Gaceta Facultad de Medicina UNAM
10 mayo 2004
Facultad de Medicina UNAM

Sesión en la AMC

Un panorama de la cirugía de mínima invasión

  • Cuatro especialistas analizan la cirugía con diversos enfoques
Participantes en la sesión de la Academia Mexicana de Cirugía

“Cirugía de mínima invasión. Situación actual y perspectiva” fue la temática abordada en el simposio organizado de manera conjunta entre la Facultad de Medicina de la UNAM y la Academia Mexicana de Cirugía, a fin de mostrar a estudiantes, académicos y cirujanos un panorama general de este tipo de abordajes, que en los últimos años ha cobrado gran relevancia.

El simposio, coordinado por el académico doctor Jaime Lozano Alcázar, y llevado a cabo el 20 de abril pasado en el auditorio “Dr. Fernando Ocaranza” de esta Facultad, congregó a un grupo de importantes especialistas en cirugía de mínima invasión.

El primero de ellos fue el doctor Fernando Bernal Sahagún, quien participó con el tema “Desarrollo y actualidad de la cirugía de mínima invasión” e indicó que el antecedente de la cirugía mínima invasiva es la laparoscopia, con más de un siglo, y es en 1901, en Alemania, cuando el doctor William von Ott realizó las primeras laparoscopias diagnósticas, particularmente utilizadas en procedimientos de hepatopatías.

Señaló que en la República Mexicana, específicamente en el Hospital General de México, hace 30 años todavía se hacían laparoscopias con anestesia local para hacer biopsias hepáticas en pacientes cirróticos, y esa técnica se empleaba también en ligadura de trompas para el control natal, entre otras.

La cirugía tradicional ha demostrado su eficiencia a lo largo de los años, pero los resultados dependen de la patología y de la experiencia del cirujano. En cambio, en las técnicas de mínima invasión —aclaró el especialista— se requiere de un adiestramiento diferente y la tecnología determina su utilización. “La tecnología avanzó; el uso de micro-cámaras permitió que este procedimiento progresara y se fue hasta que se hizo la primera colecistectomía en Alemania, lo que desencadenó una auténtica revolución en la cirugía. Actualmente cualquier enfermedad de la cavidad abdominal puede ser abordada por técnicas de acceso mínimo.”

Comentó que la cirugía tradicional permite revisar con el tacto la cavidad abdominal, pero también dejó en claro que, en ésta, las incisiones son grandes, hay dolor postoperatorio y complicaciones respiratorias, y es posible que se presente hernia incisional en el abdomen. En cambio, en la cirugía endoscópica, que es de mínima invasión e implica hacer cuatro o cinco heridas pequeñas, disminuye el dolor postoperatorio y el paciente se incorpora rápidamente al trabajo.

Apuntó que las operaciones que se realizan mediante cirugías de mínima invasión son las colecistectomías, apendicectomías, obesidad, y patologías de tipo ovárico y ginecológico, como ligaduras de trompas, que se operan frecuentemente en el abdomen. “La hernia hiatal es otra patología que se puede operar por medio de cirugía de mínima invasión. Algunas intervenciones frecuentes son las cirugías ortopédicas en rodilla, codo y cadera”, aseguró.

Por su parte, el tema del doctor Fernando Villegas Álvarez, jefe del Departamento de Cirugía de la FM, fue: “Dispositivo y modelos de entrenamiento para la cirugía videoasistida”, en donde presentó algunas alternativas que se han desarrollado en la Facultad de Medicina para este tipo de abordajes.

El funcionario universitario afirmó que para hacer cirugía de mínima invasión se requiere de un adiestramiento adicional, antes seguido por la cirugía abierta; para esto se necesitan dispositivos especiales en que se utiliza un instrumento que permite abordar las cavidades, y generalmente se hace con dispositivos trasparentes.

Existen otro tipo de dispositivos en la actualidad, mucho más desarrollados, que poseen el recurso de la realidad virtual, con lo cual se pueden simular procedimientos quirúrgicos o se utilizan como modelos de adiestramiento. Todo esto es parte del desarrollo acelerado que tiene la cirugía —explicó—; sin embargo, la principal desventaja son los costos.

El doctor Villegas Álvarez presentó, ante la mesa directiva de la Academia Mexicana de Cirugía y funcionarios de la dependencia, el dispositivo de adiestramiento quirúrgico de mínima invasión que se desarrolló en el Departamento de Cirugía, el cual está compuesto por una caja cerrada, con un tubo cilíndrico, que en realidad es un periscopio, y un sistema de espejos que permite observar el interior de la cavidad; en ella hay un dispositivo donde se puede practicar y debe estar conectado a una fuente de luz fría. Cuenta además con una ventana posterior a través de la cual suelen colocarse los aditamentos de adiestramiento básico, y una ventana anterior, a través de la cual se puede observar lo que se hace.

