Gaceta Facultad de Medicina UNAM
25 noviembre 2006
Facultad de Medicina UNAM

 

2º CONGRESO ACADÉMICO DE LA FACULTAD DE MEDICINA

Profundo análisis de la educación médica en el campo clínico

  • Expertos se reunieron en una mesa redonda para analizar el tema
  • Coinciden en la necesidad del trabajo conjunto entre el campo clínico y las instituciones educativas
Importantes autoridades se reunieron a debatir sobre el campo clínico y el papel de las instituciones educativas

Con la finalidad de revisar la situación actual de los campos clínicos y la educación médica, y proponer modificaciones que permitan mejorar la competencia clínica en los alumnos, se llevó a cabo, dentro del marco del Segundo Congreso Académico doctor Roberto Kretschmer Schmid de esta Facultad de Medicina, la mesa redonda titulada “La educación médica en el campo clínico”, donde participaron expertos en el tema, quienes con su vasta experiencia y amplia trayectoria profesional han intervenido en los aspectos formativo, administrativo y de vigilancia, así como control de los campos clínicos.

El primer consenso fue la definición y el primer argumento fue del doctor Octavio Castillo y López, presidente del Consejo Mexicano para la Acreditación de la Educación Médica, A. C. (COMAEM), quien señaló que la clínica, en su concepción original, sirve para conocer la realidad de la enfermedad y se recoge al lado del paciente, integra un conjunto de casos donde se compara y se decide analógicamente darle nombre a cada padecimiento, es decir, se hace un diagnóstico. “La clínica es un método de llegar al conocimiento médico basado en la experiencia acumulada.”

Por su parte, el doctor José Juan Ortega Cerda, director de la Facultad de Medicina de la Universidad La Salle, precisó que es muy importante que las escuelas y facultades de medicina den el valor absoluto que tiene la clínica en el ejercicio de la práctica diaria a fin de que los alumnos sepan el camino correcto para tratar a los pacientes. “Esta área de la enseñanza de la medicina es fundamental para la formación del médico.”

A manera de conclusión, el doctor Joaquín López Bárcena, secretario general de esta Facultad, recogió lo expresado por el panel y lo definió como un “conjunto de valores, conocimientos, habilidades y destrezas que permiten al médico entablar una relación médico-paciente efectiva y empática, y que procura y mantiene la salud de todos los pacientes”.

Al hablar de campo clínico, citaron la Norma Oficial Mexicana que indica que es el establecimiento para la atención médica del sistema nacional de salud, o bien, alguna de sus áreas o servicios que cuenta con las instalaciones, equipamiento, pacientes, personal médico, paramédico y administrativo, que conforman el escenario educativo para desarrollar programas académicos del plan de estudios de la licenciatura en medicina.

El doctor Ortega precisó que es muy importante que el hospital tenga vocación de enseñanza para que el alumno, junto con el profesor, sepa la manera de analizar al paciente, interrogarlo, explorarlo y concluirlo, definición que Castillo y López completó al explicar que la clínica es un método de adquirir conocimiento, y el campo clínico no sólo es el hospital, sino cualquier lugar donde los futuros médicos puedan adquirir el conocimiento, clasificar las enfermedades y realizar el diagnóstico.

Detalló que desde su punto de vista, el campo clínico debe cumplir con algunas características: 1) ayudar a la escuela a alcanzar sus objetivos, es decir, integrar el conocimiento médico, para lo cual la primera condición es que cuente con enfermos; 2) ofrecer condiciones adecuadas para los estudiantes, pero además respetar la condición de la persona enferma; 3) contar con los elementos tecnológicos necesarios para diagnosticar los padecimientos que son prevalentes en el entorno propio de la escuela, y 4) ser adecuadas a nuestra realidad socioeconómica y cultural.

Por su parte, el doctor Enrique Romero Romero, jefe de la División de Programas Educativos de la Coordinación de Educación en Salud del Instituto Mexicano del Seguro Social, explicó que los campos clínicos son unidades médicas orientadas a la curación, a la rehabilitación y a la medicina preventiva, por ello, sentenció, “deberían considerarse aquellos espacios donde se puede hacer prevención y diagnóstico oportuno”.

El también coordinador de la mesa, doctor López Bárcena, refirió la necesidad de ampliar la definición de campo clínico para abarcar el campo virtual o con simuladores, además de los pacientes enfermos y los sanos.

En su intervención, el doctor Enrique Ruelas Barajas, subsecretario de Innovación y Calidad de la Secretaría de Salud, analizó el concepto de la Norma Oficial y dijo que en ella se observan algunas palabras claves que es necesario precisar, primero habló de la atención médica que, dijo, es la que se brinda al individuo para preservar su salud y mejorar sus condiciones de enfermedad, y campo clínico no sólo es el campo donde hay enfermos, debe ser un sitio idóneo para el aprendizaje de la clínica, a lo que el doctor López Bárcena refirió que es importante incluir sitios que propicien la formación en el aspecto preventivo y de fomento a la salud, y que además se tome en cuenta la congruencia de los lugares donde se realiza la formación con los sitios donde se va a llevar a cabo el ejercicio profesional.

