Gaceta Facultad de Medicina UNAM
25 octubre 2004
Facultad de Medicina UNAM

La Facultad de Medicina ante los Retos del 3er. Milenio

 

ENFRENTANDO LA CRISIS EN MEDICINA

El campo de la medicina siempre ha sido agobiante con cargas de trabajo pesado y con responsabilidades de vida o muerte. Pero esta profesión ha sido soportable por ser la profesión más honorable y prestigiante. Aun hoy las paradojas de la práctica médica solo han empeorado un poco. Se práctica la mejor medicina de todos los tiempos con la ciencia y la tecnología más avanzada y el futuro se avizora aun más prometedor y excitante; no obstante, estamos practicando en los peores tiempos de la historia enfrentado crisis en nuestra profesión como nunca antes.

Rita Melkonian (2001) Facing crisis in Medicine. En www.sfms.org

El día del médico —este 23 de octubre de 2004—, se conmemora la fundación del Establecimiento de Ciencias Médicas, en la misma fecha de 1833, por Valentín Gómez Farías, institución que más tarde se convirtió en la Facultad de Medicina; tal día representa un momento oportuno para reflexionar sobre el papel de las escuelas de medicina ante los desafíos del siglo XXI. Representados en el presente por la llamada crisis de la medicina.

La práctica de la medicina es una combinación de ciencia y arte. El papel de la ciencia es claro; tecnología basada en la ciencia es el arma para resolver muchos problemas clínicos. Deslumbrantes avances en métodos bioquímicos y en técnicas de imagen biofísica permiten desentrañar secretos en los espacios más remotos del cuerpo, también son productos de la ciencia las maniobras terapéuticas cada vez más poderosas en la práctica médica.

Pero, destreza solamente, en la más elaborada tecnología de laboratorio y en el uso de la última modalidad terapéutica, no basta para hacer un buen médico. La combinación de conocimiento médico, intuición y juicio define el arte de la medicina, el cual es tan necesario a la práctica de la medicina como una sólida base científica.

De todos los problemas que las escuelas y facultades médicas tienen que atender, el fundamental es sentar las bases para que los médicos egresados de ellas, desarrollen las capacidades para un ejercicio pleno y satisfactorio de la profesión como médicos generales,

Numerosos trabajos han fundamentado ampliamente, que de los problemas que enfrenta el médico el más importante lo representa el cambio que se ha dado en su relación con el paciente. La medicina actual, como profesión, engloba, al menos, cuatro cambios que afectan su autonomía y profesionalismo: la reforma estructural, el financiamiento, la forma de pago y la reforma política.

Cambios en la competencia del médico y la educación médica

Las propuestas de cambios futuros en la educación médica no deben reducirse a las redistribuciones esquemáticas del pasado, que afectaban sin trascendencia los contenidos curriculares, en secuencia y orden de prioridad, sin consecuencias sustantivas en la estructura y naturaleza de la carrera.

En la actualidad, los cambios deben ir más allá. Se debe comenzar por:

  1. Redefinir la misión y visión de las escuelas de medicina y su compromiso con los sistemas de atención a la salud.
  2. Actualizar las responsabilidades de los educadores médicos, definiendo sus perfiles y reforzando la formación de los conductores de la medicina académica del aprendizaje clínico.
  3. Evaluar el potencial e impacto de los medios de información y comunicaciones electrónicas y analizar la participación del alumno en el proceso de aprendizaje, independiente y autónomo de los estudiantes.
  4. Conocer la calidad del desempeño de los programas de educación médica, la utilización real del tiempo en los establecimientos docentes, tales como las instalaciones hospitalarias, la comunidad o el domicilio
  5. Evaluar el potencial, costos y efectividad del aprendizaje a distancia, el hospital virtual en toda su amplitud, la biblioteca virtual, el papel del instructor o tutor en los cursos vía Internet, etcétera.

