Gaceta Facultad de Medicina UNAM
10 mayo 2005
Facultad de Medicina UNAM

ACTIVIDADES DEL POSGRADO

Curso de Inducción para profesores de especializaciones médicas

  • Participan profesores de diversas instituciones y de algunos estados de la República
Durante la inauguración del curso, los doctores Enrique Graue, José Narro y Leobardo Ruiz

Con la idea de que es necesario introducir en la didáctica a los profesores y capacitarlos en los métodos y técnicas que faciliten su labor y profesionalicen su actividad, así como de que se familiaricen con la estructura de la División de Estudios de Posgrado e Investigación (DEPI) de la Facultad de Medicina, la supervisión, los exámenes, los requerimientos académicos y curriculares de los alumnos y profesores, del 21 al 23 de abril pasados se llevó a cabo el Curso de Inducción para profesores de especializaciones médicas, que se desarrolló en el auditorio “Alfonso Caso” del Instituto de Investigaciones Filológicas de la UNAM, y contó con la participación de profesores de diversas instituciones y de algunos estados de la República.

Cabe mencionar que el curso estuvo dividido en tres grandes rubros: información general sobre la estructura de la División; información sobre la instrucción y el proceso de enseñanza-aprendizaje y todo lo relacionado con el concepto de la medicina basada en evidencias. Todo ello con objeto de que el profesor desarrolle habilidades para la planeación educativa de su curso y el manejo de grupos. Asimismo, aplicar técnicas de enseñanza que faciliten el aprendizaje e inferir en la trascendencia de su actuar en el crecimiento profesional de sus alumnos, además de entender la estructura de la DEPI para que el profesor interactué oportunamente con las diferentes autoridades para la resolución de dudas y solución de conflictos, como la contratación y recontratación de profesores, los medios electrónicos con que cuenta y las expectativas de la DEPI en torno a su actuar docente.

Durante la ceremonia de inauguración, el doctor José Narro, titular de esta dependencia universitaria, afirmó que para la FM el posgrado es un motivo de orgullo, ya que uno de cada dos especialistas se forma en esta Facultad, es decir, que cuenta con más de 7 mil expertos en formación de los más de 15 mil que hay en el país. Asimismo, aseveró que también es el posgrado más grande de la UNAM.

“Desde el punto de vista cuantitativo se trata de algo fundamental y desde el punto de vista cualitativo representa formar médicos que van a desarrollar una tarea altamente especializada. Se trata de colegas que en promedio van a dedicar cuatro años y medio a su educación de posgrado, pero que en algunas de las especialidades ocuparán hasta ocho años para poder alcanzar su disciplina, como es el caso de los neurocirujanos pediatras o de los neurocirujanos cardiovasculares y de tórax pediátricos. Se trata de recursos humanos de gran calidad que van a ser requeridos en el sistema, y ello gracias al esfuerzo y trabajo de casi un centenar de instituciones hospitalarias que desarrollan nuestros programas.

“Todas las grandes instituciones del sector salud de nuestro país trabajan conjuntamente con nosotros o a la inversa en este proceso de formación de médicos de alta calidad. Su fama hace que seamos el posgrado con más extranjeros en el país.

“No me imagino otro programa, pero contamos con más de 300 estudiantes de más de una veintena de países que están representados principalmente de Centro y Sudamérica, pero no exclusivamente de nuestro continente, también de Europa y, en algunas ocasiones, de otras latitudes del planeta.”

Afirmó que el resultado de todo esto se genera por los profesores con que cuenta la Facultad y de los cuales la institución se siente profundamente orgullosa, a lo que agregó: “Aquí están todos ustedes como muestra de lo que pasa. Ahora, todo esto está bien, pero debo decir que a la División, a los doctores Graue y Ruiz y colaboradores, les preocupan muchas cosas.”

