Gaceta Facultad de Medicina UNAM
25 mayo 2005
Facultad de Medicina UNAM

Reciben reconocimiento profesores y alumnos del posgrado en
Ciencias Médicas, Odontológicas y de la Salud

  • Los entrega el titular del programa y destacados maestros universitarios

El pasado 27 de abril, en el auditorio “Ramón de la Fuente Muñiz” del Departamento de Psiquiatría y Salud Mental, los profesores que impartieron cátedra en el Curso Propedéutico de Ciencias Médicas y en el de Ciencias Odontológicas, en el Diplomado en Ciencias de la Salud y en el Universitario de Bioética durante 2004, recibieron un reconocimiento y asimismo se entregó diploma a los alumnos pertenecientes a la generación 2002 que concluyeron sus estudios de maestría y de doctorado.

De entre los catedráticos galardonados destacó la presencia de Juliana González Valenzuela, profesora emérita de la Facultad de Filosofía y Letras y Premio Nacional de Ciencias y Artes 2004; de Helvia Graciela Rodríguez Ortega, profesora emérita de la Facultad de Psicología; de Carlos Viesca Treviño, jefe del Departamento de Historia y Filosofía de la Medicina de esta Facultad de Medicina y Premio Universidad Nacional 2004, y de Lizbeth Sagols Sales, responsable del campo del conocimiento en humanidades en la salud, quienes fueron reconocidos por su participación en el diplomado universitario de bioética.

En esta oportunidad, el doctor Luis Felipe Abreu Hernández, titular del Programa de Maestrías y Doctorados en Ciencias Médicas, Odontológicas y de la Salud, quien presidió la ceremonia junto a los universitarios antes mencionados, enfatizó que ellos son una muestra del abordaje multidisciplinario de los problemas contemporáneos en el campo de la salud, junto al resto de los profesores del programa en sus distintas áreas de estudio.

Más adelante, resaltó que los estudios de posgrado, especialmente los de maestría y doctorado, son una fase intensiva de aprendizaje, donde el estudiante es capaz de asimilar grandes cúmulos de información y conocimiento en un periodo relativamente breve; sin embargo, dijo que al final de los mismos, el aprendiz puede tener dos sensaciones opuestas.

Así, explicó que una de ellas está relacionada con la idea de que los problemas analizados son tan lógicos y coherentes que uno cree no haber aprendido nada nuevo y que todo resultó de una simple deducción; aunque dicha afirmación es una ilusión óptica sustentada en la coherencia del conocimiento adquirido, dado que un observador externo puede percatarse fácilmente de los avances de los estudiantes.

La segunda sensación puede ser que el alumno tenga la impresión de que los conocimientos están prendidos con alfileres, lo cual sucede porque ya ha perdido la ingenuidad y los estudios que antes aparecían como simples o evidentes, ahora resultan complejos, multicausales y de difícil demostración; para que el alumno recupere la confianza en lo aprendido en el aula, serán necesarios, según los psicólogos cognoscitivos, diez años, desde que se inician los estudios, pero al cabo de ese tiempo, se valora a los profesores y tutores, quienes tienen un papel fundamental en ese proceso, explicó Abreu Hernández.

Motivado por esa situación, en esta ocasión se reconoció también la labor de los catedráticos que participaron en los cursos propedéuticos, fundamentales en los procesos de selección y, por supuesto, a los alumnos que concluyeron exitosamente los créditos de la maestría o aprobaron las actividades académicas del doctorado, finalizó el titular del programa de posgrado.

Cabe destacar que la ceremonia contó con interludios musicales a cargo del maestro Eduardo Mendoza, quien ofreció un recital de guitarra clásica.