Gaceta Facultad de Medicina UNAM
25 noviembre 2004
Facultad de Medicina UNAM

Analizan en la Facultad de Medicina
la formación del médico y su desempeño profesional

  • El objetivo: contribuir a la revisión del Plan de Estudios de esta dependencia

“En México, en 35 años, se han adiestrado alrededor de 250 mil médicos y es probable que de acuerdo con la tasa de mortalidad, se cuente actualmente con 220 mil en todo el país, esto es, uno por cada 470 habitantes, donde existen poco más de 80 escuelas de medicina que en total preparan a más de 77 mil médicos en el pregrado, 16 mil de ellos en el primer año, y egresan cerca de 11 mil”, reconoció el doctor José Narro Robles, director de la Facultad de Medicina, al concluir los trabajos del seminario “La formación del médico en México y la perspectiva de desempeño profesional”, actividad que reunió a 18 expertos provenientes de universidades e instituciones de salud nacionales y extranjeras, así como a sociedades científicas, que durante tres días dieron a conocer y analizaron diferentes planes de estudio de la carrera de medicina y la congruencia de la competencia profesional del egresado.

Invitados especiales y asistentes al seminario

Enlazados en videoconferencia desde el auditorio principal de esta Facultad con las Universidades Michoacana de San Nicolás de Hidalgo; Juárez Autónoma de Tabasco y Autónoma de Yucatán, con la presencia en la mesa de honor de los doctores José Paz Bouza, decano de la Facultad de Medicina de la Universidad de Salamanca, España; Donald Boudreau, decano asociado de la Facultad de Medicina de la Universidad de McGill, Canadá; José Venturelli, catedrático de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad de McMaster, Ontario, Canadá; Ramiro Jesús Sandoval, director de la Escuela de Medicina de la Facultad de Estudios Superiores Iztacala, UNAM, y Francisco Javier Guerrero, director de la Facultad de Medicina de León de la Universidad de Guanajuato, José Narro Robles dio la bienvenida a los participantes.

Asimismo, en esa primera intervención expresó que con la reunión de expertos en el campo de la educación médica y los servicios de salud se avanzará en la revisión del Plan de Estudios de la carrera de médico que imparte esta institución educativa, toda vez que con el conjunto de elementos que surjan de esta actividad se podrán fundamentar algunas reflexiones y propuestas que analizará el H. Consejo Técnico de la FM.

Por su parte, el doctor Joaquín López Bárcena, secretario general de la Facultad de Medicina, en entrevista con este medio, al hacer una recapitulación de la actividad académica, expresó que el primer paso en un proceso de revisión es conocer cómo están integrados los planes de estudio de otras instituciones, tanto en nuestro país como fuera de él, qué metodología educativa están utilizando y cuáles son los logros que han tenido.

Con esta idea se generó la posibilidad de realizar el seminario, cuyo objetivo fue analizar diferentes planes de estudio de la carrera de medicina y la congruencia de la competencia profesional del egresado de estos planes con las necesidades de salud de la sociedad mexicana “... en un entorno globalizante, del cual no nos podemos sustraer y que avanza a una velocidad vertiginosa”, indicó.

Con un plan de estudios de 10 años de antigüedad, en la FM es imperativo realizar una actualización del programa académico. “Esto no quiere decir que se cambie sustancialmente, lo que se pretende hacer es valorar qué debe modificarse y qué no. Por supuesto requerirá un análisis más profundo para llevar a cabo cambios más paulatinos a mediano y largo plazos. El Plan de Desarrollo, implementado en la Facultad de Medicina a diez años, es uno de los marcos referenciales más importantes, junto con el Plan de Estudios que sirve como elemento fundamental de revisión.”

López Bárcena consideró que el seminario aportó información muy enriquecedora en general, pero faltó tiempo para abordar algunos temas que requerían mayor profundidad, como es el caso de la metodología educativa; sin embargo se pudieron conocer programas de estudio tradicionales e innovadores, tanto de las universidades nacionales como de las extranjeras. “La diversidad de información que recibimos nos permite tener referencias comparativas y obtener de ellas lo que puede ser aplicable de acuerdo con nuestros recursos y posibilidades.

“Algunas instituciones educativas presentaron diseños curriculares semejantes al nuestro y otros completamente diferentes; todos mostraron buenas características y otras no tan buenas, y en algunos hay más factibilidad de realización que en otros.

“Este seminario permitió revisar el vínculo que tiene la formación del médico con el desarrollo profesional; para esto participaron las diferentes instituciones de salud, como el ISSSTE, el IMSS y la SSa, que son las que ofrecen en su mayoría el campo de trabajo donde se puede desempeñar un egresado de la carrera de médico cirujano.”