Como primer punto, mencionó que la DEPI siente que no ha cumplido debidamente, y dijo que muchos profesores lo son porque hacen el favor de decirse que lo son, pero desde el punto de vista laboral la FM tiene asuntos pendientes: “Yo he venido a decirles que hay un compromiso de la Facultad por tratar de cumplir absolutamente con todos los profesores en este sentido y decirles que nos va a llevar tiempo, porque tenemos un desfase importante en este sentido.

“Hemos fallado al considerar que un buen médico tiene que ser estrictamente un buen profesor, pero ¿quien puede asegurar eso? Necesitamos hacer un esfuerzo por decirles a nuestros profesores qué esperamos de ellos y cuáles son las herramientas más simples y sencillas de acceso a la didáctica, la pedagogía, los servicios y los sistemas de enseñanza para ponerlos al servicio de los profesores.

“Hemos pasado por alto información tan básica como la de dar a conocer la estructura con la que funciona la División. Entonces, de manera sensata y juiciosa, el doctor Graue y sus colaboradores se han planteado hacer un cambio en estas fallas y nos interesa corregir problemas, dar soluciones a los mismos, plantear mecanismos que consoliden lo que hacemos bien y la corrección de aquello que está mal, o incluso atrevernos a pensar en innovar y hacer mejor las cosas.”

Por todo lo anterior, el doctor Narro comentó que, en síntesis, se trata de una oportunidad de entrar en contacto con un grupo selecto de profesores, la oportunidad para tratar de mejorar todo y la ocasión para decirles muchas gracias por venir haciendo lo que hacen.

Durante su participación, el doctor Enrique Graue, jefe de la DEPI, explicó detalladamente el organigrama de la División a su cargo. Explicó que son cinco elementos fundamentales los que la componen: una secretaría académica, a cargo del doctor Antonio Caso, dos subdivisiones y dos consejos; la Subdivisión de Maestría y Doctorados, a cargo del doctor Luis Felipe Abreu, y la de Especialidades, a cargo del doctor Leobardo Ruiz, un consejo interno asesor y 44 consejos académicos.

Los comités académicos se integran por tres o más distinguidos miembros que son designados por la Dirección de la Facultad, y sus funciones son revisar periódicamente el Programa de Estudios de la Especialidad, aceptar nuevas sedes hospitalarias y supervisar con la División las existentes, así como integrar, en conjunto con ella, los exámenes departamentales.

Explicó que las especialidades pueden ser de ingreso directo (21) o indirecto (el resto, que es la mayoría). De las plazas a residencias, 52 por ciento lo obtiene la UNAM y 48 por ciento otras universidades. En cuanto al ingreso por proceder de universidades, se reciben alumnos de instituciones nacionales en 68.3 por ciento, de la UNAM en 26 por ciento, y del extranjero: 5.7 por ciento. Entre los países de procedencia figuran Bolivia, Brasil, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Salvador, Honduras, Guatemala, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana y Venezuela.

Con respecto a los alumnos, informó que se trabaja con un total de 7 mil 694 residentes, 84 sedes hospitalarias y 481 diferentes cursos de especialización; 41 comités académicos, 74 especialidades y un mil 223 profesores.

Por su parte, el doctor Leobardo Ruiz, al explicar la estructura de la Subdivisión a su cargo, resaltó que el objetivo de ésta es normar y propiciar la idoneidad de los cursos universitarios para la formación de especialistas de buen nivel académico en las diferentes ramas de la ciencia médica. Su misión es formar especialistas en todas las ramas médicas, de acuerdo con las necesidades nacionales de salud, en congruencia estricta con el crecimiento estructural y poblacional, con los mejores estándares de calidad en ética profesional, conocimiento y compromiso social.

Sobre el trabajo de los comités académicos resaltó que en el último año se inspeccionaron 375 sedes, se evaluaron 175 cursos, y se entregaron 108 informes de visitas y 63 de adecuaciones, todo ello de 74 especialidades.

