Analizan políticas sociales y sistemas de salud en México
Con las premisas de destacados expertos de esta Facultad de Medicina, convocados en el foro “Políticas sociales y sistemas de salud en México”, se fundamentarán los resultados del proyecto titulado “Metamorfosis nacional”, a cargo del doctor en sociología Roberto Bermúdez Sánchez, quien explicó que se trata de un trabajo apoyado por el Programa de Apoyo a Proyectos de Investigación e Innovación Tecnológica de la Dirección General de Asuntos del Personal Académico que abarca temas como: educación, derechos humanos, medio rural y salud. Para avanzar en el análisis del área de la salud, los doctores José Narro Robles, Octavio Rivero Serrano, Ruy Pérez Tamayo, Arturo Ruiz Ruisánchez y Matilde Enríquez Sandoval expusieron sus posiciones sobre asuntos como: La seguridad social; política social y la salud; ética médica; investigación en sistemas de salud, y el Centro Nacional de Rehabilitación como parte de la medicina social, en reunión celebrada en esta institución el pasado 8 de junio. Al dar inicio a la actividad, el doctor Bermúdez Sánchez, profesor e investigador de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, durante su presentación titulada “Metamorfosis nacional y la salud”, expresó que el objetivo principal de su estudio consiste en comparar las características de las políticas sociales en dos momentos trascendentes de la historia moderna del país, el periodo conocido como “estado benefactor” y el llamado “estado neo-liberal”, con la intención de resaltar aciertos y subrayar posibles errores que permitan analizar los hechos y consecuencias para diseñar diagnósticos y propuestas que contribuyan al debate nacional. De esta manera, al mostrar un panorama de estos momentos históricos, enfatizó que el derecho a una vida sana es un principio ético en el que ha de sustentarse la necesidad de las políticas sociales del Estado que se quiera considerar moderno, y explicó que durante el periodo de “bienestar”, el Estado asumió su responsabilidad al impulsar la atención por medio de instituciones clave como el Seguro Social, el ISSSTE y la Secretaría de Salubridad, donde hubo errores y omisiones, insuficiencias, desvíos, indicadores de corrupción, falta de democracia en la toma de decisiones, la atención y los servicios tendían a cumplir con su cometido y siempre significaron una esperanza para los trabajadores y otras capas de la población.
En los últimos sexenios, sobre todo en el actual, la tendencia ha sido al abandono y despreocupación de mejorar a estas instituciones y a privilegiar la atención privada; el llamado “cuadro básico” se ha reducido a su máxima expresión y la atención en clínicas y hospitales parece demeritar en vez de mejorar. La amenaza de quiebra ronda en torno a las pensiones, lo que es natural, pues los más de los pensionados o por pensionar son ancianos que sirvieron al sistema del ahora viejo régimen, muchos en su etapa de mayor obesidad; la nueva mentalidad empresaria de libre mercado no puede darse el lujo de atender con gratuidad o a partir de pensiones en quiebra a esas masas del pasado. Más adelante, el doctor Bermúdez Sánchez mencionó que entre las nuevas alternativas se ha impulsado el “seguro popular”, que muchos especialistas consideran limitado; es decir, porque se ofrecen servicios que antes ya eran gratuitos, no se cuenta con infraestructura suficiente ni apoyo en investigación probado, son mínimas las enfermedades que se pueden atender; aspectos que, de no ser corregidos, no pasará de ser una medida política clientelar, pero si corrigen las limitaciones, se amplían los servicios, se garantiza atención con recursos efectivos, se reducen las cuotas y se exime a los más precarios, se garantiza la creciente mejora del programa y se extiende de manera efectiva a los sectores de menores recursos y mayores necesidades, puede funcionar siempre que no se eliminen, en contraparte, los servicios que prestan otras instituciones y se saneen sus anomalías; hay que reconocer errores y corregirlos, y hay que reconocer aciertos y capitalizarlos. Finalmente, explicó que hoy por hoy la atención consciente y detallada a los problemas de atención a la salud pública son tema vital para el desarrollo de la sociedad en particular y del país en general; por lo pronto consideró que el avance en la democracia constituye una vía que puede permitir orientar las políticas públicas en materia de salud por caminos de plenitud y esperanza. En su oportunidad, el doctor José Narro Robles, director de la Facultad de Medicina, al abordar aspectos de la seguridad social en México dijo que, en teoría, responde a las condiciones particulares de cada sociedad en un momento determinado, se identifica como un mecanismo para amparar al individuo frente a las contingencias de la vida cotidiana, además de que permite promover su bienestar; es, pues, una respuesta organizada y pública frente a las privaciones y los desequilibrios de la vida contemporánea, un instrumento de toda organización social diseñado para atender las necesidades de una colectividad; s un compromiso colectivo que permite compartir riesgos y recursos de las personas. En México, el nacimiento de la seguridad social puede identificarse mediante la Ley del Seguro Social, con el establecimiento de esa institución en 1943. Hoy en día la seguridad social mexicana está distribuida en varias instituciones, y su cobertura alcanza a 57 millones de mexicanos, de los cuales 18 millones son los asegurados, 34 millones son familiares y cerca de 4.5 millones son pensionados, jubilados y familiares con derechos. Sin embargo, el doctor Narro Robles advirtió que al paso de los años la seguridad social mexicana ha generado fortalezas y debilidades, se sabe que existe un grave problema de financiamiento en la seguridad social y conviene tener presente lo que para este país representa contar con 2.5 millones de pensionados, para lo cual se destinan 75 mil millones de pesos anualmente para el pago de los mismos. De los problemas que vive la seguridad social ejemplificó con datos sobre el Instituto Mexicano del Seguro Social, el cual, tiene 375 mil trabajadores activos y más de 120 mil jubilados. El costo de esas pensiones ascendió el año pasado a 21 mil 324 millones; el régimen de jubilaciones y pensiones de los trabajadores del IMSS es un grave problema que va a afectar a todos los derechohabientes y mientras no se atienda el problema cada vez será peor. Para resolver el problema de fondo de la seguridad social, el director de la Facultad de Medicina expresó que es necesario replantear todo el sistema de la seguridad social, más que sanear en lo individual a cada institución se debe construir un nuevo sistema, que sea público, único, con cobertura universal, eficiente, de calidad, viable desde el punto de vista financiero, descentralizado, con entidades jurídicas autónomas, y donde se incorpore a la economía informal, con un esquema de pensiones diferenciadas; por supuesto, un sistema que garantice de manera diferenciada la cobertura y la universalidad en la atención a la salud de todos los mexicanos, concluyó.
