Bajo el mural Quartet jazz
Atreverse a escuchar algo diferente, con oídos abiertos y sin prejuicios, puede ser la opción cultural para llegar al jazz, en un medio tan difícil como lo es nuestro país, donde la tradición musical es otra, pero si de pronto gusta esa improvisación al igual que oler un perfume, ¡ya está! No existe mayor ciencia ... Adrián Escamilla Quartet es la organización “jazzística” que se presentó en Bajo el Mural y que agradó a los estudiantes allí reunidos, gustosos de esa armonía y buen sentido musical interpretativo de cuatro jóvenes. En el piano Alejandro Varela, en el contrabajo Omar Anguiano, en la batería Luis Martínez y Adrián Escamilla en los saxofones. Es egresado de la Escuela Superior de Música en la especialidad de fagot que lo ubica en la música clásica. Sin embargo, la variedad de instrumentos de viento llevaron a este músico al jazz. “Todos los instrumentos son igual de difíciles, yo toco el fagot y los saxofones de aliento; ahora bien, la conformación del jazz es muy variada y abierta, no es como la clásica, lo mismo hubiéramos hecho este concierto con sólo el sax y el contrabajo, el sax y el piano, o una big band de muchos metales”, puntualizó. No hay trabajo, está saturado el medio “es imposible ingresar a una orquesta, pero es cuestión de que uno encuentre lo que a uno le guste hacer y salir adelante, aunque me guste mucho la música clásica lo único que interpreto es el jazz”, agregó Adrián. Los maestros íconos de este joven son en varios sentidos. Adrián admira mucho a Mozart y a Shostakóvich, pero en el jazz a Coleman Hawkins, Chris Pooter, David Sánchez, Diego Maroto y Dan Mazor, quienes, entre otros, son aquellos que alimentan con la influencia melodiosa en el ánimo de este cuarteto, pues Adrián colabora con sus temas inéditos al buen desempeño y al arte del jazz en México. |