Gaceta Facultad de Medicina UNAM
10 octubre 2006
Facultad de Medicina UNAM

90º ANIVERSARIO DE LA FACULTAD DE QUÍMICA

Timothy Hunt, Premio Nobel de Medicina 2001, visita la FM

  • Dicta conferencia sobre las aberraciones cromosomáticas del cáncer

El Premio Nobel de Medicina 2001, Timothy Hunt, utilizó un erizo de mar como sistema modelo para descubrir la existencia de las moléculas ciclinas, proteínas que se forman y degradan durante cada ciclo de la célula. Este descubrimiento le llevó a obtener dicho galardón, explicó durante su conferencia The cell cycle and cancer, dictada el 13 de septiembre pasado en el auditorio “Doctor Raoul Fournier Villada” de esta Facultad de Medicina, como parte de los festejos del 90º aniversario de la fundación de la Facultad de Química.

El doctor Timothy Hunt

Acompañado por el director de la FM, José Narro Robles, y de los doctores Eduardo Bárzana García y Jorge Vázquez Ramos, ambos funcionarios de la Facultad de Química, el doctor Timothy Hunt explicó que su trabajo de investigación gira en torno de las moléculas que controlan las fases del ciclo celular. En el tránsito de una etapa a otra dentro del correcto funcionamiento de los procesos químicos que componen el ciclo de vida de la célula, es necesario que en los complejos de enzimas de cada una de ellas se registren cambios, y aquí es donde entran las células ciclinas, las cinasas dependientes de las ciclinas (CDK) y los complejos que se forman entre ambas (CDK-ciclina).

Varias fases
El ciclo de la célula consiste en varias fases y su duración depende del tipo de célula. En el caso de la mayoría de las de los mamíferos, su periodo de vida oscila entre 10 a 30 horas, y resulta esencial que cada una de las diferentes fases esté coordinada y bajo control, con la finalidad de que, cuando una termine, empiece la otra. Los problemas en esta coordinación pueden provocar aberraciones en los cromosomas o perder alguna de sus partes, colocarse en lugares que no les corresponden o ser distribuidas de manera desigual entre otras células. Este tipo de alteraciones comúnmente se observan en las células cancerígenas, de ahí la importancia del descubrimiento de Hunt y de sus colegas Leland H. Hartwell y Paul M. Nurse, con quienes compartió el Nobel.

En los ochentas del siglo pasado, en la especie Arbacia de los erizos de mar que utilizó como sistema modelo, el científico británico halló la primera ciclina. Más tarde, la encontró en otras especies y descubrió que se han conservado al paso de la evolución. Hoy día se conocen 10 ciclinas diferentes en los seres humanos.

Las proteínas ciclinas son aquellas que localizan, llevan y regulan la actividad de la cinasa, enzima que cataliza la fosforilación de un compuesto orgánico, y que están presentes en tiempos definidos de un ciclo celular para después desaparecer. Por otra parte, los complejos CDK-ciclina dirigen a la célula de una fase a otra, por lo que su dinámica depende, entre otros factores, de la actividad o inactividad de dicho complejo.

Entonces, el doctor Hunt consideró que el cáncer puede ser una enfermedad derivada del ciclo celular, pero no forzosamente, y señaló que, en ese padecimiento, lo que falla es el control de la proliferación celular, cuyo número debe permanecer estático, pero ocurre el descontrol y comienzan a multiplicarse fuera de los parámetros normales.

Aportes a la biomedicina
Los hallazgos de Hunt y sus colegas han resultado significativos en el campo de la investigación biomédica, pero de manera especial en el tratamiento del cáncer, por lo que afirma que es muy probable que las aberraciones cromosomáticas se deben a un ineficiente control del ciclo de las células y que inclusive hay quienes han sugerido que los genes de las moléculas cinasas y de las ciclinas funcionan como oncogenes.

