Gaceta Facultad de Medicina UNAM
25 noviembre 2005
Facultad de Medicina UNAM

III Curso Internacional

En aumento las enfermedades broncopulmonares producto del trabajo

  • La bronquitis industrial ocupa el primer lugar
  • Imparten el curso expertos mexicanos y de Cuba
La doctora Martha Méndez Vargas, profesora titular del curso durante su exposición

Las enfermedades pulmonares ocupan el primer lugar de todas las patologías que en el país son derivadas de la relación con el ambiente de trabajo. Hasta el año 2000 los padecimientos que se presentaban en primer lugar eran las neumoconiosis, pero la bronquitis industrial va en aumento debido al incremento de nuevas sustancias químicas.

Prácticamente cualquier agente químico que se exponga en forma de polvo, humo, gases, vapores, rocíos o neblinas puede producir bronquitis, aunado a otros elementos que pueden agravarlo, como el tabaquismo y la contaminación ambiental, explicó en entrevista la doctora María Martha Méndez Vargas, especialista en medicina del trabajo y neumología ocupacional.

Luego de la inauguración del Tercer Curso Internacional de Fisiopatología Pulmonar y Enfermedades Broncopulmonares de Trabajo, efectuada el pasado 7 de noviembre en las instalaciones de esta Facultad de Medicina, enfatizó que además de ese padecimiento, comienzan a aumentar su presencia la fibrosis pulmonar y el asma de trabajo.

Si se considera que el pulmón es un órgano que está diseñado para respirar aire (compuesto de oxígeno, nitrógeno y vapor de agua, sus tres elementos básicos), es evidente que todo lo que respiremos que no sean esos tres elementos es potencialmente dañino al árbol respiratorio, pero aún lo es más la exposición frecuente y prolongada a factores de riesgo, acotó el doctor Andrés Eduardo Soto de la Fuente, experto en fisiología pulmonar de trabajo.

Ambos especialistas y profesores del Curso apuntaron que las industrias donde los trabajadores tienen mayor riesgo para la salud broncopulmonar son aquellas que manejan disolventes orgánicos, las empresas químicas, las armadoras de autos y la industria del cemento, por el uso y manejo de agentes que pueden desencadenar enfermedades pulmonares.

También destacaron que aunque la bronquitis es un padecimiento no muy agresivo, repercute de manera contunden-te en la evolución, el pronóstico y la calidad de vida del trabajador; en cambio, la fibrosis pulmonar es una enfermedad que evoluciona de tres a cinco años hacia la muerte. Por esa razón y debido a la falta de estadísticas reales, los médicos deben pensar en la importancia de preservar la salud y hacer estudios epidemiológicos que permitan detectar esos factores de riesgo, porque además de que un trabajador que adquiere fibrosis pulmonar muere, ese hecho tiene una repercusión importante tanto a nivel familiar como social.

Durante el desarrollo de este Curso, los profesores del mismo: Ricardo Martínez Torres, jefe de Neumología de Trabajo en la Planta de Níquel de Moa, y Guillermo Armando Campos Pujal, jefe del Programa de Tuberculosis de Camagüey, ambos de Cuba, así como Méndez Vargas y Soto de la Fuente, analizaron la clasificación de las enfermedades bronco-pulmonares de trabajo.

En este punto, el doctor Soto de la Fuente señaló que el cáncer conocido como mesotelioma pleural es una enfermedad vinculada con el contacto con el asbesto, padecimiento muy agresivo y con evolución a corto plazo.

Además, en esta actividad, efectuada del 7 al 11 de noviembre, los especialistas mexicanos y cubanos abordaron el proceso de salud-enfermedad de principales patologías incluidos la tuberculosis, el cáncer (mesotelioma) y los más importantes procedimientos diagnósticos, conocidos como pruebas de función pulmonar.

En lo que se refiere a diagnóstico, el especialista y promotor científico para América Latina de INSAT de Cuba, Soto de la Fuente, enfatizó que es quehacer de los médicos de empresa dedicarse a la prevención, de ahí se desprende la necesidad de que todo trabajador que intente ingresar a una empresa debe practicarse un chequeo que permita detectar real y objetivamente su estado de salud broncopulmonar, mediante una historia clínica con enfoque especial en el aparato respiratorio, una placa del tórax reciente y, por último, un estudio de la mecánica ventilatoria que se conoce como espirometría (cantidad de aire exhalado).

Una vez que el médico de empresa establece de manera objetiva la correlación entre la clínica, la radiología y la mecánica, tendrá una evaluación concreta de cómo se encuentra el trabajador, y si tiene antecedentes heredofamiliares tendrá un riesgo muy alto; no es un candidato ideal para reclutarlo.

Adicionalmente, la doctora Méndez Vargas apuntó que son los médicos de las empresas quienes pueden lograr la prevención y la vigilancia epidemiológica, porque la medicina del trabajo es eminentemente preventiva; son ellos los que pueden hacer programas para evitar estas patologías y, según los que desarrollen, se podrá conservar la salud de los trabajadores.

En cuanto a los estudios de espirometría, Soto de la Fuente agregó que en México se ha avanzado en las ecuaciones de regresión lineal, las cuales se obtienen de población sana, desde el punto de vista clínico, radiológico y funcional, y se consideran las variables: edad, estatura y sexo. Este instrumento, que sirve para valorar la función pulmonar, fue realizado por el grupo de investigación de la doctora Méndez Vargas y ha sido publicado en una prestigiada revista internacional. Mediante él se espera que sean las únicas ecuaciones que se utilicen en el país para valorar de la misma manera los casos que se presentan de enfermedades broncopulmonares de trabajo, esto con la finalidad de evitar que los juicios laborares se extiendan demasiado.

Estos padecimientos son producto del trabajo y los trabajadores tienen derechos: si se demuestra que existe relación causa-efecto entre el agente al que se exponen y la patología que se presenta, se califica como enfermedad profesional y las prestaciones que otorga el Seguro Social son mayores, finalizó la doctora Martha Méndez Vargas, tutora de la maestría en ciencias de la salud (salud en el trabajo), en la UNAM, y profesora titular del III Curso.

En la ceremonia de inauguración, además de los profesores, también estuvieron presentes los doctores Jaime Cervantes Rangel, coordinador de Posgrado y Educación Continua del Departamento de Salud Pública, y Rodolfo Nava Hernández, coordinador de Salud en el Trabajo y del Curso.

Cabe destacar que a esta tercera edición se inscribieron 15 médicos de empresas como: Pémex, Comisión Federal de Electricidad, ISSSTE, IMSS y el Instituto de Investigaciones Eléctricas y Transportación Ferroviaria Mexicana, quienes tuvieron la oportunidad de conocer y analizar los procesos de salud-enfermedad de las patologías pulmonares de trabajo, algunas técnicas de valoración diagnóstica y las prestaciones a que tienen derecho los trabajadores que enferman.