Gaceta Facultad de Medicina UNAM
10 septiembre 2005
Facultad de Medicina UNAM

Emotivo homenaje a la memoria de la doctora Carmen Gutiérrez de Velasco, fundadora de la primera clínica contra el tabaquismo en México

  • Julieta Fierro, Misael Uribe y José Narro la recordaron en distintas etapas de su vida y resaltaron sus grandes virtudes
  • Poemas, recuerdos y música clásica acompañaron a las palabras

A un año de su muerte, la Facultad de Medicina de la UNAM rindió, el pasado 16 de agosto, merecido homenaje a la doctora Carmen Gutiérrez de Velasco, pionera en la rehabilitación pulmonar y en la lucha contra el tabaquismo en nuestro país.

Con enorme alegría la divulgadora recordó grandes momentos vividos al lado de la doctora

En el auditorio “Alberto Guevara Rojas”, la primera en hablar fue la maestra en ciencias Julieta Fierro Gossman, quien conoció a la doctora algunos decenios atrás mientras estudiaban la preparatoria, y la recordó con “ojos de mar”, que reflejaban su inteligencia.

A lo largo de anécdotas viajó e imaginó sus manos de “diosa griega”, con las que hizo muchísimo bien a tantos y tantos pacientes, y narró las aventuras que juntas vivieron cuando la doctora, que ya era especialista en salud pública, luchaba porque las cajetillas de cigarro dijeran: “Este producto puede ser nocivo para la salud”, y evocó el momento en que lo logró.

Explicó que se preocupaba mucho por la salud de los mexicanos, e inició una clínica para ayudar a las personas que deseaban dejar de fumar.

La experta divulgadora agregó: “... hasta me ofreció regalarme unos pulmones disecados para alguno de los museos que estaba yo tratando de echar a andar, porque estaba convencida de que a través de la educación podríamos lograr mucho.”

La astróloga perteneciente a la Academia Mexicana de la Lengua afirmó que el ejemplo de quien creó 10 clínicas contra el tabaquismo en diversos estados de la República Mexicana debería dar la fuerza para tener más centros en los que se estudiaran las adicciones en general, que contaran con programas de rehabilitación, que estuvieran a la vanguardia y que miraran hacia adelante, pues las drogas están cambiando, ya no son la heroína y la morfina, y “con el ejemplo de Carmen, estaríamos hablando de cuántas son y qué efectos y daños producen” para ayudar a los consumidores y prevenir el daño, para entonces incluir en ellas una leyenda que diga: “Este producto es dañino para su salud, pero hay alternativas.”

La hoy directora de Museos de la Dirección General de Divulgación de la Ciencia externó que fue la doctora Gutiérrez de Velasco, Mujer del Año en 1997, quien “con su voz de jugo de naranja: jugosa y dulce” la propuso como candidata a recibir la misma distinción, que finalmente recibió en 2003, lo que la hizo sentir muy honrada, pues Carmen “debía conocer muchas mujeres interesantes.”

El director acompañado de la familia de la homenajeada

Cabe añadir que dicho reconocimiento se otorga a las mujeres más destacadas de nuestro país, fundamentalmente en las áreas de cultura, política y humanística.

Para finalizar su turno, mientras mariposas de papel salidas de un libro cubrían el estrado, semejantes a los sueños y los recuerdos vertidos en la ceremonia, pidió a los asistentes que recordaran a la doctora “por sus ojos de mar, sus manos de diosa griega, su voz de jugo de naranja y su amor por la vida.”

En ese ambiente de grandes recuerdos, el siguiente en tomar la palabra fue el doctor Misael Uribe Esquivel, quien comentó las características humanas de la doctora Gutiérrez, que fue su amiga y con quien compartió una vida de ejemplo. De esta forma, resaltó su interés en la docencia universitaria que la caracterizó a lo largo de su vida y “que fue parte de una integridad como ser moral, recto, correcto, integro, además de su actitud siempre dispuesta a ayudar, enseñar, colaborar e integrarse a proyectos, a los que siempre adicionaba su toque, su sensibilidad, su afecto y su gran conocimiento en el tema”; además destacó su lealtad, “que todos sabemos es una de las cualidades más importantes que puede tener el ser humano, ella fue una mujer leal a las instituciones, leal al objetivo de su vida, que fue su familia y sus pacientes, leal a la docencia y a la Universidad, y leal a principios en los que siempre antepuso los valores colectivos a los individuales, con lo que estableció confianza, soporte, reacciones sociales y humanas, todo cubierto de bondad de respeto al prójimo, de una interminable tolerancia y de una extremada, delicada y sensual profesión. Quiero también recordar a ustedes su amistad, de la que todos disfrutamos algunas horas, algunos minutos, a veces cotidiana, a veces eventual“, en resumen, dijo, fue un gran ser humano.

Frente a familiares y amigos de la homenajeada, el presidente de la Academia Nacional de Medicina finalizó con un poema de W.A. Ward donde, aclaró: “las últimas cuatro características que se señalan son las que hacían rica en abundancia de pensamiento y en la forma de ser de la Carmelita”:

APRENDAMOS A VIVIR
La aventura de la vida es aprender.
El propósito de la vida es crecer.
La naturaleza de la vida es cambiar.
El reto de la vida es vencer.
La esencia de la vida es cuidar.
La oportunidad de la vida es servir.
El secreto de la vida es atreverse.
El gusto de la vida es ofrecer amistad.
La belleza de la vida es dar.
El gozo de la vida es amar.

