MACROPROYECTO EN LA FM La FM realiza estudios sin precedentes
en México sobre la
Con objeto de generar soluciones para el país en materia de salud, ambiente, energía, tecnología y computación, prevención y tratamiento de adicciones, así como en las ciencias económicas, políticas y sociales, la Universidad creó el Programa Transdisciplinario en Investigación y Desarrollo para Facultades y Escuelas de la misma, donde participa la Facultad de Medicina como titular del macroproyecto Nuevas Estrategias Epidemiológicas, Genómicas y Proteó-micas en Salud Pública, integrado por seis líneas de investigación. Sobre el tema, la responsable del macroproyecto, doctora Rosalinda Guevara Guzmán, indicó que el objetivo de este esfuerzo es dar respuesta a problemas de salud relevantes, como cáncer cervicouterino y de mama, defectos al nacimiento, tuberculosis, enfermedades fibrosantes, demencia senil y enfermedad de Alzheimer, pero como antecedente comentó que el Programa Transdisciplinario... fue creado por el rector como una resolución a la petición que habían realizado las escuelas y facultades para aplicarles más recursos a investigación con respecto a los institutos, y como resultado se cambió el artículo 8º de la Legislación Universitaria, el cual señalaba que la investigación en escuelas y facultades no era prioritario. “Con este motivo, después de que aparece el Programa Transdisciplinario se abre la convocatoria para que todas las dependencias participen y la Facultad de Medicina ingresa su proyecto con la idea de resolver algunos problemas de salud, como una respuesta a las necesidades de la sociedad en este tipo de problemática y, por eso, se eligieron algunos aspectos importantes, como la tuberculosis, el cáncer cervicouterino y de mama, defectos al nacimiento y enfermedades neurodegenerativas, como el Alzheimer y la demencia senil. Asimismo, hace poco se incorporó otra línea sobre aspectos genómicos de enfermedades fibrosantes de hígado, pulmón y páncreas. Con esto se da una gama amplia del tipo de investigación que realizamos.”
Precisó que con este tipo de proyectos se podrán llevar a cabo diagnósticos tempranos sobre dichos trastornos, así como análisis de los principales grupos afectados, ya sea por edad o género, entre otros factores, incluida la dieta. Se busca hacer un aporte multidisciplinario a la sociedad en áreas prioritarias de salud, ya que es necesario el diseño de programas más adecuados de atención. Mencionó que la entidad responsable de este macroproyecto es la Facultad de Medicina, pero que en él participan también las Escuelas Nacionales de Trabajo Social y de Enfermería y Obstetricia de la UNAM, así como el Hospital General de México e instituciones invitadas, como las Facultades de Ciencias y Química, el Instituto de Fisiología Celular, los Institutos Nacionales de Enfermedades Respiratorias, Perinatología y Neurología. Asimismo, comentó que todas las instituciones participantes hasta ahora son nacionales, pero que no se descarta que en un futuro se puedan agregar algunas extranjeras. Comentó que la idea fundamental de los macroproyectos es que —en un momento dado— algunos puedan coincidir o converger para crear una red, de tal manera que los recursos puedan ser aprovechados al máximo. La también coordinadora de Investigación de esta Facultad consideró que la forma en que el rector ha manejado este programa da lo que es el futuro de la investigación en México. “De alguna manera, en los últimos años la ciencia en México se ha atomizado, se trabajan proyectos individualizados y se dan pasos débiles para lograr una infraestructura o llegar al desarrollo del país. Lo importante es conjuntar recursos humanos y materiales en grandes proyectos con un fin común. Así, un problema puede ser abordado con diferentes visiones, se multiplican los esfuerzos y los resultados van a ser mucho más satisfactorios. En este sentido el rector ha sido visionario y, por lo tanto, creo que le va a dar un gran impulso a la investigación.” Añadió que el país tiene grandes problemas de salud de muchas índoles y en los últimos años hay enfermedades que van a tomar auge, como las neurodegenerativas. Primero, porque las expectativas de vida de la población han aumentado, lo que plantea un problema de salud pública. Como ejemplo, dijo que el mal de Alzheimer se empieza a presentar a la edad de 60 años. “Si una persona va a vivir hasta los 90 años las probabilidades de que tenga Alzheimer van aumentando y el país necesita estar preparado para poder contender con este tipo de enfermedades, que son costosas.” Al ahondar, la académica señaló que la Secretaría de Salud tiene que tomar en cuenta estos padecimientos que van a comenzar a aparecer, así como los cardiovasculares, que están tomando auge, la diabetes, la obesidad, las enfermedades fibrosantes, el cáncer, la tuberculosis… “Hemos tratado de cubrir algunos