Al hablar de la página web con que cuenta la División, explicó que en ella se encuentra información sobre los planes de estudios, requisitos, sedes, comités académicos y profesores, además de información sobre la aplicación del razonamiento ético en la clínica, avances científicos y tecnologías, nuevas formas de financiamiento del acto médico, valores y principios éticos en tela de juicio, así como cursos en línea, como un seminario de educación médica, otro de investigación o uno sobre formas de trabajo grupal en la enseñanza de las especialidades médicas.

Sobre los cursos en línea comentó que responde a las demandas que plantea la educación actual de los futuros médicos especialistas, al permitirles investigar, reflexionar, diferenciar, conceptuar, juzgar, sintetizar y sacar conclusiones sobre los problemas o temas estudiados.

Durante la participación del doctor Octavio Rivero, profesor emérito de la FM, al desarrollar el tema del porqué de los cursos de ética médica —un nuevo proyecto de la División—, afirmó que los problemas éticos son de muy diversos tipos, que se derivan por el avance del conocimiento, la tecnología y los cambios en el soporte del acto médico desde el punto de vista económico. Entonces, se busca que estos aspectos se reconozcan y reflexionen a través de un momento fundamental en la vida de un estudiante, es decir, durante la residencia.

Explicó que la inquietud de desarrollar este curso surge a partir de una encuesta realizada hace un par de años, donde se preguntó a los profesores de posgrado sobre los problemas éticos que veían en los hospitales, y la respuesta fue que no había, lo que llamó la atención y se pensó en la necesidad de sensibilizar a esta población sobre su trabajo diario.

Comentó que como antecedente a este curso se encuentra el seminario titulado: “El ejercicio actual de la medicina”, donde —en el año de 2003— los organizadores se dieron cuenta de que además de analizar aspectos técnicos y de organización había material que podía relacionarse con la ética del ejercicio médico. Al respecto, mencionó que los aspectos fundamentales del juramento hipocrático siguen siendo válidos, pero para el momento actual quedan pequeños: “No es que los principios fundamentales hayan cambiado, pero hay tres fenómenos fundamentales en el desempeño de la medicina actual que hacen necesario reflexionar más sobre los aspectos éticos.

“Los grandes cambios son cambios del conocimiento, los que tenemos mucho tiempo dentro de la práctica médica sabemos que hace 50 años no había problemas con los medicamentos. En la actualidad hay más de mil sustancias activas registradas y el médico actual tiene que estar al pendiente de eso. Éste es un problema ético tan sencillo que a veces no alcanzamos a reflexionarlo.

“El otro gran cambio es el del uso de la tecnología para el diagnóstico y el tratamiento de las enfermedades, que ha dado miles de posibilidades al médico. Sin embargo, esto es un arma de doble filo. Yo he visto pacientes que llegan a un servicio de urgencias en un hospital privado con un dolor abdominal y les piden tantos exámenes de gabinete y laboratorio que al día siguiente la cuenta asciende a cerca de 35 mil pesos, para que al final les digan: ‘Es la misma colitis que tenía, vuelva a tomar el medicamento que estaba tomando.’ La medicina se ha convertido en un gran negocio, pero no para el médico, sino para los industriales que se dieron cuenta del valor que tenía el compromiso de ofrecer los recursos modernos a la medicina.”

Mencionó como otro ejemplo el control de los embriones que se producen y que posteriormente no se sabe qué hacer para desecharlos, así como el caso de los seguros médicos que han surgido a partir del encarecimiento de la atención.

En el caso de México, afirmó que la nula política de Estado para la atención de la salud ha llevado a graves problemas económicos a las instituciones del ramo. Sin embargo otros países de Latinoamérica han demostrado que sí se puede atender a toda la población.

Consideró que si se conocen las deficiencias de los servicios públicos mexicanos es ahora un error del gobierno que se venda un seguro popular para que, en el momento en que se necesiten los servicios, no los haya, lo que calificó como simple demagogia.

