fueron sometidas a consenso de los participantes; de esta forma, identificaron su papel como instructores, ya que no son titulares, ni adjuntos, ni profesores invitados, sino instructores que tienen el deseo de aprender más de anatomía y de transmitir el conocimiento a la nueva generación. Este año contó con 40 participantes, de los cuales sólo 17 fueron seleccionados para ser instructores. Los participantes fueron instruidos por la jefa del Departamento de Anatomía, doctora Patricia Herrera, la más entusiasta y principal promotora, los profesores del mismo, y demás miembros, sobre todo, del área de la Coordinación de Enseñanza de ese Departamento. Los entrevistados explicaron que el curso se impartió en el aula 510 del quinto piso de la FM, en donde se repasó la teoría, y en las aulas de disección, donde se llevó a cabo la práctica. El doctor Lozano indicó que “estaba organizado en tres dimensiones: afecto, procesos (aspectos didácticos) y contenidos (repasar todo el contenido de la asignatura de anatomía)”, y el trabajo de los alumnos consistió en repasar la teoría del contenido de la asignatura con el cadáver, labor que realizaron de 10 de la mañana a 5 de la tarde. De este curso, señaló el doctor De la Mata, es importante destacar el entusiasmo y la integración del grupo. “Al final se les pidió que externaran sus impresiones sobre él y sus compañeros, y observamos que hubo una gran integración, compañerismo e interés por la materia.” Durante el proceso se afirmó una de las funciones de nuestra Universidad, que es la formación de recursos humanos, ya que los profesores, dentro de su labor académica, preparan nuevos especialistas, y De la Mata explicó: “Es una tarea muy satisfactoria porque deja un grato sabor de boca. Trabajar con gente joven es sensacional, pero además tiene la ventaja de que aprendemos mucho de ellos, de manera constante. Es un proceso de enseñanza-aprendizaje en lo personal y lo profesional.”
Asimismo, informó que antes de terminar el curso, los alumnos presentaron un examen donde se calificaron el conocimiento y la creatividad, y reconoció que fue realizada con mucho profesionalismo, ya que frente a tres sinodales mostraron sus habilidades: “Fue muy estricto y fueron calificados en el área psicomotora, cognoscitiva y afectiva; es decir, los alumnos fueron evaluados por su conocimiento, actitud y presentación del trabajo.”
La clausura se llevó a cabo durante una emotiva ceremonia en la que alumnos y profesores compartieron las imágenes que marcaron esta etapa de aprendizaje, y una a una se mostraron las fotos de los momentos más memorables vividos entre el trabajo, el aprendizaje y la enseñanza. La ceremonia consistió en tres momentos, el primero se compuso de las palabras de la doctora Herrera, quien agradeció a los alumnos su empeño en el trabajo desarrollado, el cual calificó de excelente y muy competitivo, ya que, según manifiesta el doctor Lozano, el curso tuvo muchas exigencias: uniforme, asistencia, puntualidad y aprendizaje del contenido de la materia, entre otras. El segundo punto fue sin duda el más emotivo, ya que los participantes observaron una presentación realizada con las fotografías que les fueron tomadas en cada uno de los momentos importantes, desde los exámenes diagnósticos, las clases teóricas, su interacción con los cadáveres, y su integración, momento en que las emociones recordaron el buen trabajo, y que dio motivo para entonar porras y una que otra Goya. La tercera parte consistió en la entrega de constancias, realizada por la secretaria de Educación Médica, momento crucial, ya que se leyeron los nombres de los 17 alumnos seleccionados para ser instructores, cifra que dependió del número de grupos, de las posibilidades de tenerlos en las aulas con los profesores y de los espacios en el área de disección. Cabe señalar que el año entrante, al terminar los exámenes finales, se llevará a cabo una nueva convocatoria para que se celebre una edición más de este Curso.
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