Gaceta Facultad de Medicina UNAM
25 mayo 2007
Facultad de Medicina UNAM

 

PRÁCTICAS COMUNITARIAS 2007

Concluyen exitosamente las prácticas anuales de primero y
segundo años con una intervención de educación para la salud

  • Las autoridades de los planteles satisfechas por el trabajo de los alumnos de la Facultad

Durante los días 18, 25 y 26 de abril, 399 estudiantes de segundo año —14 grupos— y 348 de primero —13 grupos— de la Facultad de Medicina concluyeron sus prácticas comunitarias anuales con una intervención de educación para la salud en el Colegio de Ciencias y Humanidades, plantel Oriente, y en seis escuelas primarias de las Delegaciones Coyoacán y Tlalpan, respectivamente.

Cabe mencionar que las prácticas comunitarias son un proyecto institucional, cuya coordinación, por sus características, fue delegada al Departamento de Salud Pública, que se vincula con la Secretaría de Educación Pública (SEP) y la Dirección General del Colegio de Ciencias y Humanidades (DGCCH), y a tres años de su creación se ha enriquecido con nuevos elementos logísticos y de conocimientos dentro del mismo plan de estudios.

Los de primero a primarias
Los alumnos de primer año concluyeron los días 25 y 26 de abril con su práctica comunitaria titulada: “Salud en el escolar: evaluación de la agudeza visual”, para lo cual prepararon actividades en aula, una escenificación y una feria de juegos relacionados con la salud escolar.

Para narrarnos a la Gaceta el trabajo de este año, el doctor Fernando López Cruz, profesor de la Facultad, comentó que después de recolectar algunos datos sobre la población de los niños e identificar cuáles eran las áreas que se habían de tocar y los problemas que se iban a poner en consideración hacia los niños, el reto para los alumnos de la FM fue cómo transmitirles el mensaje, ya que no es lo mismo un mensaje para los niños de primer año que para los de sexto, e idear formas lúdicas de dicho mensaje.

En este sentido, mencionó que el tema se amplió y agregaron algunas situaciones relacionadas con el problema y que afectan también el desarrollo escolar del niño, como de relación familiar, abandono, agresión psicológica y física, y hasta probablemente sexual.

Conjuntamente se realizó un análisis de talla, peso y hábitos dietéticos que pudieran afectar la situación, así como su actividad física y cultural, como qué tanto tiempo ocupan para la lectura, y a partir de esos elementos encaminar la educación para la salud.

El doctor López explicó que desde antes de las vacaciones de diciembre comenzaron a preparar el trabajo: “Los muchachos hicieron las propuestas e investigaron qué tipo podían utilizar con los niños. Al regreso de las vacaciones, las propuestas se fueron conformando en fichas técnicas donde ellos presentaban ya el nombre de la actividad, cuál era el objetivo, cuáles eran los recursos que necesitaban y cuál era el procedimiento a seguir, entre otras cosas.

“Este procedimiento era planteado al grupo y se iban probando las actividades para detectar qué problema pudiera haber en su realización y cómo podían actuar los niños. En este sentido se les pidió a los jóvenes que actuaran como niños de primaria, que hicieran ruido, que hablaran y, sobre todo, porque había unas actividades en que los niños iban a caminar vendados, y cuando lo hace una persona sin ruido es más fácil que cuando hay ruido.”

Todas las actividades se probaron, por lo que decidieron dividirlas en tres tiempos: 1) trabajo en aula, 2) una escenificación y 3) feria, y repartirse de esta manera el trabajo los tres grupos de Facultad para atender a 16 de la escuela primaria.

El trabajo en aula consistió en hacer sentir a los niños la necesidad de la vista y a partir de esto llevarlos a otras problemáticas. Durante la escenificación se plantearon los derechos de los niños, el no a la violencia y tener un ámbito armonioso dentro de la familia.