Explicó que este dispositivo tiene la cualidad de ser ligero, se puede llevar a cualquier lado; se coloca, se conecta, se toman los instrumentos, cuenta con los orificios para abordar la cavidad, y a partir de esto el estudiante puede hacer el desarrollo de las destrezas básicas bajo condiciones de una visión plana. “La ventaja de este dispositivo de entrenamiento es que es barato; por otro lado tiene una cualidad más, para quien lo tiene: estar a su disposición para desarrollar la destreza el tiempo que sea necesario.”

Finalmente indicó que desde el punto de vista del adiestramiento, éste se tiene que hacer con animales de experimentación; en la FM se emplean los conejos, que permiten procedimientos como apendicectomías y colecistectomías. Con el animal se puede desarrollar una habilidad adicional de delicadeza sobre los tejidos y obviamente hacer otro tipo de procedimientos como funduplicaturas, así como la visualización del canal inginal.

Por su parte, el académico doctor Jesús Tapia Jurado, ex presidente de la Sociedad Mexicana de Cirugía General, habló de “La cirugía laparoscópica desde la perspectiva del cirujano general”; en el tema el cirujano indicó que para el Colegio Mexicano de Cirujanos, los cinco grandes avances que hubo en el siglo pasado para el paciente quirúrgico fueron: la aparición de los antibióticos, la terapia intensiva, el uso fragmentado de la sangre, el apoyo nutricional y el desarrollo de la cirugía de mínima invasión, sin olvidar el desarrollo de la anestesia y la analgesia.

“El cirujano debe decidir y operar de acuerdo con sus conocimientos, sus habilidades y su experiencia”, y propuso luchar por nuevas técnicas, nuevas opciones para hacer una cirugía más segura, menos traumática, más anatómica, más funcional y menos riesgosa.

Al mismo tiempo recomendó aceptar todo lo nuevo de la tecnología y no perder el camino para llegar a ser médicos humanistas, excelentes clínicos, virtuosos con las manos, docentes de calidad, investigadores brillantes y persistentes en la educación continua.

El doctor Antonio Carrasco Rojas, presidente de la Asociación Mexicana de Cirugía General, cerró la ronda de conferencias con el tema “El futuro de la educación en cirugía”. El propósito de su charla fue recordar a Owen H. Wagenstenn, uno de los grandes cirujanos del mundo, quien durante más de 50 años estimuló a jóvenes estudiantes a desarrollar destrezas en la cirugía en el Colegio Americano de Cirujanos.

Al hablar de la deficiencias en la enseñanza de la cirugía, el académico señaló que los programas curriculares de la especialidad no van a la par de lo que se está haciendo en el resto del planeta. Apuntó que nuestro país está pasando por crisis: la falta de información, el sindicalismo y la burocracia son dilemas nacionales, “... el poco liderazgo y la falta de imaginación es otro de los problemas graves que estamos padeciendo, porque en cirugía no estamos teniendo investigación.”

Señaló que el Sistema Nacional de Investigadores tiene siete mil 500 integrantes. En el área de medicina sólo hay 765 y en la de cirugía solamente hay 21.

Por último, consideró necesario para el cirujano más ciencias básicas. Aunque seamos cirujanos y estemos operando, necesitamos medicina basada en evidencias, cursos bien definidos, lugares donde se pueda ejercer la cirugía de invasión mínima y otros cursos teóricos y prácticos que son importantes. Necesitamos laboratorios más adecuados, una metodología científica, lectura crítica, honestidad y una apreciación crítica de nuestras manualidades”, concluyó.

Al terminar el simposio el doctor José Narro Robles hizo la declaratoria de clausura y señaló que para la FM es motivo de orgullo poder tener una colaboración con la Academia, que está inscrita en la historia médica de nuestro país, que ha desempeñado una función relevante en bien de la salud del pueblo de México, que ha contribuido a la formación de recursos humanos, que ha colaborado para el desarrollo y a la mejor organización de los servicios de salud en México, y que se hace aún más relevante porque es el órgano de consulta del gobierno de la República. “Es un gusto haberlos recibido hoy en la FM y habernos podido beneficiar con los conocimientos y conceptos que durante la sesión se difundieron”, declaró.