Gaceta Facultad de Medicina UNAM
25 marzo 2006
Facultad de Medicina UNAM

Libros

Diagnóstico y tratamiento en la práctica médica, obra editorial que promete convertirse en uno de los textos básicos para la enseñanza médica en América Latina

  • Una obra producto de 130 autores
  • Durante su primera presentación participan profesores eméritos de la FM
Los comentaristas junto a dos de los coordinadores del libro

Diagnóstico y tratamiento en la práctica médica es una obra coordinada por los doctores José Narro, Octavio Rivero y Joaquín López Bárcena; reúne a 130 autores mexicanos que en sus textos reflejan su práctica cotidiana como médicos, directores de instituciones y maestros de la medicina, por lo que es una referencia única de ayuda al binomio maestro-alumno en el plano de la docencia y que trasciende de las aulas al plano asistencial en manos de los profesionales recién egresados.

En este libro el médico general y el estudiante de medicina encontrarán 82 capítulos con información básica y práctica acerca de los padecimientos más frecuentes. Incluye numerosas ilustraciones, un fascículo impreso a color de padecimientos dermatológicos y un índice para la consulta de temas específicos.

Para dar a conocer públicamente esta obra, el pasado 7 de marzo se llevó a cabo la primera presentación, donde participaron como comentaristas los profesores eméritos de la Facultad Fernando Ortiz Monasterio y Rubén Lisker Yourkowizky.
Ante un auditorio lleno, el doctor Ortiz Monasterio confesó haber tenido poco tiempo para revisar el voluminoso y pesado texto que tiene información sobre un gran número de temas. Comentó que es una obra que por sus características vale mucho la pena y que desde luego no encontró más que cosas buenas que comentar, no críticas, sino observaciones que se le ocurrieron.

“Cubre una gama enorme de temas bien balanceados. Está escrito por 130 autores y yo me puse en el lugar de los coordinadores. ¡Coordinar a 130 personas!, que entiendan cómo es el formato que se les pide y lo entreguen a tiempo, es una obra de romanos. Todos los que hemos trabajado en alguna otra obra como participantes o como editores sabemos que esto es una verdadera pesadilla, y si se multiplica por 130, realmente mis respetos.”

Comentó que a su parecer no es sólo para el médico general, sino para el especialista, porque éste pierde contacto con muchas otras cosas de la medicina que son importantes. Le encantaría saber todo lo que se encuentra en el libro y prometió consultarlo cuando se le ofrezca.

Con la idea de que es un libro de consulta para personas ocupadas —agregó— la información debe estar actualizada y es una gran responsabilidad de los autores que ésta no debería ser más vieja de diez años.

“Encontré que mucha bibliografía tiene más de 20 años y siento que para quien trata de leer un artículo así no está actualizado el conocimiento. También me llamó la atención el número de citas. En capítulos concisos debe haber un número pequeño de citas, aquellas con las que se puede ampliar el conocimiento, o las citas clásicas y, en general, creo que se conserva este criterio.”

Como sugerencias propuso que para futuras ediciones se agregue un pequeño manual para el usuario que no vive en el medio académico para acceder a las citas. Asimismo, dijo que considera que son necesarios dos capítulos más, uno sobre quemaduras y otro sobre tratamiento de heridas.

Felicitó por último a los autores y a los coordinadores por producir una obra de consulta que para él fue extraordinariamente agradable leer y contar.

Durante la reunión que se llevó a cabo en el auditorio “Alberto Guevara Rojas” de esta Facultad de Medicina, el doctor Rubén Lisker Yourkowizky, también director de investigación del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición “Salvador Zubirán”, aseveró que el haber distribuido la temática de la obra después de revisar los datos de morbilidad y mortalidad nacionales fue muy acertado.

“También fue un acierto que en el libro se plasmen experiencias de nuestros médicos, ya que además de ser estimulante para los autores, la práctica médica de cada país tiene sus propias características.”

Dijo que el haber invitado a un abogado a elaborar el marco jurídico de la medicina y describir la relación de los médicos con el Estado, con otros médicos, con sus pacientes y con la sociedad en general, también fue acertado, a lo que agregó: “Este capítulo, como el resto que revisé, tiene la virtud de que se entiende con facilidad, lo que equivale a decir que está bien escrito y resulta excepcional.

“Conozco personalmente a un buen número de quienes escribieron la obra y estoy de acuerdo con el doctor Narro en el sentido de que la lista de autores incluye a muchos médicos destacados conocedores y con una distinguida trayectoria profesional, en la que han realizado en grado variable las tres funciones del médico: atención, enseñanza e investigación.”

