Gaceta Facultad de Medicina UNAM
25 mayo 2007
Facultad de Medicina UNAM

 

VIERNES ACADÉMICO

Procedimientos diagnósticos en
enfermedades del tubo digestivo

  • Deben integrarse todos los conocimientos aprendidos en el área básica

Dentro de las sesiones académicas de los viernes, y con la finalidad de que los alumnos conozcan de viva voz la experiencia de médicos expertos en su disciplina para facilitar el aprendizaje, se presentó el doctor Sergio Sobrino Cossío quien, en palabras del doctor Joaquín López Bárcena, secretario general de la Facultad de Medicina, es un médico con amplia trayectoria en sus estudios y que ahora se desempeña con un nivel de calidad muy alto.

López Bárcena resaltó la importancia de utilizar los conocimientos del área básica (anatómicos, bioquímicos, histológicos) en el desarrollo profesional y de la anatomía de los órganos, ya que “la aplicación de dichos conocimientos les facilitará, en un futuro, la clínica, y en este momento de su carrera, el aprendizaje”. En este aspecto, señaló que es fundamental entender la diferencia entre “estudiar para aprender y estudiar para pasar los exámenes”; la primera es la única forma de garantizar que ese conocimiento perdure, porque sólo pasar los exámenes no garantiza que durante la práctica tengan los elementos para atender a un enfermo, ya que todos los días, cada paciente, es un examen, “y no hay a quien copiar, lo que obliga al médico a aplicar lo que ha aprendido; si uno aprende de una manera significativa, como en el caso de estas sesiones, difícilmente se olvida, porque ya no es cuestión de memoria, sino de comprensión y aplicación del conocimiento”.

En esta ocasión, durante la sesión integradora se analizaron los “Procedimientos diagnósticos en enfermedades del tubo digestivo”, donde el doctor Sobrino Cossío, médico adscrito a Endoscopia en el Instituto Nacional de Cancerología, recalcó la importancia de estudiar materias como histología, anatomía y fisiología, porque no existe una división en el ser humano, sino que más bien es un conjunto, y “para poder entender y comprender lo que vamos a hacer con el paciente necesitamos integrar conceptos”.

Durante la charla, el egresado de la FM expuso en forma amplia lo que endoscópicamente es normal y no normal o patológico. Precisó que el término endoscopia significa “ver hacia adentro”, lo que permite integrar el conocimiento y llegar a un diagnóstico.

“El arte médico implica que la observación es la herramienta principal, y debemos ser buenos para describir lo que observamos. Es necesario conocerlo y también su terminología para nombrar las cosas de manera adecuada, sobre todo cuando interpretamos; es una obligación saber el límite entre lo que está mal y lo que no. Los conocimientos y la experiencia nos hacen conocer lo que vemos para poder describirlo.”

Apuntó que para hacer un estudio de endoscopia es necesario obtener el consentimiento del paciente e informarle de qué se trata el estudio. Por lo general, es necesario prescribir un medicamento o procedimientos que limpien el área que se va a analizar, para lo cual es importante conocer los antecedentes y las constantes vitales, así como saber qué es lo normal en la frecuencia cardiaca, de acuerdo con las diferentes edades y la presión arterial.

El especialista en gastroenterología por el Hospital General señaló que la endoscopia es una exploración del tubo digestivo por dentro y los distintos tipos de estudios que se realizan para conocer la anatomía digestiva; refirió asimismo la existencia de estudios virtuales que hacen cortes y reconstruyen la anatomía en tercera dimensión.

Con maestría en ciencias médicas, detalló que por medio de este procedimiento se puede ver cómo afecta al aparato digestivo el reflujo gastroesofágico, lo que significa que el ácido que normalmente debería estar en el estómago y para el cual sus paredes están preparadas, va a otros órganos en los que las paredes no lo están, lo que produce síntomas y los daña, como a la laringe.

El doctor Sergio Sobrino Cossío también ha trabajado como médico y como profesor del curso de Especialización en Enfermería Gastrointestinal, y es adjunto del Curso de Endoscopia Gastrointestinal del Instituto Nacional de Cancerología, del Curso Universitario de Endoscopia Digestiva Diagnóstica, y coordinador del Taller en Modelos Biológicos Inanimados para la Enseñanza de la Endoscopia.

Precisó que la pirosis es cuando se sienten las llamadas “agruras”, que es una sensación de quemadura detrás del esternón, y cuando el paciente regresa el alimento es regurgitación, “estos datos clínicos son la base para hacer el diagnóstico de la enfermedad por reflujo gastroesofágico”.