Con respecto a la oferta laboral, el IMSS hizo hincapié en que sí existe la posibilidad de contratación. “Todos estamos conscientes de que la mayoría de nuestros estudiantes aspiran a realizar una especialidad médica, pero aquí el problema es que se cuenta con pocos espacios.”

Informó que en la actualidad egresan de la FM entre 700 y 800 alumnos, éstos se suman a egresados de generaciones anteriores y en total presentan el examen de aspirantes a las especialidades médicas alrededor de 1,500, que sumados a los que lo hace en todo el país, dan una cifra de 20 mil aspirantes, y solamente hay cuatro mil 500 plazas.

“Esto significa un problema en el sentido de que habría que dar respuesta a la pregunta de qué hacen o qué desempeño profesional tienen todos aquellos que aspiran, pero no logran incorporarse a un estudio de especialización. Esto, junto con las ofertas de trabajo, plantea interrogantes a las que tenemos que dar respuesta. La información que recibimos de las diferentes instituciones de salud y el panorama mundial que tenemos actualmente en cuanto al desempeño profesional nos dan elementos para que tengamos una reflexión y podamos hacer los ajustes convenientes en nuestro Plan de Estudios, para que los egresados tengan una mayor congruencia con lo que sucede en la realidad”, destacó.

En el seminario se discutieron dos grandes aspectos, por un lado el estado curricular y por el otro las perspectivas educacionales que actualmente se encuentran en análisis, como son, por ejemplo, la competencia profesional, el aprendizaje basado en problemas y el aprendizaje basado en evidencias, “que son las orientaciones pedagógicas que podemos incorporar o reforzar en nuestro Plan de Estudios”.

En el asunto de la competencia profesional, el secretario general de la FM comentó que aún se tiene que trabajar mucho porque es un terreno que no está del todo claro y fue el más discutido durante el seminario, ya que en diferentes instituciones es una orientación educativa que tiene mucha fuerza, “... sin embargo no nos quedó del todo clara la conformación de estas competencias en el área médica. Este aspecto se tiene que trabajar aún más porque es motivo de análisis, en la FM ya existe un grupo que se encuentra trabajando en este asunto.”

Otro tema que se analizó durante el foro académico fue la acreditación de las escuelas de medicina, así como los estándares que están establecidos a nivel nacional por el Comité Mexicano de Acreditación de la Educación Médica (Comaem). El doctor López Bárcena informó que la FM fue acreditada en dos ocasiones por el organismo, la primera en 1997, y recientemente la recibió en 2003. “Si bien es cierto cumplimos satisfactoriamente con estos estándares, no quiere decir que ahí nos debemos quedar y ya, sino al contrario, reforzar aquellos en los que sentimos hay cierta debilidad, y sobre todo innovar y buscar otras opciones que permitan dar a nuestros alumnos mayores oportunidades de aprendizaje y una mejor perspectiva de desempeño profesional.”

—¿Cuáles fueron los planteamientos más relevantes de las universidades extranjeras que participaron en el seminario?
“Uno de ellos —que es importante— es el caso de España. Las escuelas de medicina de España están actualmente homologadas y se encuentran en un proceso de incorporación de homologación con toda la Comunidad Económica Europea (CEE). Aquí estamos hablando de dos niveles de homologación: uno nacional y otro internacional.”

Comentó que las escuelas españolas cuentan con una plataforma curricular similar en todas y a ésta se le añaden asignaturas o módulos que consideren —cada una de ellas— que pueden ser convenientes para la formación de sus alumnos, pero todas tienen que cumplir un “mínimo”, y ello es lo que permite la homologación. Se maneja con base en créditos educacionales, actualmente operan con una cifra de 500, cada uno significa 10 horas, pero ahora que se incorporen a la CEE tiene que modificarse esto y adaptarse al crédito europeo.

Consideró que la homologación es un asunto relevante, “ojalá que aquí en el país avancemos en ese sentido; una de las intenciones es que la Facultad de Medicina de la UNAM pueda contribuir de manera significativa en esta iniciativa de homologación”.

Por el contrario, en el caso de las universidades canadienses no hay una intención de homologación, se enfocan a modalidades educativas muy diferentes. Una muy innovadora, como sucede en las Universidades de McMaster y de McGill, está encaminada a que el alumno dirija su propio aprendizaje, fomentando la capacidad de autoenseñanza de manera independiente y constructiva. “Estas instituciones han avanzado en este campo —con estilos diferentes desde el punto de vista educativo— logrando un resultado similar en ese sentido. Ambos modelos están centrados en el alumno, pero los dos casos nos indican algo muy importante, como el hecho de que cualquier modificación de esta magnitud requiere indispensablemente un cambio en el profesorado.”