Sobre todo, hay que tomar decisiones compartidas con los gobiernos y los responsables de las políticas públicas de salud, sobre el número y tipo de médicos que se requiere formar, y definir las características idóneas del alumno que desea emprender el estudio de la carrera de medicina. En la nueva educación médica debemos exigirnos un desempeño más alto y una comprobación continua de la calidad y la eficiencia logradas.

Nuevas direcciones en la reforma curricular

Durante los últimos 25 años las escuelas médicas han tomado seriamente la reforma curricular. Los reportes describen cambios importantes durante la pasada década, tanto en el contenido del currículo médico, como en las estrategias pedagógicas empleadas.

  1. Aprender a hacer, haciendo.
  2. Insertar el currículo en un ambiente de aprendizaje centrado en el estudiante.
  3. Confiar el aprendizaje de valores y conductas al “currículo oculto”, o sea, lo que ocurre en el ambiente en donde se recibe la educación médica.

Prioridades que permanecerán

Los programas de Educación y Capacitación de los recursos médicos profesionales continuarán como la prioridad estratégica más constante. Por ello, las escuelas de medicina avizoran un futuro de continuos desafíos que superará los de los pasados 50 años. Contribuir a atender las consecuencias del envejecimiento de la población humana y evaluar fríamente la avalancha de tecnologías para la salud, debe continuar como la gran oportunidad para cumplir la responsabilidad social que las escuelas médicas tienen con la comunidad.

El humanismo de la profesión y la bioética

El humanismo de la profesión, como espacio moral, se amplía de lo individual a la dimensión social. Los deberes del médico dentro de la bioética desbordan el ámbito de la tradicional deontología médica, para ocuparse de nuevos compromisos de la conciencia profesional, que llevan a un cambio en su capacitación.

Los ideales de la medicina esenciales al espíritu humanístico de la misma, deben buscar los ajustes necesarios para hacer visible un sistema de salud cada vez más costoso, ante la población desbordada en lo financiero y en la capacidad de racionar un uso excesivo de consultas, exámenes y prescripciones, cuyo costo y efectividad es, junto con el éxito, la fuente de inequidad e injusticia.

La necesidad de una reforma permanente al sistema de educación médica

El desarrollo registrado en los últimos cincuenta años ha cambiado la composición de lo que considerábamos la base de los programas de formación de médicos en casi todos los niveles de medicina del país y del mundo; por lo tanto, cualquier cambio que se agregue, tendría que considerarse transicional, pues no se puede plantear una solución duradera a problemas dinámicos de tan alta complejidad.

Hablar del “cambio” en la educación médica nos parece ahora un concepto utópico y limitante. Cambiar un sistema por otro significa, en el mejor de los casos, un trueque que vuelve a dejar las cosas en un estado nuevo, sí, pero rígido y estático hasta un nuevo cambio. El término “transición” parece más adecuado para un proceso dinámico, flexible, atento a su entorno y moldeable de acuerdo con aquellas circunstancia de comprobada validez científica.

La educación, como muchos otros sistemas que han contribuido a la evolución humana, no es, ciertamente, algo que se haga hoy para practicarlo mañana como un hecho acabado. La educación, y la educación médica como uno de sus componentes, es un movimiento continuo que descansa en principios sólidos y probadamente efectivos, pero que requiere un ingrediente vital, la visión y espíritu de misión de educadores intuitivos, perspicaces y observadores profundos de la cambiante realidad que nos rodea.

DR. JOSÉ RODRÍGUEZ DOMÍNGUEZ

Bibliografía

  • Rivero Serrano, Octavio. Factores que han modificado la práctica médica. Revista de la Facultad de Medicina, (2002) Vol 4 (5) 258-60.
  • Ludmerer ML. Curriculum Reform 2000: Un análisis (2000). En: The Education of Medical Students: Ten Stories of Curriculum Change. AAMC. Milbank Memorial Fund.