En los tumores humanos con frecuencia se han hallado niveles superiores de CDK y ciclinas, y se ha demostrado también que participan con los genes eliminadores de tumores durante el ciclo de las células. Estos descubrimientos pronto serán aplicados al diagnóstico de tumores, y podrían dar lugar a nuevos principios para la terapia contra el cáncer.

Cabe mencionar que el doctor Hunt fue invitado especial para estos festejos por la Facultad de Química y que dictó además otra conferencia magistral al día siguiente, titulada Control of cell cycle transitions: Getting in and out of mitosis, en dicha Facultad.

Introducción
En otro momento de la conferencia y en su oportunidad, el doctor Eduardo Bárzana García, director de la Facultad de Química, comentó que desde su fundación ha participado de manera relevante en las diversas etapas del desarrollo industrial del país y ha contribuido a la consolidación de la investigación en México, y en particular de la UNAM, en diversas áreas y disciplinas.

Dijo que inició como una pequeña escuela de química industrial y que durante estos 90 años se consolidó como un importante centro educativo y de investigación en México. La mejor muestra de ello son sus egresados, quienes se han desempeñado exitosamente en posiciones varias como directores de empresas importantes.

“En este sentido, como la docencia es nuestra responsabilidad fundamental, hemos aportado alrededor de 35 mil profesionistas y mil 500 posgraduados que se han insertado en los espacios propios de la química, o en otros campos del conocimiento y la práctica profesional donde confluye la multidisciplina. Entre éstos, destaca la atención de la salud humana en sus diversas facetas, para lo cual, y como ejemplo de las acciones tomadas por la Facultad, el nuevo programa de estudios de la carrera de químico farmacéutico biólogo da un énfasis especial a la adquisición de conocimientos y experiencias de la química y de la bioquímica clínicas, fundamentales para desarrollar el trabajo que se requiere en el sector clínico. Tal modificación permitirá aportar el recurso humano especializado para la integración de los grupos multidisciplinarios que laboran en instituciones del sector salud. Esto representa para nosotros una importante interfase con la muy querida Facultad de Medicina.”

Mencionó que en términos de la investigación científica, la Facultad de Química ha conformado cuerpos académicos e infraestructura del mejor nivel que desarrollan, desde los puntos de vista bioquímico y molecular, proyectos básicos que buscan entender problemáticas específicas de la salud, como: diabetes, alteraciones hormonales, problemas de desarrollo, enfermedades hepáticas o cardiacas, o los mecanismos de proliferación celular.

También desde el punto de vista químico, afirmó que se trabaja en líneas de investigación orientadas a desarrollar sustancias con propiedades anticancerígenas y, de hecho, académicos de la Facultad han creado productos químicos que podrán, en un futuro no muy lejano, estar presentes en el mercado, a lo que agregó: “De este potencial surgen nuevas iniciativas apoyadas por la administración del rector, Juan Ramón de la Fuente, y por el doctor José Narro, que permitirán en un corto tiempo participar en proyectos conjuntos de investigación y contar con equipos avanzados y modernos en un esquema de uso compartido entre la Facultad de Química y la de Medicina.

“Por lo tanto, el cáncer es uno de los grandes retos de la investigación; en su más amplio contexto, hemos considerado que representa un punto fundamental de referencia de nuestro trabajo académico, y con una visión clara de nuestro quehacer futuro y nuestras interrelaciones con otras entidades académicas. De ahí, el motivo de incluir en los eventos conmemorativos a uno de los íconos de la investigación sobre los procesos moleculares cuya desregulación puede provocar el desarrollo del cáncer, el doctor Timothy Hunt.”

El cáncer es producto, añadió, entre otras causas, de una proliferación descontrolada de células o tejidos específicos. Fundamental para que una célula prolifere y se forme un tejido es la puesta en marcha del ciclo celular, esto es, de la serie de mecanismos moleculares que permiten que las células se multipliquen.