Para finalizar el homenaje a una de las más grandes médicas que ha dado este país, el doctor José Narro Robles, director de la Facultad de Medicina, realizó reflexiones sobre su compañera de clases Carmen Gutiérrez de Velasco Hernández, de quien habló en tres distintas dimensiones: “singulares, particulares y propias de un ser humano como ella”.

En su turno, rememoró los momentos compartidos con ella, como amigo, como compañero y como persona, que conoció a un ser humano extraordinario. Primero, dijo, quiero hablar de la “amistad que me permitió conocerla, estimarla y compartir con ella y con su familia momentos importantes en la vida”, desde 1967, cuando ingresaron a esta Facultad para estudiar la carrera de medicina; afirmó que fue una estupenda alumna, comprometida con el estudio, la profesión y con algunos momentos en que, recordó, salieron a divertirse de manera muy sana. En su narración de vida recordó la estancia en hospitales y la recepción profesional, recuerdos que le permiten afirmar que fue “inteligente, guapa y un buen ser humano.”

Durante el relato no pudo dejar fuera la amistad que los unió y repasó el momento de su “matrimonio con el gran amor de su vida, Manuel Ruiz de Chávez. Entre ellos había grandes similitudes y afortunadamente algunas diferencias. En la inteligencia eran muy parecidos y compartían la vocación, el profesionalismo, el amor por la medicina. Las aficiones eran diferentes, a Manuel desde entonces le embrujaba la política y Carmelita más bien nos veía con cierto desprecio cuando hablábamos de estas cosas, para ella eran otros los motivos de gusto, de satisfacción.”

Habló del nacimiento de sus hijos, Manolo y Araceli (presentes en la ceremonia), lo que representaron para ella, el entrañable amor que como madre sentía por ellos y el profundo orgullo de verlos desarrollarse y crecer.

Recordó también los viajes y las experiencias vividas fuera de nuestro país, cuando ambos estaban en los estudios de pregrado, y luego el encuentro y el reencuentro, y el desarrollo de la doctora en México.

Desde el punto de vista profesional, destacó que la fundadora de la primera clínica contra el tabaquismo en México tenía calidad de la formación que recibió en el pregrado y el posgrado en Inglaterra, “fui testigo de la calidad de su trabajo, de su compromiso, de su profesionalismo y de la vocación de servicio que siempre demostró, de la utilidad para las instituciones y, sobre todo, del servicio que prestó a sus enfermos, a los pacientes a quienes ayudó. Fue una profesionista exitosa y muy querida en nuestro medio. Quienes tuvimos la oportunidad de estar cerca de ella siempre recibimos un mensaje de aliento, de afecto, de cariño. Un mensaje de optimismo, de alegría, y una perspectiva positiva de la vida. Ella estaba en su mejor momento profesional, empezaba a cosechar parte de lo mucho que había soñado, el reconocimiento de sus colegas y, sobre todo, a consolidar el agradecimiento de los enfermos, de sus pacientes.”

Además la describió como “una mujer extraordinaria, una mujer que se distinguió por méritos muy bien ganados, fue una excelente hija, una extraordinaria hermana, una madre ejemplar, una amiga fuera de toda duda y una esposa muy singular para el amor de su vida: Manuel Ruiz de Chávez”.

Finalmente dijo que siempre estarán su recuerdo, su sonrisa, la labor que realizó, el bien que siempre prodigó, “la vamos a extrañar, pero en nuestra memoria, en nuestro recuerdo, en lo más íntimo de cada uno de nosotros que la tratamos y conocimos, siempre nos va a acompañar” y citó las palabras que ella misma dijo algún día de su hermana Araceli: “le faltó tiempo para realizar todos sus sueños y a nosotros nos faltó tiempo para disfrutarla más”, y afirmó: “este profundo vacío será muy difícil de llenar y a Carmen Gutiérrez de Velasco le digo: Carmen, Carmelita, te vamos a extrañar”.

El homenaje a esta destacada experta de la salud pública en México, se completó con la intervención musical del cuarteto de cuerdas de la Academia de Música del Palacio de Minería que interpretó el tercer movimiento del Cuarteto número 2 (célebre por su nocturno), de Aleksandr Borodin, y después Primavera, primer movimiento de Las cuatro estaciones, de Antonio Vivaldi.

La doctora trabajó en el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias y fue profesora de pregrado y posgrado en diversas instituciones de salud y académicas de alto nivel; asimismo dictó interesantes conferencias en congresos y seminarios nacionales e internacionales sobre rehabilitación cardiopulmonar. Dentro de su producción científica se encuentra la publicación de artículos en libros y revistas de gran prestigio, para el año 2003, el Senado de la República reconoció sus acciones que contribuyeron a enaltecer la participación de las mujeres mexicanas en la sociedad, lo anterior con motivo del 50 Aniversario del sufragio femenino.