Celebran con jornadas culturales 30 años de la licenciatura en investigación biomédica básica
En la ceremonia de inauguración de las jornadas culturales por el 30º aniversario de la creación de la licenciatura en investigación biomédica básica se reunieron, en las instalaciones de la Facultad de Medicina, sus fundadores, el rector de la UNAM, Juan Ramón de la Fuente, Guillermo Soberón y otras autoridades universitarias, para hablar de la historia y los logros que la conforman como un proyecto académico exitoso. Al dar inicio y bienvenida a estas actividades, el doctor José Narro Robles, director de la FM, señaló que a lo largo de tres decenios esa licenciatura y la Universidad Nacional han sufrido cambios cuantitativos y cualitativos importantes, que en este caso la han convertido en un proyecto de éxito con el que la UNAM ha podido seguir profundizando su compromiso y convicción con la salud y la ciencia de nuestro país. En este aspecto, el doctor Juan Pedro Laclette, director del Instituto de Investigaciones Biomédicas (IIBm), coincidió al mencionar que el número de aspirantes se incrementa año con año, lo que crea su propio mercado, además de que la licenciatura cumple exitosamente con el objetivo de captar vocaciones tempranas hacia la investigación científica para conducirlas prontamente hacia el posgrado. A la fecha se han titulado 166 alumnos; cerca de 90 por ciento han continuado estudios de posgrado, 84 han obtenido maestría y 67 doctorado, de los cuales un buen número realizó adiestramiento posdoctoral y actualmente son investigadores en México y en el extranjero; otros más cursan posgrado dentro y fuera del país. “Es una licenciatura pequeña pero con un prestigio grande y bien merecido”, dijo Laclette. Además destacó que en 1974 inició en el IIBm ese experimento docente, el cual tuvo auge muy pronto y se extendió a otras sedes, como el Centro de Investigación sobre Fijación del Nitrógeno, el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología y el Instituto de Fisiología Celular (IFC), con lo que se convirtió en la primera licenciatura compartida por varias entidades académicas de la UNAM. Actualmente está integrada a la FM y la responsabilidad de llevar a cabo el programa académico la comparten el IIBm, el IFC y la propia Facultad. Debido a situaciones adversas, como la separación de algunas sedes, se iniciaron gestiones para mantener la licenciatura y afiliarla a una facultad, y fue en diciembre de 1997 que la de Medicina solidariamente ofreció llevar a cabo el manejo administrativo de la carrera. A principios de ese año, investigadores de biomédicas y de fisiología celular comenzaron el análisis y revisión de la estructura y operación del plan de estudios, al cual se le propusieron modificaciones que fueron aprobadas por el H. Consejo Técnico de la Facultad de Medicina y por el Consejo Académico del Área de las Ciencias Biológicas y de la Salud (CAAByS) en 2002, concluyó. Por su parte, la doctora Georgina Hernández, directora del Centro de Fijación de Nitrógeno, como egresada de la tercera generación de la licenciatura en investigación biomédica básica, expresó que desde su inicio este experimento académico contó con el apoyo de la institución, y por sus logros fue el modelo para la creación de la licenciatura en ciencias genómicas. Más adelante, recordó, el creador de la licenciatura fue el doctor Jaime Mora, quien, junto con otros investigadores lideró el grupo de trabajo, aunado a la labor de Mario Castañeda y Jaime Martuscelli en la elaboración del proyecto; este último, uno de los primeros coordinadores, así como con la participación de los tutores fundadores Ruy Pérez Tamayo, José Negrete y Rafael Palacios y, desde luego, el apoyo decidido durante su periodo en la rectoría de Guillermo Soberón. Asimismo, dijo que varios aspectos innovadores de este programa se han incorporado a la docencia universitaria, sobre todo a nivel de posgrado, tales como: la participación directa de investigadores del subsistema de Investigación Científica en la conducción de programas docentes para formar investigadores; la flexibilidad en las actividades académicas o asignaturas de los estudiantes; la existencia de comités tutorales que estimulan el trabajo en equipo, y la participación de diferentes entidades universitarias en cada programa. “La licenciatura en investigación biomédica básica ha resultado en la formación de un elevado número de científicos de calidad y ha contribuido de manera relevante al desarrollo y consolidación de la investigación en ciencias biomédicas en el país”, concluyó la doctora Hernández. En la mesa de honor también estuvieron Jaime Mora, Guillermo Soberón y Jesús Alfredo García Sáinz, director del Instituto de Fisiología Celular, además de la presencia de universitarios de la FM y el IIBm, a quienes el rector dijo antes de inaugurar las jornadas culturales que grandes proyectos académicos como éste tienen una visión de largo alcance y una permanencia independiente de las vicisitudes administrativas que van reubicando sedes e incorporando nuevas estructuras para darles continuidad; el hecho es que esta licenciatura es institucional, es de la UNAM. Por ello, apuntó que la prueba contundente del éxito de este proyecto educativo, además de su planta docente, es la calidad de sus egresados; por otro lado, reconoció el trabajo de quienes crearon esta licenciatura porque después de treinta años es un proyecto visionario, moderno, que desde su concepción marcó una pauta importante de cómo puede mejorarse la oferta educativa en la Universidad Nacional. De esta manera, De la Fuente finalizó al señalar que la oferta educativa tiene que enriquecerse, además de mantener las de corte tradicional, ya que en los próximos años la institución debe ver su desarrollo desde una perspectiva integradora. |