Gaceta Facultad de Medicina UNAM
10 mayo 2005
Facultad de Medicina UNAM

La Facultad de Medicina realiza con éxito
su Primer Congreso Académico

  • Se rinde homenaje póstumo al doctor Roberto Kretschmer Schmid
  • Asistieron dos mil 500 personas
Autoridades universitarias y del sector salud durante la inauguración

Primer Congreso Académico de la Facultad de Medicina “Dr. Roberto Kretschmer Schmid” fue un encuentro exitoso que reunió, del 20 al 22 de abril, a un nutrido foro en las instalaciones de la Facultad de Medicina, para presenciar conferencias magistrales, mesas redondas, simposios y talleres, impartidos por más de 80 destacados médicos nacionales y extranjeros, y 286 trabajos libres en forma oral y en cartel, correspondientes a investigaciones realizadas por profesores de la institución.

Ante la presencia de personalidades universitarias, directores de facultades y escuelas, institutos y centros de esta Universidad Nacional, de académicos, integrantes del Consejo Técnico y estudiantes de la FM, así como de directores de hospitales e institutos nacionales de salud y miembros de las Academias Nacional de Medicina y Mexicana de Cirugía, se inauguró el encuentro académico, que adicionalmente fue el marco para el homenaje póstumo a la vida y obra del destacado médico Roberto Kretschmer.

Para hablar del homenajeado, dirigieron unas palabras quienes presidieron la ceremonia, el rector de la UNAM, Juan Ramón de la Fuente, José Narro Robles, director de esta Facultad, Adolfo Martínez Palomo, coordinador general del Consejo Consultivo de Ciencias de la Presidencia de la República, y el director de Prestaciones Médicas del IMSS, Onofre Muñoz Hernández.

En su oportunidad, el doctor Narro Robles, además de dar la bienvenida a los invitados de la mesa de honor, integrada también por los presidentes de la Junta de Gobierno y del Patronato de la UNAM, Javier Jiménez Espriú y Bernardo Quintana, respectivamente, Santiago Levy Algazi, director general del IMSS, Octavio Rivero Serrano y Joaquín López Bárcena, profesor emérito y secretario general, respectivamente, de la FM, a los participantes del congreso y a los familiares y amigos del homenajeado, explicó que debido al repentino deceso de Roberto Kretschmer, pero sobre todo por su calidad académica, humana y científica, el comité organizador decidió que la actividad llevara su nombre, a sabiendas también de su valiosa participación en el comité científico de la misma.

Dijo que en enero de 1957 este universitario empezó una carrera ligada a la Facultad de Medicina y a la UNAM, llena de logros en todas las tareas académicas, profesionales y humanas que emprendió; Kretschmer llevó una vida ejemplar y fue un estudiante distinguido (él encabeza la lista de los mejores alumnos de la FM). “Su pérdida ha sido un duro golpe para la Facultad y para la profesión, su gran calidad humana, su dedicación a la docencia y a la investigación, así como su compromiso con sus pacientes y con las instituciones a las que sirvió, harán que permanentemente lo tengamos presente”, concluyó Narro Robles.

Por su parte, Onofre Muñoz rememoró aspectos importantes de los 32 años en los que Roberto Kretschmer trabajó en el IMSS, donde desarrolló investigaciones en el campo de la inmunología. Así, recordó que en 1968, después de su residencia en pediatría y una estancia, ambas en el extranjero, Kretschmer fue invitado a incorporarse al naciente Departamento de Investigación Científica del Instituto, “en aquellos años el joven pediatra estableció un laboratorio de inmunología infantil en la División de Patología, época en la que lo conocí”.

