Gaceta Facultad de Medicina UNAM
25 octubre 2007
Facultad de Medicina UNAM

 

SERIE DE TV: ENVEJEZCAMOS CON DIGNIDAD

¿Cómo se envejece en México?

Doctora Dolores Ortiz de la Huerta, coordinadora académica de la serie y coordinadora del Seminario Permanente Universitario: Los Retos del Envejecimiento Saludable, Departamento de Salud Pública, FM, UNAM

Es un hecho que la población mexicana está envejeciendo, lo que significa que, como consecuencia del descenso de la mortalidad y la fecundidad, cada vez existen más adultos mayores. Esta situación también se ha ido presentando en otros países del mundo, sin embargo no todas las naciones han envejecido al mismo ritmo ni en las mismas condiciones. Por ejemplo, en Europa y otros países industrializados, el envejecimiento de la población se empezó a dar desde mucho tiempo antes, de manera paulatina y con mejores condiciones socioeconómicas. En México y en otros países en vías de desarrollo el envejecimiento poblacional se presenta aceleradamente y en condiciones de pobreza. Éste fue el tema tratado durante el segundo programa de la serie de televisión “Envejezcamos con dignidad”, que se tituló ¿Cómo se envejece en México? y que fue transmitida por TVUNAM, durante el mes de junio pasado.

En este programa estuvieron como invitados los doctores Víctor Manuel Mendoza Núñez, jefe de la Unidad de Investigación en Gerontología de la Facultad de Estudios Superiores Zaragoza (FES) de la UNAM; Verónica Montes de Oca, secretaria técnica e investigadora del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM, y la licenciada Ana Gamble, coordinadora de Gerontología de la Secretaría de Salud del Distrito Federal, quienes trataron el tema de la vejez en nuestro país.

En 2005 la población de México con 60 años o más era de 7.6 por ciento, lo que representaba 8.5 millones de personas. Actualmente, existen 87 varones por cada 100 mujeres y se espera que para el año 2050 la esperanza de vida será de 81 años. A pesar de estos indicadores, en este país no toda la población está envejeciendo igual; en el Estado de México, por ejemplo, hay una mayor cantidad de adultos mayores en comparación con otros estados de la República. En este sector de la población las autoridades se han encontrado con problemas médicos, sociales y de situación económica graves. En las grandes ciudades se detecta el hecho de las pensiones bajas, pero en las zonas rurales ni siquiera hay pensión para sus ancianos, además el problema de la migración los ha afectado más, pues sus hijos y nietos se van a trabajar al extranjero, y ellos serían los que podrían apoyarlos económicamente hablando.

El envejecimiento depende de diversos factores biológicos, económicos, políticos, sociales y psicológicos, los cuales repercuten en la manera en que se envejece. Se debe evitar hacer generalizaciones sobre los adultos mayores, ya que el proceso de envejecimiento en cada uno de ellos es individualizado, de ahí que podamos observar que la edad biológica y la cronológica no siempre coinciden y, por ello, observamos individuos de edad mayor o menor de la que aparentan.

Entre las personas mayores de la ciudad y del campo hay diferencias muy marcadas en su calidad de vida, pero no se puede decir con exactitud en cuál de estos lugares se lleva una vejez mejor. Si bien en las áreas rurales se carece de servicios médicos y sociales, en las áreas urbanas estamos mayormente expuestos al estrés oxidativo, es decir, al exceso de radicales libres, los cuales provocan una cascada de reacciones que dañan las células del organismo. El desequilibrio y el exceso de radicales libres pueden producirse por factores externos, como la contaminación atmosférica, el tabaquismo, el alcoholismo, las radiaciones, la mala alimentación, el estrés y la falta de ejercicio, entre otros.

Las actitudes y el trabajo realizado por cada persona son determinantes en la vida de cada uno y la actividad que se siga realizando durante la vejez permitirá tener una calidad de vida mejor: Envejecemos como somos en la vida en general. El cuidarse, ser activo, tener deseos de vivir bien, ayuda a las personas a tener una buena vejez.

En la ciudad, la jubilación afecta de manera importante al individuo y puede acelerar el proceso del envejecimiento al tener que hacer frente a varias pérdidas, como son las económicas, el dejar de sentirse útil y los contactos sociales. Actualmente las mujeres se están jubilando, cuando en épocas pasadas esto no se daba. En el campo no hay jubilación y se pueden ver personas de 90 y hasta 95 años que siguen trabajando.

En la FES Zaragoza de la UNAM se están realizando estudios e investigaciones entre grupos de la ciudad y rurales, para conocer más respecto a los ancianos, sus formas de vivir y sus diferencias.

Las autoridades federales han estado trabajando en este tema; desde 1997 ya se tenía la visión de realizar políticas para hacer frente a esta situación, a pesar de no haber estudios específicos al respecto.

En general, en el país aún hay una necesidad de orientación para crear una cultura y una política en relación con la vejez. Es necesario orientar a los gobiernos e instituciones para constituir un programa nacional gerontológico. A pesar de estarse realizando esfuerzos en ello, falta todavía mucho que hacer.

Actualmente en el Distrito Federal existen programas de apoyo para los adultos mayores que otorgan:

  1. Ayuda económica mensual.
  2. Atención médica y medicamentos gratuitos.
  3. Visitas médicas a domicilio.
  4. Formación y fortalecimiento de redes de apoyo social.
  5. Capacitación y sensibilización al personal.
  6. Apoyo a cuidadores de adultos mayores.
  7. Formación de acompañantes voluntarios.
  8. Operación de centros de apoyo.

El apoyo emocional y afectivo que reciban nuestros ancianos es muy importante para su calidad de vida: Más que agregar años a la vida, se debe dar “vida” a los años. Éste es el objetivo principal que debemos buscar.

La vejez no debe ser considerada como un problema sino como una realidad que hoy en día está aumentando en nuestro país. Las probabilidades de que lleguemos a edades muy avanzadas son cada vez mayores, razón por la cual hemos de hacernos responsables del cuidado de nuestra salud, y se deben conjuntar esfuerzos para ofrecer a nuestros adultos mayores tranquilidad y seguridad en esta etapa de su vida.