En su trabajo se planteó la problemática dentro de la familia, la escuela y con los profesores. Asimismo, se tocaron los diferentes tipos de violencia.

Finalmente, hubo una feria de la salud donde los muchachos presentaron varios juegos, como el de la Oca, Serpientes y escaleras, Ruleta y hasta rallies, donde los niños pasaban por diferentes etapas y realizaban actividades relacionadas con el tema. Había mensajes acerca de la actividad física, culturales, alimentación, y todo esto enfocado al cuidado de los sentidos y la vista.

También se trabajó en material de difusión, como trípticos y carteles que se dejaron en las aulas y que desarrollaron los alumnos.

El doctor López señaló que los profesores allí calificaron de excelente la labor de los muchachos y elogiaron la forma de trabajar. A los niños los calificó de ser “una verdadera esponja”, pues demostraron que habían puesto atención y en realidad habían captado el mensaje. “Nos dábamos cuenta, porque en algunos juegos se planteaban preguntas y los niños expresaban que eso ya se les había explicado.”

Asimismo, por parte de los niños dijo que su comentario era porque se les había adelantado el Día del Niño y estaban muy contentos.

Una de las preocupaciones de los alumnos de la Facultad era que se perdiera el gasto que se había hecho en los trípticos, porque los niños los iban a tirar sin leerlos: “Podemos decir que sí hubo quienes lo tiraron, pero fueron pocos. La mayoría llegaba y pedían su tríptico para enseñárselo a sus padres.”

— Por parte de los alumnos de la Facultad, ¿cuál fue la respuesta a este trabajo?
“En general encantados por el contacto que tuvieron con los niños y también preocupados porque encontraron problemáticas que les externaban y a las que en ese momento no podían darles una solución completa, pero a su vez muy conscientes de que hay que comenzar a trabajar estos otros elementos y, de hecho, ellos plantean que la Facultad de Medicina debiera ser vanguardia en este sentido de incorporar la violencia familiar y cómo afecta a la salud de los individuos.”

Otro aspecto que preocupó a los jóvenes galenos fue el de la nutrición, pues encontraron a una joven de 15 años que pesa 87 kilos. “La obesidad es un problema muy fuerte y los alumnos lo confirmaron.”

A manera de conclusión, el doctor Fernando López dijo que la enseñanza más grande que estas prácticas dejan a profesores y alumnos es que si a los niños se les atiende dan mucho de sí, y que los alumnos sepan esto es de mucha utilidad, porque para empezar es el primer contacto que tienen con una población real. Como un segundo punto afirmó que es una población que no les es fácil a los jóvenes porque en general los adultos quieren que los niños los entiendan y no a la inversa, y llevado esto al plano médico, los profesionales de la medicina quieren que el paciente los entienda y no entender al paciente.

“Cambiamos esta óptica y los alumnos aprenden a ver desde la otra parte, podemos trabajar en el sentido de que se ponen en el lugar del paciente, lo que nos ayuda a que tengan una mejor relación médico-paciente.”

Consideró que para la mayoría de los alumnos fue impactante que los niños les contaran algunos de sus padecimientos que no le habían contado a nadie. “Esta experiencia no la van a adquirir en ninguna otra asignatura, de ahí la importancia de que proliferen este tipo de prácticas, porque realmente educan para ser médico. Porque en la mayoría de las materias van a aprender medicina, pero a ser médicos, sólo con actividades de este tipo.”

Una feria de la sexualidad en el CCH-Oriente
Para concluir la práctica titulada “Encuesta para hombres y mujeres sobre conocimientos y opiniones acerca de infecciones de transmisión sexual de VIH-sida y su relación con práctica sexual en estudiantes de bachillerato”, y dejar un mensaje a 168 grupos del Colegio de Ciencias y Humanidades, plantel Oriente, 14 grupos de segundo año de la Facultad desarrollaron actividades lúdicas para informar a los jóvenes bachilleres sobre los riesgos que corren al practicar irresponsablemente su derecho sexual.

