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SERIE DE TV: ENVEJEZCAMOS CON DIGNIDAD ¿Qué es el envejecimiento? Doctora Dolores Ortiz de la Huerta, Durante el mes de junio se transmitió la serie televisiva “Envejezcamos con dignidad” que pretende difundir la cultura sobre este proceso, su significado, los retos que implica el envejecimiento saludable y las repercusiones del mismo en la sociedad. Fue producida por la Coordinación de Universidad Abierta y Educación a Distancia, en colaboración con la Facultad de Medicina. Se transmitió a través de la Barra Mirador Universitario por el canal 22 y el 16, de la Red Satelital de Televisión Educativa (Edusat) y la serie la constituyen cinco programas que abordaron diversos aspectos del envejecimiento, con la participación de académicos universitarios de diferentes facultades, escuelas e institutos de la UNAM. Este conjunto forma parte de las actividades del Seminario Permanente: Los Retos del Envejecimiento Saludable, que se desarrolla en la Universidad bajo la iniciativa y coordinación de la FM. El seminario ha convocado a diversos universitarios que están trabajando en el área del envejecimiento, así como a otros profesionales que representan diferentes sectores de la sociedad. Busca impactar en la docencia, la investigación y la difusión de la cultura. La conducción y coordinación académica estuvieron a cargo de la doctora Dolores Ortiz de la Huerta, coordinadora de Salud del Anciano del Departamento de Salud Pública y del seminario permanente mencionado. En esta primera sesión se trató el tema: “¿Qué es el envejecimiento?” Estuvieron como invitados los doctores Luis Miguel Gutiérrez Robledo, jefe del Servicio de Geriatría del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición “Dr. Salvador Zubirán”, y Luis Alberto Vargas Guadarrama, del Instituto de Investigaciones Antropológicas de la UNAM, así como la maestra en psicología Patricia Meraz Ríos, jefa de la División de Educación Continua de la Facultad de Psicología de la UNAM. El envejecimiento corre paralelo a la vida, es parte de ella. La vejez se refiere a la última etapa. Cada individuo vive un proceso diferente al envejecer, por lo que este hecho nos debe llevar a replantear nuestra vida y a ser constructivos. La vejez no es más que el resultado final de un proceso (envejecimiento) que se inicia, incluso, antes de la concepción, ya que las condiciones de salud de la futura madre fijarán el desarrollo del feto, así como el entorno que rodea al individuo desde su nacimiento y semanas después, lo cual será determinante en la calidad de vida que tendrá más adelante. La mayor parte depende de nosotros, es decir, más importante que lo genético es la manera como cuidamos nuestra salud (estilo de vida). Ésta es la clave para mantenernos funcionales y en salud, y llegar a la vejez disfrutando de una buena calidad de vida. Vivimos un cambio demográfico constante; en la cultura prehispánica apenas tenían un ciclo de 52 años, y el día de hoy esa cantidad de años representa una edad madura, pero no “vejez”. Durante el Renacimiento decir un “senecto” era un insulto (aunque lo eran a los 40 años). ”Vejez” debe ser un término neutro, pero los estereotipos lo han marcado como sinónimo de dependiente, no funcional, fuera de moda, e incapacitado laboral, social y económicamente, por lo que debemos tratar de romper con estas ideas. El envejecimiento obedece a diversos factores: biológicos (genéticos), socioeconómicos y psicológicos (cognoscitivos y afectivos). La vejez es un momento cronológico de la vida, el ser viejo también conlleva una carga positiva: conocimiento, sabiduría, experiencia; todo radica en los aprendizajes adquiridos y en la forma de vida que ha llevado cada persona. El aspecto psicológico también es determinante al envejecer, ya que durante la vida se van acumulado experiencias y conocimientos, lo que representará un sentido o razón de vivir, de trascendencia por el actuar, de dejar huella en el mundo. En esta edad debemos buscar ser funcionales y dinámicos, además de mantener activo lo cognoscitivo y lo afectivo, que dará como resultado un ser pleno, aunque uno no sea por completo autosuficiente físicamente. Hasta hace poco, todavía en algunos lugares, el ser viejo era sinónimo de prestigio, de conocimiento, de guía; hoy esto se ha ido perdiendo. En las grandes ciudades la violencia en contra de los ancianos ha incrementado y a muchas familias les parecen un estorbo. Estos cambios han sido, en parte, por las necesidades económicas y productivas que han modificado los papeles en las familias. La mujer, quien se encargaba tradicionalmente de cuidar tanto a los hijos como a los abuelos, ahora ha salido de su casa. El problema radica en que no se ha reivindicado el lugar del anciano dentro de la familia. Lo que se pretende con las sesiones de esta serie es romper y terminar con los mitos y las creencias sociales y culturales equivocadas existentes respecto al anciano. “A pesar de los cambios que se experimentan con el envejecimiento, lo positivo es permanecer joven mentalmente, tener una mente activa. Es todo un cambio de actitud. Debemos ser conscientes del trabajo que esto cuesta, pero es la única forma de obtener calidad de vida al envejecer”, concluyeron los invitados. |
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