problemas de salud de la sociedad y creo que la Universidad debe dar una respuesta a lo que la sociedad reclama y solicita.” Respecto a los resultados, por ejemplo, explicó que en el caso de la tuberculosis se intenta desarrollar una vacuna. Con referencia a las enfermedades neurodegenerativas la idea es desarrollar una prueba de olores y patentarla como un diagnóstico temprano. También se está trabajando con trazadores de diagnóstico moleculares tanto en el mal de Alzheimer como en los cánceres cervicouterino y de mama, y patentar estos descubrimientos. Aseveró que en el futuro las perspectivas son ofrecer una solución a la sociedad y prevenir estas enfermedades. Al hacer una evaluación de los proyectos, comentó que en general se lleva avanzado 40 por ciento y que el próximo año se hará una segunda evaluación, donde se definirá si los proyectos siguen. Aseveró que los investigadores que participan son universitarios y otros trabajan en institutos, pero que de alguna manera están relacionados con la docencia porque son tutores de posgrado y los responsables son estudiosos que pertenecen al Sistema Nacional de Investigadores (SNI). Señaló asimismo que el Programa Transdisciplinario aprobó por tres años los proyectos con una posible renovación, pero ello dependerá de la evaluación que realice el comité correspondiente, a lo que agregó: “Se hacen evaluaciones cada año. Se acaba de realizar una en la que se invitó a siete investigadores extrauniversitarios, como fueron los doctores Raúl Mena, del Cinvestav; Fernando Larrea y Sergio Ponce de León, del Instituto de la Nutrición; Carlos Valverde y Carlos Arámburo del Instituto de Neurobiología de Querétaro; Flavio Salamanca del IMSS, y tenemos un evaluador externo, que es el doctor Keith Kendrick de la Universidad de Cambrige, en Inglaterra.” Cabe mencionar que paralelamente la Facultad apoya el macroproyecto de Desarrollo de Nuevos Modelos para la Prevención y el Tratamiento de Conductas Adictivas, que encabeza la Facultad de Psicología. Al respecto, la doctora Guevara refirió que esto es la muestra de la formación de redes de investigación que faltaba en la Universidad.
Para concluir, mencionó que éste es un buen ejemplo de que se está haciendo investigación básica y que se pretende que se aplique en un tiempo corto. Proyecto de Alzheimer Sobre el proyecto de Demencia senil y Alzheimer, del cual la doctora Rosalinda es también la titular, comentó que la idea es abordar la enfermedad para detectarla en forma temprana, por lo que están trabajando en colaboración con la Facultad de Química para desarrollar una prueba de olores y en qué grado no se aprecian. “Se ha reportado en la literatura que las personas dejan de detectar ciertos olores, por ejemplo, el gas doméstico, y en estudios a largo plazo se ha demostrado que empiezan a perder el sentido del olfato al cabo de los años y a desarrollar Alzheimer.”
Explicó que existen pruebas de fragancias en el extranjero que no nos son tan comunes y para ello conformaron una lista de 30 olores nacionales, de donde han seleccionado diez. La lista, por ejemplo, incluye el del cilantro, el orégano, la hierbabuena, la naranja, el limón y las rosas, entre otros. Prosiguió explicando que dicha prueba se aplicará en personas de 60 años en adelante, sin que hasta ese momento tengan ningún deterioro cognoscitivo, y se les aplicará nuevamente a los seis meses. Añadió que si se encuentra que alguno de los olores ya no son percibidos se les dará seguimiento para ver si a largo plazo desarrollan la enfermedad. Asimismo, informó que van a trabajar con técnicas cromatográficas para determinar niveles de aminoácidos y ver si hay una asociación con la pérdida de la percepción de olores, para contribuir así con los trazadores de la enfermedad y tener varios abordajes. Hasta el momento, comentó que el cuestionario se ha aplicado en casi todos los estados de la República y no se ha encontrado diferencia. “Así, la prueba de olores que estamos aplicando le es familiar tanto a una persona que vive en el norte como a una en el sur del país”. Respecto al avance de este proyecto, expuso que aún es bajo —de 25 por ciento—, pues van apenas en la aplicación de la prueba y todavía no comienzan a realizar los primeros trazadores moleculares. “La parte de esteroides y aminoácidos se está comenzando, porque el equipo apenas se está adquiriendo. Una vez que lleguen los aparatos vamos a avanzar mientras estamos sacando la relación de las personas que están participando.” Para finalizar, cabe mencionar que en este proyecto intervienen cerca de 30 personas que corresponden a la Facultad, el Hospital General de México, el Hospital Central Militar, las Escuelas Nacionales de Trabajo Social y de Enfermería y algunos centros de día, considerando técnicos académicos, estudiantes de posgrado y licenciatura.
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