Efemérides médicas
de noviembre
Lic. Gabino Sánchez Rosales
Departamento de Historia y Filosofía de la Medicina
1 de noviembre 1995
La Comisión Tripartita para el Fortalecimiento del Instituto
Mexicano del Seguro Social entregó al presidente de la República
el documento denominado: Propuesta Obrero-Empresarial de Alianza para
el Fortalecimiento y Modernización de la Seguridad Social, que
entre otras cosas señalaba que el Instituto debía “renovarse
para evitar su colapso financiero y garantizar en el futuro su capacidad
de brindar mayor protección”, así como reformar
a profundidad sus esquemas de financiamiento, partiendo del reconocimiento
de la vulnerabilidad de su situación y de que en esos tiempos
era claramente inconveniente incrementar las cuotas obrero-patronales,
siempre que se contara con una mayor participación de recursos.
2 de noviembre de 1851
Nació en la ciudad de Aguascalientes Jesús Díaz
de León, quien en 1876 obtendría el título de médico
cirujano en la Facultad de Medicina de la ciudad de Guadalajara. En
1884 el doctor Díaz de León, junto con otros médicos,
como Manuel Gómez Portugal, publicaría en Aguascalientes
la revista llamada El Instructor, periódico científico,
literario y de avisos, que en sus páginas ofrecería variada
información científica, entre la que destacaba la relacionada
con la medicina de la época. Díaz de León y Gómez
Portugal, en 1888, publicaron un completo estudio higiénico titulado:
Apuntes sobre la higiene de Aguascalientes.
5 de noviembre de 1582
El doctor Pedro López, cerca del lugar donde se pesaba
la harina de trigo en la ciudad de México, próxima a la
iglesia de la Veracruz, en la casa que fue de Martín de Olarte,
fundó el Hospital de los Desamparados con el fin de que en él
se recogieran tres géneros de gente que en ningún hospital
querían curar: mestizos, mulatos, negros libres o esclavos. También
indicaba que en ese hospital se podían curar los españoles
desamparados, así como los niños huérfanos, desamparados
de sus madres, los “cuales se criaban a costa de la casa, y otros
a costa de “personas de caridad”.
7 de noviembre de 1797
En la Universidad Real y Pontificia de México, por jubilación
del doctor José Ignacio García Jove, tomó posesión
de la cátedra de Prima de Medicina el doctor Joaquín Pío
de Eguía y Muro.
8 de noviembre de 1808
La Real Junta de Votos eligió al bachiller Ignacio Cárdenas
como catedrático regente de Prima de Medicina en la Real y Pontificia
Universidad de México.
9 de noviembre de 1829
El Congreso Constitucional del Estado de Michoacán decretó
que a la “mayor brevedad posible” se estableciera en Morelia,
en “honor de su digno hijo, benemérito de la patria, ciudadano
José María Morelos, una cátedra de medicina dotada...
con quinientos pesos anuales”, abonándosele al catedrático
doscientos cincuenta pesos para instrumentos, utensilios y demás
gastos del establecimiento; entre los pretendientes se nombró
al más apto, cuya calificación se hizo oyendo al Protomedicato,
y se prefirió en igualdad de conocimientos a los ciudadanos del
Estado. Al año siguiente se abrió la cátedra, que
fue ocupada por el doctor Juan Manuel González Ureña,
quien al darse cuenta de la carencia de textos sobre el “estado
actual de la ciencia”, se puso a escribirlos él mismo.
11 de noviembre de 1923
Cerca de Chapultepec, Frederic W. Adams, presidente del Comité
del Sanatorio y representante de lord Cowdray en México,
declaró inauguradas las instalaciones del Sanatorio Cowdray,
conocido entre la población de la ciudad como Hospital Inglés.
25 de noviembre de 1922
Como parte de la lucha antivenérea efectuada por el
gobierno del general Álvaro Obregón, y con el interés
de proteger a la población de la ciudad de México, se
inauguró el segundo dispensario antivenéreo en la calle
de Arcos de Belén Núm. 83, con un horario de consulta,
“solamente para personas del sexo masculino”, de 13 a 16
horas.
26 de noviembre de 1584
Lázaro Blanco, teniente y alcalde mayor de la ciudad
de Compostela, en el Nuevo Reino de Galicia, Nueva España, en
cumplimiento a la memoria e instrucción solicitada por el rey,
por medio de la Real Cancillería del Reino de Nueva Galicia,
informó que en la ciudad de Compostela, conforme a la relación
solicitada, señalaba que era muy sana y no se conocía
en ella enfermedad propia. Los indios, sabido de sus enfermedades, decían
que eran catarro, viruelas, a su tiempo calenturas, y que cualquier
enfermedad, en general, se curaba con el “picite”, que en
España llamaban “beleño”, y el copal, resina
de un árbol, olorosa. Con estas cosas se curaban de sus enfermedades.
29 de noviembre de 1905
Por decreto fueron ampliadas las partidas presupuestales correspondientes
al ramo de Beneficencia Pública con el fin de hacer reparaciones
en los edificios hospitalarios, construir talleres en las correccionales
y comprar muebles, instrumentos y útiles en todos los establecimientos
a cargo de dicha Beneficencia, pero en particular para el Hospicio de
Niños, donde se construyó un departamento de talleres.
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