Gaceta Facultad de Medicina UNAM
25 marzo 2006
Facultad de Medicina UNAM

En agradecimiento a su labor y esfuerzo, fue reconocido el trabajo del personal jubilado durante 2005

  • Importante agradecer su labor no sólo como trabajadores sino también como jubilados
Se reconoció el trabajo desarrollado durante los años de servicio dedicados a esta dependencia

El pasado 28 de febrero, en una merecida ceremonia, fue reconocido el trabajo del personal jubilado académico y administrativo de base y confianza que dejó de prestar sus servicios a la Facultad de Medicina durante el año 2005.

En el auditorio “Alberto Guevara Rojas”, el primero en tomar la palabra fue el doctor Heriberto Larios Mendoza, quien habló en representación de los académicos galardonados, y luego de agradecer la oportunidad, afirmó que fue un honor trabajar para esta Facultad, en la que algunos de los jubilados se formaron, donde encontraron un ambiente favorable para su desarrollo, y donde durante muchos años tuvieron el privilegio y la satisfacción de formar parte del personal administrativo y académico que con un gran sentido de responsabilidad participaron en la formación de varias generaciones de médicos generales y especialistas que prestan sus servicios en toda la República y muchos países, en los que son reconocidos por su capacidad para resolver los problemas de salud de la población.

Además, instó a sus compañeros a sentir el orgullo de colaborar en actividades que hacen que esta Facultad mantenga un lugar relevante en el ámbito de la educación médica nacional y sea una de las dependencias más importantes de la UNAM.

“Nos hemos retirado físicamente de este recinto, pero seguramente siempre estará presente en los múltiples recuerdos de los 30 años o más de los que laboramos con gusto y donde convivimos con muchos compañeros de trabajo. Desde luego no olvidaremos a todos los alumnos que pasaron por las aulas, centros de salud y hospitales durante todo este tiempo” agregó.

La jubilación, aseveró, ha sido definida como la pérdida del rol laboral. “Este retiro implica un cambio en la vida cotidiana, una reestructuración de contactos sociales y familiares, y disponibilidad de una mayor cantidad de tiempo libre, de modo que hay que estar preparados para que este periodo resulte agradable y significativo. No sólo es tiempo para recordar todo lo que hicimos, sino que debemos mantenernos activos, y buscar nuevas expectativas y actividades productivas, conservar al máximo la salud física y mental.”

Agradeció la ceremonia que con el fin de reconocer la labor y el esfuerzo desarrollados durante muchos años por el personal recién jubilado, es una manifestación más del humanismo que caracteriza a esta dependencia, y deseó a sus compañeros que disfruten de muchos momentos agradables en compañía de sus seres queridos.

Asimismo, a nombre de los trabajadores galardonados, habló Guillermina Pedroza Gallardo, quien expresó el honor y el orgullo de haber laborado en esta importante y noble institución: la UNAM, “nuestra alma máter”, sede que, afirmó, les proporcionó un trabajo remunerado para el sustento de las necesidades propias y de sus familias, además de nuevos y variados conocimientos por medio del estudio para permitir su formación y desarrollo, como personas y como trabajadores.

Señaló que el trabajo de los ahora jubilados, “constituye un eslabón importante en la cadena del esfuerzo colectivo, encaminado a una meta: a la realización de los objetivos de nuestra Universidad, ya que es aquí donde pasamos la mayor parte de nuestra vida, donde fuimos creciendo en lo físico, lo intelectual, lo laboral y también en espíritu.”

Ante un auditorio lleno resaltó que este espacio les brindó la oportunidad de conocer personas importantes, “verdaderos camaradas” con quienes compartieron conocimientos, ideas, trabajo, esfuerzos, alegrías y tristezas.

“Cómo no querer a nuestro trabajo si a través de él expresamos el amor a esta institución, porque con ello se alimentó nuestro espíritu, el que habla por nuestra raza, el que nos distingue como país. Ya no estamos laborando aquí, pero seguimos perteneciendo a esta gran familia, aún llevamos puesta esa camiseta universitaria que no sólo es azul y oro, sino también responsabilidad y servicio que reflejamos en nuestro diario vivir, traje de gala portado con orgullo donde quiera que vayamos; por todo esto tenemos presente y grabado en nuestra mente y corazón ese lema de nuestra Universidad, tan universal: ‘Por mi raza hablará el espíritu”, finalizó.