En el auditorio “Doctor Raoul Fournier Villada” explicó a los alumnos asistentes la trascendencia de conocer el espectro de la enfermedad, ya que algunos pacientes muestran síntomas y otros no. “En medicina es importante tener un diagnóstico basado en síntomas, hay que conocer la enfermedad, cómo se presentan los síntomas, cómo revisar el diagnóstico, y contemplar la variabilidad de los pacientes.”

El experto, quien también hace investigación y ha publicado más de 45 artículos, 16 de ellos como primer autor (38 nacionales y 47 internacionales), y tiene 13 coautorías en libros, habló acerca de que los datos de alarma en un paciente pueden ser una hemorragia digestiva, anemia, disfagia, o pérdida de peso.

“Si yo tengo un paciente con datos de alarma, necesito hacerle un estudio endoscópico, que significa pasarle el aparato y revisar el esófago, el estómago, las diferentes paredes, para descartar un daño estructural, ver si hay úlcera, tumor, o algún cambio en el alfombrado del estómago o del esófago.”

Algunas veces se utilizan ciertos tipos de colorantes como lugol, azul de metileno y azul toluidina, que hacen ver el con-traste de las dos alfombras, lo que permite apreciar el daño de la mucosa, si hay rupturas o erosiones. De igual forma, precisó, hay técnicas de magnificación que amplían la imagen, lo que ayuda a apreciar algunos daños que no serían visibles sin esta técnica.

Como editor de la revista Endoscopia, órgano oficial de la Asociación Mexicana de Endoscopia Gastrointestinal, miembro de la Sociedad Médica de los Hospitales General de México y Ángeles del Pedregal, y socio titular de las Asociaciones Mexicanas de Endoscopia Gastrointestinal y de Gastroenterología, el doctor Sobrino habló de las hernias hiatales, el reflujo gastroesofágico no erosivo, la disfagia y su relación con el cáncer, y señaló la importancia de la toma de muestras para continuar con el procedimiento clínico.

Aseveró que las técnicas para combatir los problemas, como la destrucción de tumores, son muy variadas, y van desde la aplicación de sustancias hasta el uso del rayo láser; detalló que la mucosectomia significa hacer cortes en el esófago, estomago o colon para analizar la capa muscular.

La endoscopia no sólo es un método de diagnóstico, sino también permite detener hemorragias, algunas veces provocadas por las llamadas várices. Para ello se utilizan muchos recursos, como las tinciones, el ultrasonido endoscópico, o la endoscopia virtual, que siempre debe ir acompañada de un estudio histológico, el láser, la cirugía, y la aplicación de argón plasma (un gas que coagula y detiene las hemorragias).

“Es importante saber que existen factores que protegen el estómago y otros que lo dañan; para identificarlo, se debe conocer qué pasa con una bacteria en la mucosa, qué pasa cuando la circulación o el aporte de oxígeno a la mucosa del estómago no es el adecuado, qué pasa con el ácido clorhídrico, con la pepsina, con el consumo de ácido acetilsalicílico, qué sucede con esos factores que agreden a la mucosa, así como saber que la mucosa del estómago tiene una integridad que generalmente tiene valoración, factores de crecimiento, una circulación adecuada, una cantidad de moco que protege y una cantidad de sustancias que le permiten un equilibrio entre los factores agresores y los que la protegen”, afirmó

Por medio de imágenes y videos presentó ejemplos de malformaciones, úlceras sangrantes y de tratamientos aplicados a estos padecimientos, y señaló que la estenosis es una estrechez que disminuye la filtración de luz al interior, que puede aparecer en el esófago, el estómago, el colon y las vías biliares, y “dependiendo el segmento va a producir diferentes tipos de síntomas”.

Detalló que cuando el paciente ya no puede ser sometido a cirugía, sea porque está muy mal o cuando, en el caso de un tumor, ya se produjeron metástasis, se pueden emplear dilatadores, sondas, métodos térmicos o no térmicos, o la quema de lesiones, pero lo primero es identificar si la lesión es benigna o maligna.

En un video mostró y explicó el uso de las mallas expandibles que se introducen y que liberan el tracto para que el paciente pueda comer, así como los pólipos que definió como elevaciones circunscritas con superficie irregular, y precisó su tratamiento.

Al término de la conferencia, tras una intensa sesión de preguntas y respuestas, el doctor Raúl Contreras Artime, jefe del Departamento de Vinculación con Programas Institucionales perteneciente a la Secretaría General, entregó al doctor Sergio Sobrino Cossío una constancia por su participación y le agradeció la plática.