Gaceta Facultad de Medicina UNAM
25 octubre 2004
Facultad de Medicina UNAM

ACTIVIDADES CULTURALES: BAJO EL MURAL

Un viaje por algunos estados de la República a través de sus bailables y acordes de un piano que describen la historia de las danzas

  • Presentación del Ballet Folklórico Huitzizilin
  • La consejera Érika García Jiménez, bailarina del grupo
  • Concierto de la pianista Betty Zanolli

Música, colorido y vistosos trajes acompañaron al Ballet Folklórico Huitzizilin al participar el pasado 24 de septiembre en el programa cultural “Bajo el Mural”. Este Ballet, con 11 años de vida, presentó en esta ocasión bailables de los estados de Chiapas, Nayarit, Veracruz y Jalisco. Asimismo la pianista Betty Zanolli nos trasladó a través de los acordes de su piano por una parte de la historia de las danzas.

En entrevista para este medio, la profesora Amanda Hernández Aldana, directora general del Ballet, dijo que son un grupo independiente de jóvenes, adolescentes y niños que buscan rescatar nuestras raíces y dar a conocer lo nuestro.

“Montamos bailes de diferentes partes de la República y nos presentamos donde nos invitan: escuelas, ferias regionales, delegaciones y asilos de ancianos, entre otros lugares.”

Comentó que en esta ocasión fueron invitados por parte de una alumna de la Facultad de Medicina, Érika García Jiménez, quien es miembro de este Ballet.

Cabe mencionar que la profesora Hernández es maestra de primaria y pertenecía a un grupo llamado Temaztiani —que ya desapareció—, ahí fue donde comenzó a formar el Ballet; posteriormente tuvo la oportunidad de contar con un lugar para ensayar y que se fueran integrando, además de sus niños, jóvenes y adultos, y agregó: “Comenzamos hace 11 años, ensayamos en la Delegación Coyacán. Los integrantes son del rumbo y otros de Iztapalapa.”

Al preguntar cómo conforman su repertorio de presentación dijo que va de acuerdo con el tiempo de participación que se les asigna. En una hora se montan tres cuadros o se le pregunta a la persona que los contrata qué le gustaría que bailaran. Paralelamente, preparan cuadros nuevos que intercalan entre los ya montados.

En esta ocasión el grupo estuvo integrado sólo por jóvenes, participaron seis mujeres y cuatro hombres, porque en las presentaciones entre semana es difícil conjuntar a todos, pero realmente son seis u ocho parejas que se adecuan a los espacios de presentación.

Con relación a sus trajes, la profesora Hernández dijo que se adquieren con dinero que a veces cobran, aunque la mayoría de los diseños son de ella y otros se compran.

— ¿Cómo es que entran nuevos bailarines?
“Nos ven bailar, como en esta ocasión, nos preguntan y se integran. Por ejemplo, a mi dentista le comenta una persona que quisiera bailar; él le dice que conoce a alguien que tiene un grupo, la manda conmigo y se integra. En general no tenemos difusión, se hace a partir de nuestras presentaciones.”

— ¿De dónde salen los pasos?
“Nos documentamos en libros y con otros grupos para tratar de apegarnos lo más que se pueda a los originales.”

— ¿Y cómo eligen la música?
“Se busca lo más representativo de cada región.”

Finalmente, comentó que ensayan los martes, jueves y domingos. Los martes y los jueves generalmente ensayan los niños de 14 a 15:30 horas, los adultos de 19 a 21, y los domingos de 12 a 14 horas. Asimismo, invitó a la comunidad de la Facultad de Medicina que le haya gustado su trabajo a participar con ellos. El grupo trabaja en la Unidad Fovissste Miramontes, andador 18 y avenida Tepetlapa.

Con su atuendo de “Adelita”, Érika Patricia García Jiménez, del grupo 2201 y también consejera invitada del H. Consejo Técnico de la FM, comentó que su sueño era ser bailarina de ballet y no se cumplió; pero comenzó a practicar danza regional desde los nueve años. Se integró a Huitzizilin una vez que los vio ensayando cerca de su casa y habló con la maestra. “Me gusta, me encanta, y espero seguir mientras la carrera me lo permita.”

Sobre el trabajo con el grupo mencionó que antes de montar un nuevo cuadro se les da información sobre el origen y datos históricos del mismo: “No existe esa cultura de aprender las costumbres y los bailes regionales, y esto es interesante para mí.”