También departió el secretario general de la Asociación Autónoma del Personal Académico de la UNAM (APAUNAM), doctor Pablo Hernández Silva, quien expresó que la ceremonia de entrega de reconocimientos al personal jubilado durante el año 2005 hace justicia a las personas jubiladas, ya que “no son desecho”, sino gente con valiosa experiencia que ponen al servicio de la sociedad, sirviendo a la patria: “lo universitario se lleva en la sangre hasta el último suspiro nuestro”. Para finalizar su participación, deseó a los jubilados, encuentren en esta nueva etapa de su vida la alegría de vivir.

Antes de la entrega de diplomas y medallas conmemorativas, en representación del ingeniero Agustín Rodríguez, secretario general del Sindicato de Trabajadores de la UNAM (STUNAM), tomó la palabra el licenciado José Luis Gutiérrez, quien resaltó que si la Universidad ha sido catalogada una de las primeras 100 en el mundo, no es porque sea “un ente que viva en los espacios físicos, sino que la UNAM se conforma de personas que piensan y trabajan”, cuyo trabajo es sin duda el que la sostiene. “Ojalá que sigamos avanzando como universitarios y como UNAM”, afirmó.
De esta forma, recomendó a los jubilados prepararse mentalmente para seguir siendo universitarios “porque ser universitario es algo que se tiene adentro, es una forma de pensar, sentir y actuar, es una cultura”, y hay que prepararse para una nueva vida.

Durante la ceremonia organizada por la Coordinación de Servicios a la Comunidad por conducto del Programa Medios de Difusión, se entregaron reconocimientos a los 58 jubilados durante el año pasado.

Finalmente, tomó la palabra el doctor José Narro Robles, director de la dependencia, quien indicó que el motivo de la ceremonia fue reconocer el trabajo que a lo largo de varios decenios desarrollaron, los ahora pensionados en esta Facultad a favor de la UNAM.

Explicó que el trabajo realizado cada día a lo largo de todos esos años y de todas las generaciones de trabajadores, “ha hecho posible que la Universidad tenga el nivel y el lugar que ahora ocupa”, y agregó que el trabajo sistemático de los presentes y de las generaciones que los antecedieron representa una tradición de compromiso que se contagia al resto de la comunidad, “lo que ha hecho que la UNAM tenga un lugar muy especial en la sociedad mexicana”.

Frente a colaboradores de la Facultad; jefes de departamento; destacados profesores; representación de la APAUNAM y el STUNAM; trabajadores administrativos, de base y confianza, agradeció su presencia y señaló que ese reconocimiento lo ha logrado la UNAM por sus 450 años de historia, y 427 en la enseñanza de la medicina, lo que la hace ser la escuela de más antigüedad en el continente americano en esa práctica, “... donde año con año cada uno de ustedes, desde las generaciones más modestas hasta los sitios más encumbrados, han contribuido para desarrollar ese sentimiento de orgullo, de grandeza, de pertenencia a la Universidad y a la nación. Ese sentimiento de servicio a nuestra Facultad y para con la salud de los mexicanos.”

De esta forma, aseguró que ése es el motivo para celebrar de manera honesta y sencilla, no sólo los años de trabajo, sino también la jubilación de los trabajadores, para no olvidar decirles gracias “a quienes habían hecho ese esfuerzo, a quienes le habían quitado tiempo a su familia, a quienes se habían comprometido con la institución”.

A los galardonados se les entregaron un diploma y una medalla, de la cual, el director de la dependencia dijo: “Es una medalla acuñada hace un par de años, cuando se cumplieron 425 años de enseñanza de la medicina en el continente, porque queremos que sientan el orgullo de esa tradición y porque queremos que sientan que por lo menos 30 de esos 425 años, ustedes formaron parte de esta historia, de esta aventura intelectual maravillosa que se desarrolla todos los días en la Facultad, formando estudiantes en el pregrado y el posgrado, avanzando el conocimiento o tratando de prestar servicios a la sociedad mexicana.“

Cabe señalar que también estuvieron presentes para reconocer el trabajo de los jubilados, la licenciada Guadalupe León Villanueva, secretaria administrativa, y el doctor Joaquín López Bárcena, secretario general, ambos de esta Facultad.