De acuerdo con los resultados y al aterrizar los contenidos de la materia de salud pública II, dentro del tema de infecciones de transmisión sexual, qué tanto influyen en las prácticas sexuales y la transmisión de las mismas en alumnos de bachillerato, fueron los criterios con que los alumnos de segundo año, junto con sus profesores, desarrollaron propuestas de educación sexual como la fase final para la conclusión de su práctica comunitaria anual.
Sobre el tema, el doctor José Luis Torres Cosme, profesor de dicha asignatura, mencionó que los alumnos de la Facultad llevaron información a los del CCH-Oriente; para su desarrollo, alumnos de Trabajo Social les enseñaron algunas técnicas de educación para la salud que fueron aplicadas en la práctica.

Aseveró que ésta fue enfocada a las enfermedades de mayor impacto, como VIH-sida, gonorrea, sífilis, candidiasis y virus de papiloma humano, entre otras. “Por ejemplo había uno de sopa de letras donde identificaban las enfermedades; después se les informaba sobre qué era y en qué consistía la enfermedad, y también algunos daban premios como un dulce o condones. En otros casos lo que se hizo era tiro al blanco.”

Dijo que durante esta intervención de educación para la salud lo que se buscó fue desmitificar la sexualidad como tabú, y una de las cosas que facilitaron la actividad fue la edad de los alumnos, pues entre ellos y los bachilleres hay una diferencia de dos años, por lo que el acercamiento se dio de manera natural a preguntar, informarse e intercambiar conocimientos.

Con esta actividad confirmaron que hay varios huecos que no se habían llenado en los ciclos anteriores (primaria y secundaria), lo cual es un riesgo porque es la edad en la que ya ejercen muchos de ellos su sexualidad y en ocasiones —aunque es su primera vez— se enfrentan a un embarazo no deseado o un padecimiento de transmisión sexual.

— ¿Además de las enfermedades se da información sobre métodos anticonceptivos?
“La práctica está más enfocada a los temas de enfermedades de transmisión sexual, porque el alumno de segundo año lleva epidemiología y microbiología, pero va implícita la anticoncepción, aunque no es el tema central.”

Durante la primera etapa de la práctica —aplicación de cuestionarios— los muchachos no se sentían tan comprometidos, porque no hubo una respuesta inmediata. Durante esta etapa, la respuesta inmediata animó a los jóvenes galenos y consideraron que su esfuerzo y dedicación habían sido recompensados.

— En este sentido, ¿cómo se comportan los muchachos en este proceso?
“Ellos se divierten mucho, y más porque algunos de ellos el CCH fue su escuela y entonces regresan como médicos y con actividades de prevención.”

En este sentido, el doctor Torres dijo que generalmente los estudiantes de medicina inician con una parte curativa y las prácticas los adentran a la parte preventiva, lo que es importante en el quehacer médico.

— ¿Cómo fue la respuesta de los bachilleres hacía ustedes?
“Estaban muy divertidos por presenciar esta parte lúdica de tronar globos, llenar preservativos con cucharas y demás. Aceptaban la parte lúdica y sabían que había implícita información y que si no actúan de forma responsable puede haber consecuencias, lo que los asusta.

“Nuestro trabajo fue enseñarles que la práctica de la relación sexual tiene estas dos dimensiones, la parte del placer pero también la parte de la responsabilidad.”

Sobre la actitud de los estudiantes de la Facultad, comentó que fue también de mucha responsabilidad y muchos de ellos no concluyeron su trabajo hasta no terminar con el último joven que les preguntaba.

Finalmente, opinó que es excelente que la Facultad haya retomado estas experiencias y que debería retomarse también al interior de la misma dependencia, porque es importante saber cómo están los alumnos en este sentido. “Creo que vamos por buen camino, aunque todavía nos falta mucho por hacer”, concluyó.