Gaceta Facultad de Medicina UNAM
25 octubre 2007
Facultad de Medicina UNAM

 

BAJO EL MURAL

Dueto guitarrista y el secuestro

La guitarra une
Muy jóvenes y virtuosos en las cuerdas esparcían sonidos clásicos; una mexicana y el otro italiano, tal para cual, se escuchaban Bajo el Mural. Entre sonatas y sonatinas las guitarras eran eco y tributo de grandes compositores en temas ejecutados con arpegios arreglados nota a nota y con un estilo personalísimo.

Rosa María Robinson, mexicana, ya reconocida por este público que la vio en esta escalinata apenas hace unos meses, regresó de Italia y trajo algo más que un souvenir, un guitarrista de clase mundial, Andrea Causapruna, quien dio unas clases magistrales en la Escuela Superior de Música y algunos conciertos para Radio UNAM.

Sin embargo, Rosa María dice: “... lo tengo que devolver”; con risa franca y alegre nos refiere sobre sus últimas intervenciones en el mundo de la música en México e Italia, a donde regresará en este mes de octubre para estudiar un posgrado.

— Nos podrías decir, Rosa María ¿qué piensan del público mexicano y de la agitación aquí Bajo el Mural?
“Nos parece un público maravilloso, siempre nos ha gustado. Excelentísimo, cálido; nos ha gustado mucho el público mexicano y muy atento al escuchar la música.”

— ¿Se pueden concentrar ante tanto bullicio?
“Es muy difícil concentrarse, te da trabajo de más, preferiríamos que no hubiera tanto ruido, pero nos gusta que a la gente que vaya pasando le llame la atención y que se siente a escuchar, eso es algo que nos gusta.”

— ¿Cuáles fueron los temas de las Interpretaciones?
“La Rossiniana Núm. 1, de Mario Gulliani; una armanza, de Gian Caspar Mertz; un preludio original para chelo, de Joan Sebastian Bach; una canción popular catalana arreglada para un guitarrista español, y la Sonatina meridional, de Manuel María Ponce, mexicano. Fue un programa en su mayoría de música mexicana e italiana, que nos encanta.”

— ¿Qué le parecen los músicos mexicanos a él?
“Con una sensibilidad muy particular del pueblo mexicano. En lo general a los músicos que él ha conocido los ha encontrado preparados y con una sensibilidad muy especial que también encuentra en el pueblo de México, y se refleja en sus músicos.

El secuestro del cuerpo

El teatro del cuerpo
Esta vez un monitor, tres actores y video-cámaras son el performance; un micrófono y altavoces nos indican la noticia de que el cuerpo ha sidosecuestrado en algún punto del siglo XX, raptado por prótesis y ordenadores debido al inconmensurable crecimiento de la tecnología.

“Era de esperarse que esto sucediera...”, añade el actor, que bajo el tema de El infierno o el nacimiento de la clínica, parte II, pregunta si es que tiene algún sentido hacer teatro y añade: “disculpen ustedes, estoy cometiendo otro error al estarme enfocando más en la tecnología y me estoy alejando una vez más del cuerpo y la enfermedad. Empezaré de nuevo...

“En un país surrealista, ¿quién es el que cura?, ¿quién cura a quién?; hemos cambiado los conceptos, ahora, en tiempos de una guerra no declarada, somos soldados ciudadanos y, en vez de pacientes, ahora resulta que somos usuarios...”

Los actores, Raúl Mendoza, Esperanza Sánchez y Jorge Aguilar, del grupo Los Esquizoides, bajo la dirección de Rubén Ortiz.

“¿Qué es una enfermedad?, ¿por qué enfermamos? ¿quién es el que enferma? La enfermedad surge cuando nos hacemos muchas preguntas sin respuestas. La enfermedad tiene su origen fuera o dentro del cuerpo.

“¿Quién se hace responsable de un cuerpo cuando éste está enfermo?

“¿Quién determina el acceso a la salud? La salud como cuerpo sufre del mismo padecimiento contemporáneo: el rapto, el secuestro...

“¿Qué es el cuerpo?”

— ¿Cual fue la propuesta?
“Pues, más que nada era hacer énfasis un poco más en contacto con el espectador. En relación a que debe ser más exigente con la información que recibe, creo un poco la consecuencia de la vez anterior de una conferencia sobre un texto de Fucco, la continuidad de este texto, y seguir provocando al espectador, para que tenga potencial de poder decir las cosas. El estar originando preguntas, generando imágenes; lo importante que haga después de las reflexiones”, puntualizó Raúl Mendoza.

“El paciente o espectador ha sido relegado mucha veces por otros intereses, los espectáculos se han vuelto un negocio; el cine, la medicina, se han vuelto un negocio; entonces, cada vez más, eso hace que a los que recibimos un servicio nos traten como eso, como usuarios a través del poder monetario”, finalizó.