Gaceta Facultad de Medicina UNAM
25 marzo 2007
Facultad de Medicina UNAM

 

Beatriz González Pérez, Elia Espinosa de Ávila y Daniel
González Estrella, afortunados ganadores del
Concurso Radiológico del mes de febrero

  • Intensa participación

El caso clínico radiológico presentado por el doctor Tadeo Alejandro Frías Guillot el pasado 23 de febrero mostró a los alumnos la importancia de la imagenología y de todo lo que con ella se puede descubrir.

En esta ocasión, fue un caso interesante y muy demostrativo desde el punto de vista clínico y de imagen, que refirió a un paciente masculino de 80 años de edad, quien sufrió una caída en las escaleras de su hogar y no presentó pérdida del estado de alerta; sin embargo, mostró un tumor importante en la región cervical, principalmente en la parte de arriba, con dolor intenso en la porción superior de la región cervical, además de una contractura muscular que, según explicó el doctor Frías, hizo pensar en un padecimiento cerebrovascular.

Los afortunados ganadores con los encargados del concurso

Precisó que a su ingreso hospitalario tenía dolor intenso con las constantes vitales normales, y no se encontraron alteraciones neurológicas según los datos informados por el personal de urgencias que lo recibió y lo canalizó al Departamento de Radiología, el cual informó que no existía ningún problema neurológico.

Tras ello, dijo, era necesario analizar cuál era el área anatómica o la clínica que indicaba un problema en el cuello, para lo que fue necesario hacer un estudio raquianológico de éste.

En el auditorio “Raoul Fournier” de la Facultad de Medicina, el doctor Frías mostró la vista exploradora y explicó que en la imagen observada por los alumnos se apreciaba a un paciente que utilizaba collarín y que se encontraba molesto debido a una contractura muscular en el cúbito dorsal.

Precisó que al analizar las imágenes radiológicas siempre es necesario ubicar cuatro parámetros: alineación, integridad de las estructuras óseas, persistencia y forma adecuada de los espacios intrarticulares, así como el estado de las cavidades articulares.

De esta forma, en las imágenes señaló la separación del arco de la primera vértebra cervical y explicó: “Si ustedes ven la placa lateral en relación con lo que se encontró al hacer el estudio de la tomografía, realmente es una alteración importante en toda la estructura lateral, hay fracturas tanto en los arcos anteriores como en el posterior.”

Además, expuso la diferencia entre los ligamentos dañados y los no dañados, y mostró la que existe entre una placa simple y una tomografía computada, a la que muchas veces los pacientes no tienen acceso. Por ello, explicó que es importante ubicar los padecimientos en las placas simples.

La placa se tomó con el paciente parado de forma lateral o sentado con la cabeza erguida, lo que permite mostrar una buena imagen anatómica desde el punto de vista radiológico. En la placa simple es necesario revisar los parámetros llamados pilares. El primero es el pilar anterior, que definió como “una línea imaginaria que se traza en el anterior de los cuerpos vertebrales y es donde se ubica el ligamento longitudinal, grueso y resistente, anterior de la columna, lo que lo hace ser muy importante, porque cuando muestra un problema indica que la lesión o la patología son muy graves.”

La segunda línea, afirmó, está en la parte posterior de los cuerpos vertebrales, lo que indica que el ligamento longitudinal posterior es muy fuerte y señala concordancia con las estructuras anatómicas; mostró las plataformas de los cuerpos vertebrales que coinciden, independientemente de sus irregularidades.

Agregó que hay una parte posterior de los cuerpos vertebrales donde las dos láminas de la vértebra se unen. “Su importancia radica en que es donde se encuentra la médula espinal, y sí existe alguna alteración hay que pensar en la posibilidad de una lesión medular, que se puede presentar de forma inmediata o luego de algún tiempo, debido a la compresión que puede provocar cambios anatómicos irreversibles, como el rompimiento de los ligamentos.”

Mostró la línea laminoespinosa, donde se encuentra alojada la médula espinal, y explicó que en este caso, la lesión fue obvia.

De esta forma, basado en todas las consideraciones de las imágenes demostrativas, el doctor Frías planteó a los alumnos diez diagnósticos probables: 1) Fractura corporal anterior de C2); anterolistesis de C2-C3; 3) disminución del espacio intervertebral C3-C4; 4) fractura del arco posterior de C1; 5) aumento del espacio prevertebral por hematoma secundario a daño ligamentoso; 6) desplazamiento anterior de la apófisis odontoides; 7 fractura lineal sin hundimiento en región occipital; 8) anterolistesis de C4-C5; 9) calcificación de arterias carotídeas por aterosclerosis, y 10) sin alteraciones visibles en el presente estudio, y dijo que se trató de una fractura de atlas por compresión con desplazamiento de la misma, lo que resultó en la respuesta correcta número 4: fractura del arco posterior de C1.

Finalmente el doctor Jarod Escobar, miembro del Programa de Atención a la Comunidad y responsable de la organización de este concurso radiológico, informó que de los 199 participantes, 90 respondieron correctamente, entre quienes se sortearon tres impresoras. Los ganadores fueron: Beatriz González Pérez, Elia Espinosa de Ávila y Daniel González Estrella.