El doctor Isidro Ávila, secretario de Servicios Escolares, informó que dentro de los procedimientos de inscripción 2005 la Universidad diseñó una nueva estrategia para este proceso mediante citas vía internet. Para ello se dividió a la población escolar de las especializaciones médicas en: alumnos de primer ingreso, de reingreso sin adeudo documental y de reingreso con adeudo documental.

Para los de primer ingreso la cita se obtuvo del 1º al 31 de marzo en la siguiente dirección electrónica: www.facmed. unam.mx/escolares/unamedic, para asistir del 28 de marzo al 14 de junio. A los que queden con adeudos documentales se les otorgará un plazo de seis meses para la entrega.

Informó a los profesores que para realizar la reinscripción, los residentes deberán tener su expediente completo, de lo contrario tendrán que realizar la inscripción de forma extemporánea en el momento en que cubran sus adeudos

Para los alumnos de reingreso sin adeudo documental la inscripción se realizará vía internet del 1º de marzo al 30 de abril en la siguiente dirección electrónica: www.uap.unam.mx. La inscripción extemporánea será para aquellos residentes que no cubrieron sus adeudos documentales o no acudieron en las fechas programadas para ello.

El doctor Ávila también informó que los profesores deberán “requisitar”, imprimir y firmar las actas de evaluación anual en las fechas que se establezcan para tal efecto y que deberán enviar cada acta por triplicado y con su firma autógrafa a la Secretaría de Servicios Escolares.

Finalmente, hizo hincapié en que el alumno tiene la opción de consultar su historia académica en la página: www.uap. unam.mx, con el ingreso de su número de cuenta y fecha de nacimiento en el menú de servicios para alumnos, acción que deben realizar a la brevedad posible para efecto de rectificación de calificación durante el tiempo previsto para ello. Asimismo, indicó que los profesores tienen la opción de reimpresión o consulta de las actas de los alumnos calificados en el ciclo 2004 en la misma página, con su clave de acceso.

El ingeniero David Flores Macías, coordinador de bibliotecas, habló a los profesores sobre los servicios bibliotecarios a los que tienen acceso. Explicó que el desarrollo de las tecnologías de información permite obtener información a través de audio, video, texto completo y bases de datos, lo que permite que la UNAM cuente con 131 de estas bases en línea, de las cuales 30 son de medicina.

Indicó que el concepto tradicional de biblioteca es fácilmente reconocible, sus funciones se pueden concentrar en tres palabras: adquisición, conservación y acceso, mientras que la biblioteca moderna se concibe así:

Biblioteca electrónica. Es la que cuenta con sistemas de automatización que le permiten una administración ágil y correcta de los materiales que resguarda, principalmente en papel. Asimismo, cuenta con sistemas de telecomunicaciones que le permitirán acceder a su información, en formato electrónico, de manera remota o local. Proporciona sobre todo catálogos y listas de las colecciones que se encuentran físicamente dentro de un edificio.

Biblioteca virtual. Es aquella que hace uso de la realidad virtual para mostrar una interfase y emular un ambiente que sitúe al usuario dentro de una biblioteca tradicional. Hace uso de la mejor tecnología multimedia y puede guiar al usuario por diferentes sistemas para encontrar colecciones en diversos sitios, conectados mediante sistemas de cómputo y telecomunicaciones.

Biblioteca digital. Es un repositorio de acervos y contenidos digitalizados, almacenados en diferentes formatos electrónicos, por lo que el original en papel, en caso de existir, pierde supremacía. Generalmente son bibliotecas pequeñas y especializadas, con colecciones limitadas a sólo algunos temas.

Informó que, estadísticamente, son 13 mil 252 alumnos y 2 mil 962 académicos que en la actualidad hacen uso de estos nuevos sistemas bibliotecarios, y todo ello a través de la página principal de la Biblioteca Médica Nacional Digital.