López Bárcena aseguró que mientras los profesores no modifiquen sus estrategias educacionales es muy difícil lograr estos ajustes, ya que la enseñanza tradicional está más centrada en el profesor que en el alumno. El giro hacia el aprendizaje centrado en el alumno requiere de un cambio sustancial; éstos son aspectos relevantes que deben identificarse.

El secretario general de la FM afirmó que la homologación favorecerá la movilidad estudiantil entre las escuelas y los países, y consideró urgente modernizar las estrategias educacionales, lo cual significa “... dar al alumno más herramientas para que pueda construir solo su conocimiento, ya que por la velocidad a la que avanza la información científica —sobre todo en nuestra área— se requiere desarrollar habilidades que permitan al alumno mantenerse actualizado y construir su propio conocimiento.”

Finalmente señaló que este seminario fue un componente más de los que servirán para la revisión del Plan de Estudios. “Evidentemente requiere del trabajo en forma colegiada al interior de la Facultad y en los diversos departamentos con los grupos de profesores, eso es lo que va realmente a señalar los cambios que vamos a realizar”, concluyó.

Clausura
Para cerrar esta importante actividad, el doctor Narro Robles hizo un resumen de los resultados. En el aspecto cuantitativo señaló que entre 1970 y lo que va del presente año en México se han adiestrado 250 mil médicos, y existen más de 80 escuelas de medicina de donde egresan casi 11 mil médicos. Mientras que en lo cualitativo, dijo, el esquema de la educación médica a nivel mundial prácticamente sigue los lineamientos del Reporte de Flexner sobre este tema de Estados Unidos y Canadá, es decir, producimos una educación basada en la enseñanza y la teoría, con grandes volúmenes de información que queremos trasmitir, y sin embargo hay quienes piensan que en el currículo faltan oncología, reumatología y nefrología, para lo cual seguramente se necesitarían más años, horas, material y contenido, que habría que analizar para decidir qué componentes del trabajo del médico general tienen que ver con esas áreas y qué necesidades de la población tenemos que garantizar a los egresados en materia de conocimientos, capacidades y habilidades.

“La educación médica mexicana, de manera global, se identifica por la desvinculación de la enseñanza clínica y básica; estructuras departamentales incompletas y desvinculadas entre sí; una duración que hay que revisar porque si sumamos los seis o siete años de la enseñanza del pregrado más los cuatro y medio que dura la formación de un residente, tenemos que pensar que tal vez 11 o hasta 15 años de formación médica son o no suficientes, lo cual tenemos que discutir y replantear.

“Además, si consideramos que contamos con una enseñanza clínica basada fundamentalmente en el hospital y de exposición tardía hasta el tercer año; problemas con la evaluación (del aprendizaje, de la enseñanza, del proceso educativo, enorme heterogeneidad entre cursos y en la calidad de la educación, y una limitada investigación, con un hecho adicional que aquí se reconoció, y es que los alumnos en formación, trabajadores en régimen especial, como los considera la Ley General del Trabajo, representan fuerzas de trabajo, y la manera en la que los servicios pueden enfrentar la atención a la población asegurada y no asegurada, son aspectos que también se deben considerar.”

Finalmente el doctor Narro Robles reconoció que de este seminario se desprenden asuntos importantes, pero lo primero es controlar lo cuantitativo sin temor a un cambio de fondo en la manera en la se imparte la educación médica en México; sin embargo, resaltó que no se puede empezar de cero y menos en una Facultad de Medicina con una tradición de 425 años, que cuenta actualmente con 13 mil alumnos, seis mil en el pregrado y más de siete mil en el posgrado, adiestrados por tres mil académicos, pero sí planteamos un ideal muy claro en lo que necesitamos cambiar.

Para lograrlo, dijo, habría que hacer un esfuerzo por centrar la educación médica en el alumno, ya que el aprendizaje es lo fundamental, debemos buscar y preparar a nuestros docentes para que tomen un papel distinto y renovado frente a estas nuevas necesidades que implica el contexto general de la sociedad, y estar conscientes de que el plan de estudios no tiene magia, ayuda tener uno bueno, contribuye tener una buena organización curricular y buenas estrategias educacionales, pero hay que ver de qué manera tenemos y podemos dar flexibilidad curricular, y abrirnos a otras instituciones, universidades y países. “Tenemos que transformar el Plan de Estudios con prudencia y con decisión.”