Gaceta Facultad de Medicina UNAM
25 marzo 2007
Facultad de Medicina UNAM

 

BAJO EL MURAL

J.A.T. no es meramente jazz y la Robinson

No es sólo jazz

Con música improvisada, al igual que su vida, Josué Amador se recrea con la contemporaneidad de los acordes y nos lleva a su mundo de manera armónica. Entre los clásicos y el jazz, pasando por el rock, no importa si se trata de actualizar en el día y el momento existencial que vivimos.

“Es música con improvisación porque tocamos rolas originales... y se caracteriza el trío, como que tratamos de juntar varias cosas de improvisación con rock o contemporánea... es un poco la sonoridad, un poco que es más música contemporánea que de jazz...”, apuntó Josué.

“Por los instrumentos, la guitarra es lo que toco yo (Juan Carlos Buchán en el contrabajo, y Ricardo Fernández en la batería), empezó como un trío de jazz que tiene contrabajo, batería y guitarra o piano”, agregó.

Josué es innovador y creativo, quizá por haber nacido un 23 de septiembre, apenas media hora después de la media noche. Es guitarrista y compositor poblano con estudios en México de guitarra clásica y eléctrica, de ahí su dualidad y forma alternativa de ver la vida, muy acorde con los tiempos actuales.

J.A.T. es un banda que mezcla la improvisación y la espontaneidad jazzística con estructuras musicales concertistas, lo que da un resultado innovador. Después de los avatares de Josué como músico o director musical, invitado en diferentes agrupaciones como: Toxígeno, VWBonsai, Periscopio, Espiral jazz cuarteto y ahora en J.A.T., ha recorrido la República dando conciertos.

Josué Amador Trío es un grupo visitante muy asiduo a la Facultad de Medicina: “Van como tres veces que venimos, que nos han invitado, y porque es muy ‘chido’ tocar aquí porque puedes tocar lo que quieras.”

Finalmente Josué añadió que la música que compone la interpreta “... por gusto, me gusta la música clásica y la música contemporánea, entonces, quiero hacer música contemporánea de concierto, pero para un ensamble chico de jazz, ¿no?”

Visita la página: www.josueamador.com

La Robinson clásica
Concentrada, atenta a sus manos, que a sus oídos nada escapa. Con una propuesta diferente Bajo el Mural, la artista acaricia la guitarra y conlleva sonoridades clásicas con respeto y artificio al viento, como si agradeciera a los autores tanta virtud y trabajo de la alta escuela musical.

Las cuerdas y el virtuosismo

Rosa María Robinson, una joven de rostro sereno y blanca piel, nos ubica en otra escala melódica. “Lo clásico, si bien no está bien difundido, es una música que con poquito que se escuche, que se tenga experiencia, se puede llegar a entender y a disfrutar de una manera increíble...”

La virtuosa de la guitarra no considera que esta música esté incomprendida. “No, yo pienso que existe muchísimo público y a la gente le gusta mucho, es más bien un poco desconocido, hay poca difusión, es cosa nada más de que la escuchen para que les guste”, añadió.

En México nos quedamos cortos con relación a otros países en cuanto a la difusión. “Creo que la UNAM y el INBA hacen un buen trabajo, les falta bastante y esperemos que exista más difusión”, agregó Rosa María.

“Yo doy conciertos generalmente en salas, en festivales, algunas veces me voy a lugares lejanos de la ciudad, o a lugares donde no pueden llegar los conciertos. He dado en varios estados de la República y en Italia; muy bien, los mexicanos siempre somos muy bien recibidos.”

Estudió en la Escuela Superior de Música del Instituto Nacional de Bellas Artes, bajo la dirección del maestro Mario Beltrán del Río. Empezó a estudiar en el año 1996, terminó la carrera y se título hace poco. “Tengo tocando desde ese año, o sea, hace 10 a 12 años.” Obtuvo un diploma al mérito en el curso de perfeccionamiento en guitarra en la Academia Musicale Chigiana, bajo la dirección del maestro Osacar Ghiglia, sucesor del guitarrista Andrés Segovia, de 2004 a 2006.

Ha sido invitada a participar en el Kalispherion, música experimental y contemporánea presentada por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes en México, en 2004, e invitada por el cuarteto italiano 24 Corde en la Pieve de Casiano delle Masse, en Montalbuccio, Italia, 2006.

Rosa María interpretó en la Facultad de Medicina, entre otras piezas, una Fantasía, del compositor inglés John Downland; del autor mexicano Manuel M. Ponce, la Sonata número tres; una Suite en re menor, de Silvius Leopold Báez, y la Tarantela, de Merts.

Ganó, junto con el trío Eufonía, el primer premio en el concurso de ensambles del Festival de Guitarra de la Capilla del Centro Cultural Helénico (2003) y la beca “Artes por todas partes” del Instituto de Cultura de la Ciudad de México. Sin embargo, los autores favoritos de Rosa María son: Manuel M. Ponce y Joan Sebastian Bach, de quien prefiere cualquier transcripción en barroco.