Conferencia magistral Actualidades en el conocimiento de neumocistosis y del microrganismo causante
La neumocistosis es una infección causada por el microrganismo conocido como Pneumocystis, que parásita el pulmón de diversas especies de mamíferos (ratas, ratones, conejos, delfines, equinos, marsupiales y humanos). Es responsable de neumonía en el huésped inmunocomprometido no infectado con el virus de inmunodeficiencia humana (VIH/sida) y en el que sí tiene la enfermedad.
Se sabe que la relación de este patógeno con el hombre se debe a que está presente en el ambiente. Se puede observar tanto en niños como en ancianos; en los infantes, entre dos y cuatro años de edad, cerca de 80 por ciento sintetizan anticuerpos anti Pneumocystis, lo que quiere decir que presentan la infección de forma asintomática, misma que se puede activar cuando el sistema inmune está debilitado. PNEUMOCYSTIS. Recientemente
fue clasificado como un hongo del reino Fungi; por muchos años
se le conoció como Pneumocystis carinii, pero en 1976
Frenkell propuso que el de los humanos fuese llamado Pneumocystis
jirovecii, explicó el doctor Eduardo Dei-Cas, de origen
uruguayo. NEUMOCISTOSIS. Se trata de una infección primaria causada por un hongo oportunista, el cual produce típicamente neumonía aguda en niños desnutridos, en pacientes con sistema inmune debilitado, como trasplantados o ancianos, pero sobre todo es asociada con VIH/sida. En todos estos casos, señaló que tanto en el paciente como en el animal que muere por esta infección, el pulmón se endurece, porque hay un es-pesamiento de las paredes alveolares; al corte del pulmón se ven lesiones hemorrágicas y el carácter masivo del mismo.
La imagen clásica de la neumocis-tosis muestra lesiones intersticiales difusas que no son fáciles de detectar; en pacientes con sida cerca de 30 por ciento presentan una imagen normal en el primer momento de su consulta. Además, se ha descubierto que el ácido desoxirribonucleico de Pneumocystis se encuentra muy frecuentemente en pacientes con infecciones respiratorias crónicas. Las manifestaciones clínicas son aquellas relacionadas con una infección respiratoria, así que los síntomas más comunes son: fiebre, disnea, tos seca e insuficiencia respiratoria; sin embargo, aún no se conoce totalmente su expresión clínica. La trasmisión es por vía respiratoria. Mediante diversos estudios, el doctor Dei-Cas ha demostrado que un solo día entre un animal para-sitado y otro sano basta para la trasmisión, la cual, obviamente, está ligada a la especie del huésped.
Esta enfermedad se relacionó con el VIH desde los inicios de esta infección viral, puesto que entre 60 y 70 por ciento de los afectados por este mal se enfermaban de neumonía causada por Pneumocystis, lo cual estaba provocando el 25 por ciento de los decesos; aunque con el uso de nuevas terapias contra el sida, las infecciones por ese microrganismo en estos pacientes ha disminuido, emerge una neu-mocistosis más grave en inmuno-deprimidos negativos para VIH, como los trasplantados, cancerosos u otros; se observa una presentación clínica más variada, y como muchas veces no hay protocolos para prevenir la infección, la mortalidad es muy alta (en países como Estados Unidos), lo que indica también el aumento en los casos de una neumocis-tosis nosocomial, aclaró el investigador uruguayo. Con más de 30 años en Francia, se ha dedicado a la investigación en el Instituto Pasteur de Lille, el doctor Dei-Cas aseguró que hasta el momento no se conoce claramente la expresión clínica; sin embargo, recientemente, el grupo que lidera ha hecho contribuciones importantes originadas por datos moleculares que han permitido observar el daño celular y la morfología infecciosa (trófica y quistes), a lo cual, dice que una de las hipótesis que está estudiando le hace pensar que “el ciclo infeccioso resulta de la generación de formas tróficas en el quiste”. Para el estudio y detección del microrganismo causante de neumo-cistosis, en la práctica clínica se han basado en visualización microscópica, biopsia pulmonar y de otros órganos (existe una neumocistosis extrapulmo-nar que es muy rara), lavado bronquio-alveolar, expectoraciones inducidas y, más recientemente, se utilizan métodos no invasivos de la porción superior de la vía respiratoria, conocidos como lavados nasofaríngeo y orofaríngeo, los cuales se pueden complementar al utilizar anticuerpos monoclonales y policlonales; se mejora mucho el diagnóstico con métodos moleculares para detectar pacientes y portadores de Pneumocystis. Además, dijo, otros estudios han detectado la presencia del microrganismo en el ambiente y en el agua. Con diferentes métodos de estudio (microscopia electrónica, reacción en cadena de la polimerasa y otros) dio una explicación de la forma de infección tanto en pacientes como en algunos modelos de laboratorio (ratas, ratones, conejos, monos).
Numerosos comentarios y preguntas del foro encontraron a lo largo de la conferencia la respuesta del investigador, quien ahondó en distintos momentos de la presentación con aportaciones de sus investigaciones mediante el uso de imágenes y explicación de cómo se ve el microrganismo y su modo de fijación en las células pulmonares del huésped. Asimismo, indicó que estos métodos moleculares sirven para entender la trasmisión de Pneumocystis en las poblaciones de mamíferos, las cuales son específicas para cada grupo al que infecta; es decir, es diferente entre la rata, el mono, el ratón, el caballo, el delfín, y la que infecta al ser humano. En este punto afirmó que mediante estudios se ha demostrado que no hay trasmisión de neumocistosis de un hospedero a otro de diferente especie; cada grupo de mamíferos tiene una especie de Pneumocystis infectante. De esos estudios con ratones, el resultado es que aquellos que presentan la enfermedad pueden trasmitirla a otro sano, el que, a su vez, no la desarrolla, pero sí la retrasmite a otro igual sano, o a uno inmunodeprimido que va a desarrollarla. Con relación a esos hechos otros autores han demostrado que los profesionales de la salud que están en contacto con los pacientes pueden contraer de manera transitoria la infección por Pneumoystis, a lo cual él denomina reservorio dinámico, demostrado con sus modelos en el laboratorio. En sus conclusiones destacó que debido a estos hallazgos los niños, los ancianos y las mujeres embarazadas pueden ser más susceptibles a contraer la enfermedad. También existen individuos más susceptibles que otros. Se da un reservorio dinámico para la trasmisión. Pneumoystis está presente en el ambiente. Finalmente el doctor Dei-Cas aseguró que Pneumocystis está en el pulmón de muchos mamíferos, siendo un grupo eucariótico heterogéneo, causante de neumocistosis; recientemente fue incluido en el grupo de los hongos, ya que durante 80 años se creyó dentro de los parásitos protozoarios y que había una sola especie, conocida como Pneumocystis carinii, actualmente se sabe que no es así. Estos datos se dieron a conocer en la conferencia magistral titulada “Neumocistosis y Pneumocystis”, realizada el pasado 8 de junio, en el marco del VI Diplomado de Micología Médica “Dr. Ernesto Macotela Ruiz”, al que acudieron un gran número de profesores y todos los alumnos del diplomado. En esta oportunidad, el coordinador de la actividad académica, doctor Rubén López Martínez, jefe del Laboratorio de Micología Médica, entregó al doctor Dei-Cas un diploma que lo acredita como Profesor Asociado del VI Diplomado. |