Confesó no ser la persona más indicada para sugerir de alguna manera mejorar la obra, pero se atrevió porque finalmente no es más que una aportación más a la meta final de tener la mejor. Para ello, recomendó incluir dos o tres nuevos capítulos. Uno sobre la importancia de los factores genéticos de las enfermedades; un segundo sobre ética médica, no sólo tradicional, sino sobre temas de actualidad, y un último sobre términos. En este caso se podría solucionar su petición con un buen glosario.

Para finalizar, aseveró que por “hablantín” tendrá que pagar el precio de que lo pongan a trabajar, pero no se arrepiente de haber dicho las líneas anteriores “ya que mi único propósito es mejorar algo que ya es bueno”.

Al tomar la palabra, el doctor José Narro, director de la Facultad, y en nombre de los coordinadores, agradeció a los comentaristas sus críticas y aportaciones.

Dijo que esta obra es un esfuerzo colectivo en el que tres personas tuvieron que coordinar, pero que es de todos. La calificó de ser una aventura intelectual muy interesante y que lo que sigue es una segunda edición.

A la casa editorial también le dio las gracias porque la tarea que se impusieron fue compleja en un tiempo récord, en condiciones difíciles, principalmente al doctor José Luis Morales, editor médico, ya que sin su auxilio no habría sido posible este trabajo. Asimismo al doctor Jorge Avendaño y a sus colaboradores un reconocimiento por toda la ayuda que brindaron para tener esta obra a tiempo.

Antes de concluir, dijo aceptar los retos expuestos por los comentaristas y se comprometió a sumarse a la obra: “No quiero ser indiscreto, pero ni modo, la picardía me obliga y gana en esta ocasión.

“Invitamos a Fernando Ortiz Monasterio a que escribiera de quemaduras, dijo que no podía en ese momento, pero ahora que él lo dijo, ya va a poder. Con Rubén estaba esperando que él nos los dijera. Estoy seguro de que mis colaboradores, compañeros y amigos, los grandes médicos que están presentes, aceptarán que estemos juntos en la segunda edición. No puedo decir que he sido medio chapucero al invitar al doctor Carlos Castillo al presidio, porque lo queremos invitar, y lo digo públicamente, será difícil que diga que no con un artículo que le tenemos listo.

“En la segunda edición quisiéramos mejorar muchas cosas, por lo que nos hemos reunido hace un par de semanas para plantear nuevas opciones y tareas y comentarlas con la editorial; pensamos que si unas de ellas pueden llevarse a la práctica la obra va a ganar y será una segunda edición, no sólo revisada y mejorada, sino mejor dirigida en su propósito; aprovecharemos los elementos que tenemos a nuestra disponibilidad hoy en día, por ejemplo, para tener ligas con la bibliografía o con algunos de los capítulos básicos a través de los medios electrónicos. Aprovechando la experiencia trataremos de contar con casos clínicos, un banco de preguntas, en fin, una serie de planteamientos que nos hemos hecho para poder tener una segunda edición actualizada y mucho mejor”, concluyó.

Por su parte, el ingeniero Hugo Setzer, gerente general de la Editorial El Manual Moderno, dijo ser un gusto participar en la presentación de esta obra tan particular, por el número de autores que contribuyeron y por su magnitud, pues desde hace 50 años están comprometidos con la impresión médica y con el objetivo de apoyar al autor nacional.

Aseveró que este libro promete convertirse en uno de los textos básicos para la enseñanza médica en América Latina y es un orgullo que se haya gestado en esta Facultad de Medicina.

“Estamos comprometidos con los coordinadores a seguir trabajando en su actualización en nuevas ediciones para darle continuidad, vigencia y mantenerla en el lugar que pretende”, concluyó.

Durante la presentación se hizo una breve interrupción por parte del doctor Jorge Avendaño Inestrillas, jefe del Departamento de Publicaciones de la Facultad, para agradecer a la Editorial El Manual Moderno por acompañarla en este proyecto editorial y otra para todos los autores y coautores por su generosidad al ceder las regalías que pudieran recibir por su venta y formar un fondo de becas para estudiantes de esta Facultad.

Durante el acto, también estuvieron presentes los doctores Octavio Rivero Serrano, profesor emérito, y Joaquín López Bárcena, secretario general, ambos de la FM, así como Carlos Castillo Henkel, director de la Escuela Superior de Medicina del Instituto Politécnico Nacional.