Debido a la importancia de la clínica en la enseñanza, los expertos señalaron la necesidad de establecer un vínculo ideal para el aprendizaje de la misma, en el que la mayoría de las escuelas de medicina establezcan apoyos y convenios con otras instituciones para lograr con éxito este trabajo conjunto.

De este tópico habló la doctora Marcela González de Cossío, subdirectora de Educación Médica e Investigación del Centro Médico Nacional “20 de noviembre”, del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales para los Trabajadores del Estado (ISSSTE), quien señaló que ha habido importantes avances en este campo con el establecimiento de convenios, pero que hace falta tener dinamismo y precisión en los campos clínicos con la preparación de cursos y el seguimiento y actualización de información.

En esta mesa, presidida por la doctora Sara Morales López, coordinadora de Ciencias Básicas de esta FM, el doctor Romero Romero señaló que los campos clínicos de las escuelas y facultades de medicina están en las instituciones de salud y el surgimiento de muchas escuelas de medicina ha traído consigo la saturación de los campos clínicos, situación en la que, dijo el doctor Ortega, trabaja la SSa mediante la certificación de escuelas para regular el acceso al campo clínico. “Es injusto para los pacientes y los estudiantes que se les ofrezca una carrera de medicina sin tener acceso a donde atender medicina, y la medicina no se puede aprender nada más en el aula o en el laboratorio; por ello es importante entender las responsabilidades y obligaciones de cada parte.”

Asimismo, el doctor Ruelas afirmó que falta en la Norma especificar qué debe contener el convenio y estipular no sólo las responsabilidades y obligaciones, sino las destrezas que se deben desarrollar.

Tras escuchar los argumentos y puntos de convergencia entre los expertos, el doctor López Bárcena precisó que todos los aspectos normativos, académicos, operativos y laborales son importantes; afirmó que ya que se había tratado el tema del establecimiento de convenios y de los requisitos que debía cumplir el campo clínico, era necesario determinar si existen indicadores específicos que permitan garantizar y dar respuesta satisfactoria a los objetivos educativos planteados en los planes de estudio.

Explicó la necesidad de garantizar en los alumnos la destreza para desarrollar técnicas y diagnosticar padecimientos, y para completar el cuadro de participantes, pidió al doctor Santos Guzmán López, subdirector de Estudios de Pregrado de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL), que explicara a los asistentes la forma en que se ha llevado a cabo el trabajo conjunto entre la institución educativa y el campo clínico propio de la UANL, a lo que el doctor Guzmán respondió que tienen un modelo que ha favorecido la formación del médico, ya que el doctor es el mismo en la práctica y en la teoría. “Los centros y la escuela debemos tener responsabilidad compartida porque son alumnos nuestros, pero la institución educativa y de salud debe conocer los planes de estudio, los objetivos, y definir claramente conceptos que debe reunir el campo clínico, ya sea el nuestro o los otros con que hay convenio.”

Precisó que uno de los aspectos más importantes es la reunión de habilidades, competencias y destrezas en el alumno bajo supervisión, así como la evaluación e integración de la teoría con la práctica en el campo clínico. “Los campos clínicos académicos son esenciales por interés para hacer las cosas de lo que se hace diariamente en la medicina, así como lo que se enseña a los futuros médicos. Deben tener instalaciones físicas con equipamiento tecnológico adecuado.”

El doctor López Bárcena reconoció que un elemento importante es el profesor, que debe tener gusto y disposición para la enseñanza.

Para finalizar la mesa en la que el doctor José Rodríguez Domínguez, coordinador del Centro de Colaboración Facultad de Medicina Organización Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud de la UNAM fungió como secretario, el doctor López Bárcena dio la palabra a cada uno para hablar con relación a la certificación de la garantía de campo clínico desde el punto de vista educativo, de los profesores y de los derechos de los pacientes, vinculado con la responsabilidad legal.

El primero en tomar la palabra fue el doctor Ortega Cerda, quien apuntó que es obligación de la entidad educativa hacer un análisis puntual de si el campo clínico cumple con sus requerimientos: “Sin duda, en el campo clínico, el punto fundamental en la enseñanza porque es el mejor lugar para aprender el humanismo. La ética está en la cabecera del enfermo.”

Por su parte, el doctor Ruelas dijo que es muy importante reconocer cuáles son las destrezas que deben atender los alumnos durante su paso por los hospitales.

Asimismo, el doctor Castillo apuntó la importancia de regular la actuación de los residentes y buscar el ingreso de los maestros de las facultades de medicina en los hospitales. Además, dijo, es definitivo que el indicador de calidad de un hospital es la existencia de programas establecidos de educación.

Finalmente el doctor López Bárcena reconoció que el tema tratado requiere revisión permanente y con participación directa de las instituciones educativas y de salud para lograr un mayor beneficio en la formación de los alumnos.