Seminario
Permanente de Salud en el Trabajo El estrés es considerado como una epidemia mundial y tiene graves repercusiones en la salud del trabajador, tanto en su vida personal como en la familiar, y en la empresa o institución en la que labora. Para las compañías estadunidenses la enfermedad provoca pérdidas de alrededor de 200 a 300 mil millones de dólares al año, en términos de la productividad disminuida, y de los costos médicos y legales que tienen que pagar por el estrés, los accidentes de trabajo, la rotación de personal y el ausentismo. Pero además padecer estrés significa 30 por ciento de mayor probabilidad de tener accidentes de trabajo. Éstos fueron algunos datos que mencionó el doctor Salvador Ríos Martínez, médico internista y especialista en el manejo del estrés, durante su participación en la sesión del mes de febrero del Seminario Permanente de Salud en el Trabajo, y quien dio un panorama general del padecimiento considerado por la OMS y la ONU como epidemia mundial. En el auditorio “Fernando Ocaranza”, Ríos Martínez señaló que de acuerdo con el doctor S. Kelly, el estrés es la respuesta física que tienen todos los seres vivos, desde el punto de vista fisiológico y psicológico, para adaptarnos y ajustarnos a las presiones tanto internas como externas, y que el agente estresante es un hecho, una situación, una persona o un objeto que son percibidos como elementos perturbadores y desencadenan estrés. Sin embargo, indicó que, desde el punto de vista fisiológico, el estrés es necesario para sobrevivir, “... el problema es cuando esa respuesta fisiológica se eterniza o se prolonga indefinidamente y empieza a producir daño en nuestro organismo”, aclaró. Lo que se ha llamado “diestrés” es una aceleración de los mecanismos de desgaste de nuestro organismo, quiere decir que se están produciendo radicales libres de oxígeno y otras moléculas que van dañando nuestra célula y apresuran así el proceso de envejecimiento, afirmó. Aseveró que las consecuencias del estrés pueden ser por efectos subjetivos, conductuales y cognoscitivos. Los primeros son ansiedad, depresión, apatía y frustración. Los conductuales son alcoholismo, drogadicción, trastornos del apetito y accidentes. Los cognoscitivos son falla en la concentración y olvidos frecuentes, entre otros. Al hablar de los factores que producen estrés ocurridos en las empresas, el doctor Ríos Martínez indicó que la sobrecarga de trabajo, el ruido y la incertidumbre laboral son los agentes que lo desencadenan. “Así, el estímulo estresante va a ser procesado por las vías neuronales a nivel de los sistemas límbico y nervioso autónomo para estimular las glándulas suprarrenales, y esto genera liberación de cortisol, adrenalina y noradrenalina en la corteza y en la médula suprarrenal”, explicó. Reveló que el estrés puede desencadenar angina de pecho, hipertensión arterial sistémica y arritmias ventriculares. A nivel respiratorio suele agravar o provocar ataques de asma bronquial y agudización de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica. Desde el punto de vista endocrino puede ocasionar diabetes mellitus, hipertiroidismo, obesidad, anorexia nerviosa, bulimia y síndrome de hipoglucemia. A nivel genitourinario origina problemas hormonales, impotencia sexual, anorgasmia y cistitis intersticial. Recalcó que se debe concientizar a los ejecutivos de empresas que tener trabajadores con estrés representa pérdidas económicas. Como dato citó que en Estados Unidos el ausentismo laboral registra un millón de empleados que no asisten a sus puestos laborales diariamente debido a estrés. El Instituto de Compensaciones de los Trabajadores de California reportó, entre 1979 y 1988, un aumento de 700 por ciento en el número de reclamaciones por estrés en la empresa. El especialista indicó que si existe en el personal evasión de responsabilidades, constantes quejas sin presentar soluciones, malas relaciones interpersonales, aumento en la tasa de incidentes, distracciones, mayor ausentismo, aumento de retardos, mayor cantidad de permisos para salir temprano, mayor consumo de alcohol y casos de hipertensión arterial significa que los trabajadores están sufriendo de estrés laboral importante. Señaló también que el manejo del estrés debe tener tres enfoques: individual, grupal y organizacional. Esto implica el manejo de los factores de riesgo y detectar cuáles son los agentes productores de estrés a los que están expuestos los empleados. “Todo trabajador debe ser evaluado para determinar en su historia clínica laboral si existe susceptibilidad a padecer estrés; determinar en esta historia cuáles son los agentes estresantes a los que está expuesto y buscar manifestaciones clínicas del mismo.” Los síntomas iniciales más comunes antes de padecer alguna úlcera o infarto pueden ser irritabilidad, debilidad o fatiga, trastornos del sueño, alteraciones del talante y en la concentración mental, así como deterioro de la memoria. Todo ello se obtiene mediante cuestionarios estandarizados para hacer la detección de personas que están sufriendo mucho estrés. Finalmente el doctor Ríos Martínez señaló que los médicos de empresa deben ayudar al individuo que tiene este padecimiento y hacerlo resistente por medio de la promoción de mecanismos psicológicos para poder enfrentar los eventos estresantes del ambiente laboral. “No alarmarse, mejorar la comunicación, el ambiente de trabajo, organizarlo, evitar a las personas negativas, seleccionar la lectura y los programas de televisión, son algunos de los elementos para el manejo del estrés”, concluyó. |