HOMENAJE A NUESTROS PROFESORES

Con la sencillez que lo caracteriza el doctor Guillermo Alvarez Llera recibió la deferencia

Otro de los destacados académicos reconocidos por el Programa “Homenaje a nuestros profesores” fue el doctor Guillermo Álvarez Llera, experto en el campo de la bioquímica con una trayectoria de 41 años de impartir cátedra de excelencia a cientos de estudiantes.

“A lo largo de su tarea docente ha formado generaciones de médicos éticos que han asimilado todo un orden cultural y moral en el que los conocimientos adquiridos tienen pertinencia y sentido, pues ha coadyuvado en la formación de seres humanos libres, sensibles, autónomos, críticos y creativos, comprometidos con la sociedad a la que pertenecen y se deben.”

Así describió la sobresaliente labor docente del homenajeado el secretario de Educación Médica, doctor Juan José Mazón Ramírez, luego de dar a conocer aspectos fundamentales en su trayectoria profesional, de la cual se destaca que nació el 14 de agosto de 1931 en San Miguel de la Victoria, Distrito de Jilotepec, Estado de México. En 1951 obtuvo el grado de bachiller en ciencias biológicas en la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo. Ingresó en ese mismo año a la Antigua Escuela Nacional de Medicina; posteriormente realizó el servicio social en el poblado de San Javier, estado de Sonora, y sustentó el examen profesional el 11 de junio de 1963.

Resaltó que hace 41 años, en 1966, inició una brillante carrera dedicada a la enseñanza de la bioquímica, primero como ayudante de profesor, posteriormente como profesor adjunto, profesor de asignatura y, a partir de 1974, profesor de carrera, titular de bioquímica de tiempo completo.

Sus actividades académicas en el Departamento de Bioquímica son múltiples: ha participado en diversos cursos de actualización en bioquímica tanto para el pregrado como para el posgrado, en el campo y fuera de él; ha sido jurado de examen profesional en muchas ocasiones, y tiene amplia experiencia en la elaboración de exámenes departamentales.

De 1972 a 1983 fue encargado de los concursos de selección para el ingreso a la Facultad de Medicina. Durante siete años participó activamente en la Comisión Dictaminadora para Técnicos Académicos, actividad que le fue reconocida con una medalla en 1979.

Sus publicaciones no se circunscriben a artículos en revistas médicas; ha publicado monografías en apoyo a la actividad docente del Departamento de Bioquímica; ha escrito cinco libros, entre los que resalta Bioquímica gráfica, y ha colaborado con capítulos de libros y en la edición de cuatro revistas de bioquímica.

Como funcionario fue coordinador de Enseñanza del Departamento de Bioquímica en dos ocasiones, coordinador general de la Secretaría de Servicios Escolares y secretario de Ciencias Básicas.

Luego de presentar el testimonio de algunos de los alumnos y amigos del profesor Álvarez Llera, donde expresaron su cariño, respeto y el grato recuerdo que les dejó aprender del mejor maestro de bioquímica, concluyó el doctor Mazón Ramírez, para enseguida dar paso a la entrega de medalla y diploma como constancia de su brillante trayectoria académica.

Ante los reunidos el pasado 27 de septiembre en la ceremonia homenaje a la que acudieron autoridades, amigos, familiares y alumnos, el director de la FM, José Narro Robles, reafirmó que Álvarez Llera es un profesor motivo de orgullo, producto de la educación pública y ejemplo de que en este país se pueden hacer bien la cosas; por ello conminó a todos para que cuando tengan dificultades acudan al ejemplo de maestros como él, a su experiencia, a su camino que, entre otras cosas, genera no sólo conocimientos sino lo más importante: valores y principios.

El testimonio de alumnos y profesores que reconocen en Álvarez Llera a un gran maestro demuestra que él es un experto en su materia, constante y dedicado, con una consistencia moral importante: “muchas gracias, maestro”, finalizó el doctor Narro Robles.

Para concluir la ceremonia el homenajeado expresó su gratitud por la deferencia y subrayó que la recibe como un representante de los muchos maestros de la Facultad que han dedicado su vida y su esfuerzo a la formación de los alumnos, que tienen un amor considerable por la docencia y que merecen el reconocimiento.