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SOCIEDAD MEXICANA DE HISTORIA Y FILOSOFÍA DE LA MEDICINA 100 años de historia
de la
A cien años de la profesionalización de la enfermería y, de acuerdo con su tradición, la Escuela Nacional de Enfermería y Obstetricia (ENEO) de la UNAM tiene como misión adiestrar profesionales en ese campo con sólidos conocimientos científicos, técnicos y humanísticos, que se destaquen como agentes de cambio en el fomento de la cultura de la salud y en el cuidado de los enfermos. De su historia, forjada en 1905, el legado de sus directores y los retos que enfrenta en la actualidad, habló el maestro Severino Rubio Domínguez, director de la ENEO, durante la conferencia que ofreció en la sesión del mes de mayo de la Sociedad de Historia y Filosofía de la Medicina. En esta oportunidad dio a conocer que el pasado 9 de febrero se conmemoró el primer centenario del nacimiento de la educación formal de la enfermería en México que, al igual que la medicina, pasó de una práctica meramente humanitaria a una humanística, pero con fundamentos científicos muy sólidos. Luego de relatar algunos antecedentes de esta práctica en Europa y en el México prehispánico, el director de la ENEO reconoció que ya desde 1896 se había iniciado la capacitación de algunas mujeres en el Hospital de San Andrés, con ayuda de enfermeras alemanas que se trajeron para tal fin. Sin embargo, tras la inauguración en 1905 del Hospital General se inició el adiestramiento formal de enfermeras; dos años más tarde, en ese mismo nosocomio, el 9 de febrero de 1907 se fundó la Escuela de Enfermería. Para 1911 se incorporó a la Escuela de Medicina de la entonces Universidad Nacional, y se estructuró así su primer plan de estudios de dos años después de la primaria; se instituyó como requisito para cursar la carrera de partera (actividad que nació antes de la de enfermería), de ahí que esta escuela, al integrar la carrera de partera, recibió el nombre de Escuela de Enfermería y Obstetricia. En 1935 se creó el nivel técnico de la enfermería con duración de tres años de estudios, que también fue requisito para cursar la carrera de partera. Para 1948, gracias a la iniciativa de Everardo Landa y Cayetano Quintanilla, la Escuela de Enfermería se independizó de la de Medicina, y se determinó que la enfermera debía tener título y cédula profesional para ejercer. Asimismo, se inició un movimiento de crecimiento a partir de que sus directores tuvieron la responsabilidad y las atribuciones que les confiere la legislación universitaria para promover su desarrollo. Así, la ENEO, luego de ocupar instalaciones administrativas en Pasaje Catedral, la calle de Lerma 76, y la antigua Escuela de Medicina, en 1979 se instaló en Camino Viejo a Xochimilco y Viaducto Tlalpan, donde se concentran todos los servicios que ofrece actualmente, relató el maestro Severino Rubio. Al hablar de la gestión de algunos directores de la Escuela resaltó la labor de la doctora Emilia Léija Paz de Ortiz, segunda directora, quien dio formalidad a las ceremonias de imposición de cofias y a la del Paso de la Luz, y contribuyó a que la ENEO tuviera sus propias instalaciones, mientras que el doctor Alejandro Guerra Rojas, director de 1966 a 1974, anticipó la necesidad de que la Escuela fuera dirigida por enfermeras para que ellas desarrollaran su proyecto educativo. Así, la maestra Marina Guzmán Vanmeeter de Cisneros fue la primera enfermera en ocupar el cargo de 1975 a 1982; ella tuvo la responsabilidad de hacer crecer el proyecto educativo de licenciatura que había nacido en 1968. Posteriormente, con la maestra Graciela Arroyo de Cordero, directora de 1987 a 1994, creció la organización de la Escuela y la matrícula, tanto en el nivel técnico como en la licenciatura, y se ampliaron los cursos postécnicos —nacieron en la gestión de la doctora Paz y se impartieron en todo el país—, mismos que a la fecha son la base más sólida del trabajo de enfermería que se encuentra en el sistema de salud. Con la maestra Arroyo también se institucionalizó el proyecto de posgrado; es decir, de especialidades en enfermería, que actualmente coexiste con la enseñanza de nivel técnico, y se establecieron las bases del proyecto de maestría. Subrayó que gracias a la labor de quienes lo precedieron, en 1982 iniciaron los estudios de maestría en enfermería con énfasis en las áreas: salud mental, comunitaria y administración. En 1997 empezaron los estudios de especialidad y posgrado; actualmente se imparten en los Institutos Nacionales de Cancerología, Perinatología, Cardiología y Ciencias Médicas y Nutrición, y operan en 12 ramas, tales como: atención del adulto en estado crítico, enfermería perinatal, atención en el hogar y enfermería cardiovascular, entre otras. El director de la ENEO explicó que a pesar de los esfuerzos que desde 2003 se han realizado con apoyo de esta Facultad de Medicina, con la que se inició una dinámica de trabajo respecto a docencia, investigación y desarrollo de la enfermería, esta preparación sigue coexistiendo con la capacitación de nivel técnico, postécnico y licenciatura, así como con el nivel avanzado de formación (posgrado), pero aún falta mucho por hacer, pues existe un déficit de enfermeras profesionales, ya que hay cuatro enfermeras con título y cédula profesional por cada 10 mil habitantes. Asimismo, aseguró que la profesionalización de la enfermería ha permitido que se incursione en la investigación como una forma de contribuir en los avances científicos y tecnológicos del cuidado del paciente; para ello, desde hace cuatro años, en el Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía, se estableció la primera unidad de investigaciones en enfermería con la finalidad de guiar el conocimiento científico y humanístico de esta práctica; es decir, para que mejore su imagen social y capacidad de contribución al atender las necesidades de salud de la población en dos roles: colaboración con los médicos (que tiene que seguir siendo eficaz) e independiente, respecto de la responsabilidad específica y a veces especializada de la práctica de la enfermería, pues cada vez se requiere de profesionales preparadas con particular atención en algunas ramas del conocimiento. Luego de resaltar que en la actualidad existen 593 escuelas de enfermería en el país, de las cuales 103 imparten el nivel licenciatura, siete el técnico superior universitario y 490 el técnico, hacen falta enfermeras de alto nivel, de manera que el reto de su gestión al frente de la ENEO es que la enfermería tiene que alcanzar el valor que corresponde a una practica formal, de profesionistas, pues su misión es el servicio, la investigación y la docencia, “por eso estamos formando enfermeras avanzadas, algunas con maestría y doctorado, orientando actividades científicas para que la enfermería sea del nivel humanista y científico que la sociedad merece y, con ello, pretendemos cautivar a los jóvenes para que encuentren en la enfermería una posibilidad de crecimiento y de realización humana”, finalizó. Al término de la conferencia, el doctor Roberto Uribe Elías, presidente de la mesa directiva de la Sociedad Mexicana de Historia y Filosofía de la Medicina, agradeció la participación del doctor Rubio Domínguez. |
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