Sus trabajos científicos de gran notoriedad le confirieron un éxito tal que en 1974 fue invitado como profesor adjunto de inmunología a Chicago, donde permaneció hasta 1978. “Afortunadamente para nuestro grupo de investigación y para nuestro país, decidió regresar y continuar su trabajo en el Instituto Mexicano del Seguro Social. Pronto su interés se centró, entre otros temas, en la amibiasis y logró alianzas estratégicas con el prestigiado grupo del doctor Bernardo Sepúlveda; sus trabajos, siempre de frontera y de gran originalidad, lo hicieron merecedor de numerosos premios nacionales y extranjeros. Su mayor éxito fue el descubrimiento de un factor inhibitorio de la locomoción de macrófagos, que denominó fell, producido por una amiba; este oligopéptido poseía una clara actividad antinflamatoria y parece ser una molécula distinta a otras con actividad similar; pero eso no fue todo, con una gran visión decidió patentar este descubrimiento para su posible aplicación terapéutica y mediante un convenio con la Universidad de Harvard la patente fue generosamente obsequiada al Instituto para su futuro usufructo; con ese hecho Krestchmer manifestó su gratitud a la institución.”

Indicó que la inquietud intelectual de Roberto no le permitió centrarse exclusivamente en la investigación, desde el inicio de su actividad en el Departamento de Investigación Científica y luego en la Coordinación de Investigación Médica, participó en diversos comités, dictó conferencias, graduó alumnos de maestría y doctorado, y organizó simposios y mesas redondas durante las reuniones nacionales de investigación. Adicionalmente, asesoró a las autoridades en los más variados vericuetos de la investigación, fue siempre asesor y consejero cercano del coordinador de esta área; su participación como jefe del Comité de Evaluación Curricular de la Coordinación de Investigación Médica del IMSS fue ejemplar.

Finalmente Onofre Muñoz dijo que el IMSS debe sentirse orgulloso de haber incorporado a un hombre de talento excepcional como Roberto Kretschmer, y de haberlo apoyado en forma irrestricta en sus actividades científicas, académicas y culturales “Es indudable que dejó una tarea inconclusa y un hiato que no es fácil cubrir, su recuerdo perdurará en el ámbito de la investigación médica del Instituto, donde este talentoso científico, médico y hombre de cultura universal plasmó su irrepetible personalidad.”

Más adelante, Adolfo Martínez Palomo se refirió a su relación amistosa, con un profundo sentimiento y voz entrecortada explicó que con su partida perdió a un amigo, pero también perdieron todos los que tienen que ver en México con la ciencia, con la difusión de la cultura, con el combate a la ramplonería, a la simulación, a la deshumanización y a la tecnificación abusiva de la medicina. Añadió también que la FM pierde al que era tal vez el más brillante de los alumnos que pasaran por sus aulas en la segunda mitad del siglo XX y pierden los miles de niños que se beneficiaban de sus conocimientos como pediatra, pero también los padres a quienes su charla generosa e insuperable reconfortaba y fortalecía, así como los médicos y los investigadores que veían en él el mejor ejemplo de conjunción de los más altos estándares de la ciencia médica con los más elevados principios éticos.

De sus espléndidos años de trabajo en México, Martínez Palomo citó al propio Kretschmer Schimd, quien resumió en su currículo lo siguiente: “El principal interés en la investigación radicó en la inmunología de la amibiasis, las funciones leucocitarias y las capacidades inmunoinflamatorias del recién nacido, así como el estudio de Helicobacter pylori; practicó privadamente la pediatría y la inmunología logrando con ello un balance entre las actividades académicas y la práctica clínica, gustaba de la música y de otros aspectos culturales y se dio tiempo de escribir ensayos sobre la vida de Mozart y Bach, entre otros.”

Para concluir se refirió a una carta dirigida a los estudiantes de medicina que el homenajeado escribió, donde les decía: “La esencia sigue siendo exactamente la misma que la de nuestros ancestros griegos, curar a veces, mejorar frecuentemente y consolar siempre; aunque los recursos diagnósticos y terapéuticos han evolucionado impresionantemente encareciendo la medicina, que no al médico, optamos por la medicina científica, que no es la única, pero la que se casa con la razón, con la lógica y el compromiso de cambiar y progresar, con un limpio respeto por la verdad. Por eso, colega, observa, cuestiona, piensa, actúa y vuelve a observar y a cuestionar, siempre dudando.”