— ¿Cómo compaginas el baile con la medicina?
“El estudio me presiona y si no hago esto mi vida se convertiría en un martirio. El estrés de la escuela, junto con todo lo que hay que hacer, determina que necesite un desfogue, como lo es para mí el bailar, de hecho también bailo jazz.”

— ¿Cómo fue que entraste a Medicina si ya tenías otro gusto?
“Siempre he pensado que si mis padres me hubieran enseñado el no tener miedo a la vida sin importarme si iba a comer o no, creo que me hubiera dedicado a esto, hubiera entrado a una escuela profesional, pero no fue así, y para mí esto es un entretenimiento. Desde chica también me ha gustado la medicina y es una pasión, es lo que quiero hacer, ayudar a la gente, estar activa. Como te podrás dar cuenta bailar jazz y folklor, y conjuntarlo con la medicina es algo difícil. De pequeña quería ser veterinaria, pero me incliné por la medicina y aquí estoy.”

Finalmente, deseó que a sus compañeros les guste lo que vieron e invitó a que si en su tiempo libre realizan otra actividad participen en este programa de “Bajo el Mural”; espera que se den cuenta de que no todo es la medicina y se pueden tener otras actividades.

Pianista Betty Zanolli, una forma anatómica de tocar el piano

El pasado primero de octubre la explanada de Bajo el Mural se vistió de gala con las notas del piano de la maestra Betty Luisa Zanolli Fabila, quien presentó un programa de danzas populares y clásicas.

“El programa de este día —explicó Betty— surgió a partir de que una de las ideas musicales más atractivas que existen para el público: las danzas, y dentro de las danzas no sólo hay bailables, sino también de concierto y cultura popular, que con el transcurso de los siglos fueron adoptadas por la misma corte. Entonces encontramos danzas que el pueblo interpreta y danzas como la Gavota, que forma parte de la aristocracia; en México también existen danzas y la propuesta es presentarlas juntas para que el público las conozca y compare lo que se hace fuera y dentro de nuestro país. El programa incluyó también una parte histórica que corrió de la mitad del siglo XIX hasta los años cuarentas del siglo XX.”

La también doctora en historia, abogada y etnohistoriadora, comentó que toca el piano porque sintió que le correspondía, pues como sus padres también fueron músicos desde pequeña tuvo el acercamiento con el piano, instrumento que existía en su casa desde su infancia, y su abuelo fue quien la acercó a él y comenzó a tocar Las mañanitas y la Marcha de Zacatecas.

“A los 12 años conocí al que fue mi maestro: Leopoldo González Velasco, quien me formó durante casi diez años, y él me enseñó la música desde un punto de vista médico y científico..., mi maestro me hacía hincapié en sentir la función de los ligamentos, los tendones y los músculos cuando tocaba. Él decía que para tocar no es sólo el brazo sino los dedos. De pronto interviene el brazo en los acordes, pero su técnica se basa en neutralizar el tríceps y el bíceps para desarrollar los tendones y al mismo tiempo despertar esos músculos. Ya no era sólo un fenómeno artístico de virtuosismo sino pensar en mover las manos como causa-efecto, donde cada dedo tenía una función. Ese reto de comprender que uno podía tocar al piano no de manera espontánea sino cerebralmente fue lo que me atrajo, y de esa base parto para después agregar el alma.”

Comentó que el piano es uno de los instrumentos más completos, aunque existen el órgano y la orquesta como suma de instrumentos, para ella el piano lo tiene todo: la posibilidad de tocar melodías dulces, agresivas o lentas, y la posibilidad de que física y anímica-mente el intérprete se exprese de la mejor manera.

— ¿Qué pensó cuando la invitaron a este foro?
“Pensé que para mí iba a ser un honor muy grande, porque hace cerca de 30 años tuve el privilegio de acompañar a mis padres en varios conciertos a esta Facultad, cuando mi padre era el director de la orquesta de cámara de la Escuela Nacional Preparatoria. Venía de niña y me emocionaba el ambiente médico, porque aman el arte en todas sus manifestaciones, y entonces pensar en estar en Medicina y que el aire lleve los acordes hacía el resto del campo universitario es algo que no tiene igual.”

— ¿Qué opina de tocar para jóvenes?
“Es la mejor manera de enseñarles a apreciar el arte, fundamental para las nuevas generaciones; es gratificante, y el hecho de que no se les obligue sino que a su paso esté el arte es la manera más subliminal, espontánea y directa para tener la mayor efectividad, pues a quienes toca el arte en el paso de su vida, ya no son los mismos.”