Para cerrar la inauguración, el rector de la UNAM, además de retomar fragmentos de una conferencia de Kretschmer para evocar su pensamiento, señaló que entre las múltiples facetas, atribuciones y características de este hombre excepcional, destaca su bonhomía y su vastísima cultura, “el problema con él es que uno no sabía de qué sabía más, porque en todos los temas mostraba su erudición y la profundidad de sus reflexiones complementaba ese vasto conocimiento.

“Detrás de este médico, generoso como pocos, que siempre tuvo tiempo para todos, detrás de este universitario comprometido, había también un hombre de convicciones firmes, de lealtades inquebrantables, con una ideología definida; por esa razón rescaté unos párrafos de una de sus múltiples conferencias magistrales, para beneficio de los estudiantes que nos acompañan y que no tuvieron la oportunidad de conocerlo.”

Después de la lectura de esa importante conferencia dictada en la Academia Nacional de Medicina, el rector señaló que Kretschmer, en esta Universidad, en los últimos años, desempeñó un papel importante “para recuperar la estabilidad y el ambiente de trabajo, y vislumbrar nuevos y mejores horizontes para nuestra casa, lo hizo desde esta Facultad, pero también desde la Junta de Gobierno, donde su presencia fue adquiriendo cada vez mayor autoridad moral, porque ésa era en la que Roberto creía, respetaba y ejercía”.

Clausura

Después de la última conferencia magistral, José Narro Robles, en compañía de los doctores Manuel Huaman Guerrero, director de la Facultad de Medicina de la Universidad Ricardo Palma del Perú; Octavio Rivero Serrano y Joaquín López Bárcena, clausuró la actividad, no sin antes hacer un balance de este primer encuentro.

Expresó que sin dejar de reconocer las fallas, el Primer Congreso Académico de la Facultad de Medicina fue exitoso, toda vez que asistieron dos mil 500 personas entre estudiantes y profesores, y cerca de 70 entidades académicas de la UNAM y externas, lo cual estimula para mejorar los siguientes encuentros. No hay duda de que una institución como la Universidad Nacional y cada una de sus escuelas, facultades, institutos y centros tienen una enorme grandeza, pero lo fundamental es que son una comunidad comprometida con su labor académica, y en esa dirección la FM va a seguir contribuyendo con la salud de los mexicanos.

Además, agradeció a los organizadores, encabezados por Rivero Serrano, a los profesores visitantes, representados Manuel Huaman Guerrero y a todos los asistentes.

Antes de terminar la ceremonia de clausura, el también ex rector de la UNAM, Rivero Serrano, externó que una de las preocupaciones de la educación medica actual es la falta de interés de los estudiantes por adiestrarse, “estudiar medicina significa querer curar, aliviar y consolar al ser humano y parece ser que el cambio que está teniendo la medicina, que en muchos aspectos se ha comercializado e industrializado, interviene en la idea que el joven estudiante tiene sobre su futuro económico dentro de la profesión, lo positivo es que con la última conferencia magistral, “Historia de la pobreza y sus repercusiones en la salud”, el alumno tiene ya más claro el panorama de la situación de los mexicanos con los que va a trabajar y aunque quiera no se va a hacer rico de la medicina.

Dijo que todas las presentaciones fueron espléndidas, y adicionalmente resaltó la importancia que se le debe dar en esta Facultad a dos innovaciones que se realizaron en el congreso: la presentación de casos clínicos con problema ético y los casos clínicos interactivos, los cuales son mecanismos efectivos de enseñanza, ya que “es preocupante saber que existe un cierto desinterés del estudiante por aprender medicina; aunque hoy es más difícil que hace 50 años, creo que esos métodos pueden ayudar”, finalizó.

Cabe destacar que el comité organizador del Primer Congreso estuvo compuesto por los doctores: José Narro Robles, presidente del mismo, y Octavio Rivero Serrano, presidente del comité científico, el maestro en ciencias Miguel Robles Bárcena, y Alejandro Fernández Albert, mientras que el comité científico lo integraron: Roberto Kretschmer (†), Rubén Argüero Sánchez, Irene Durante Montiel, José Halabe Cherem, Gerardo Heinze Martín, Francisco Higuera Ramírez, Lilia Macedo de la Concha, Carlos Viesca Treviño y Jorge Tay Zavala.