Al hablar de políticas sociales y salud, el profesor emérito de la FM, doctor Octavio Rivero Serrano, señaló que la función primordial del Estado es la seguridad de los individuos, y una de las más importantes es la que le puede dar acceso a una vida saludable; sin embargo esto no sucede, porque la tendencia de la globalización ha ido hacia privatizar la salud y la educación, para lo cual se requiere una combinación de políticas sociales para la educación y la salud en un contexto globalizado. Más adelante enumeró las acciones indispensables en materia de salud que el Estado debe proporcionar, tales como: preparar buenos profesionales para la atención a la salud, implementar programas de educación para la salud, desarrollar programas de medicina preventiva, estructurar un sistema de salud eficiente e igual para todos los habitantes, y sobre todo debe existir una política de salud, que hoy no existe. De los programas de medicina preventiva, explicó que existe uno muy positivo: la vacunación universal en niños, que ha demostrado su eficacia y el alto valor costo-beneficio de la inversión en él, por lo que debería ser la pauta para la aplicación de otros proyectos semejantes, toda vez que existe un rezago en prevención. La indecisión del Estado de invertir en salud como una prioridad ha dado por resultado una heterogeneidad en las instituciones de seguridad social que, sin embargo, han cumplido una función social médica extraordinaria, pero que fueron utilizadas por el Estado como un factor político, de recursos financieros, lo que dio por resultado instituciones sobreadministradas, con graves problemas económicos. Finalmente, señaló que la falta de decisión del Estado para entender su obligación de vigilar la seguridad de sus habitantes en cuestiones de salud, ha favorecido a industriales de la medicina que han creado un sistema de atención caro, sólo de acceso a minorías económicas capaces y de calidad variable, y ha permitido un sistema de salud inequitativo en la calidad y el acceso. En este foro, el doctor Ruy Pérez Tamayo, también profesor emérito de la FM, al referirse a la “ética médica”, tema de su exposición, explicó los objetivos y principios del código de ética médica que propone. Definió la ética, la moral, la bioética y la ética médica; de esta última dijo que se trata de un conjunto de valores, principios morales y acciones relevantes del personal responsable de la salud (médicos, enfermeras, técnicos y funcionarios), dirigidas a cumplir con los objetivos de la medicina. Se trata de una forma de ética profesional, de una disciplina que se ocupa del comportamiento moral de los profesionistas de la salud cuando están actuando como tales, y es específica, o sea que su contenido no es aplicable al de otras profesiones. El también jefe de la Unidad de Medicina Experimental de esta institución educativa, señaló que la ética médica debe distinguirse de la ética general y de la bioética por su restricción a problemas relacionados con la conservación de la salud y la lucha contra las muertes evitables e innecesarias. Se trata de una ética profesional, es mejor concentrarse en la profesión misma y derivar de su práctica específica aquellos principios de comportamiento que mejor contribuyan a alcanzar sus objetivos. En este punto, dijo que los tres objetivos de la medicina son: 1) preservar la salud, 2) curar, aliviar y siempre consolar y acompañar al enfermo, y 3) evitar las muertes prematuras e innecesarias. “En resumen, el objetivo de la medicina es lograr que hombres y mujeres vivan jóvenes y sanos toda su vida y mueran lo más tarde y dignamente que sea posible.” Para entrar de lleno al código de ética médica propuesto por el investigador de la UNAM, se señaló que la actividad de los galenos gira alrededor de la relación médico-paciente; por lo tanto, es el punto de partida de todas las acciones médicas, el eje que determina las medidas diagnósticas e intervenciones terapéuticas; por ello, constituye el núcleo esencial del arte de curar. En este sentido “... la ética médica también debe construirse en función de esa relación, en virtud de que cuando ésta se da en forma óptima se facilita al máximo el cumplimiento de los tres objetivos de la medicina.” De esta manera, enfatizó que tradicionalmente los códigos de ética médica se han construido alrededor de ciertos principios que se consideran involucrados directamente en la práctica de la profesión, y son: 1) el respeto por la autonomía del paciente, a quien se considera como un individuo racional y autodeterminado que hace decisiones basadas en el conocimiento y en sus valores personales; 2) la veracidad, derecho del enfermo a conocer la verdad sobre su padecimiento (requerimiento básico para la buena comunicación entre el médico y el paciente); 3) el principio de no hacer daño, que incluye no sólo evitar acciones nocivas intencionales sino también cuidar que los efectos positivos del manejo del paciente sean mayores que los negativos; 4) cuidar que todas las acciones estén dirigidas a procurar el beneficio del paciente; 5) vigilar que el acceso a las facilidades médicas se haga con toda justicia, porque todos los seres humanos tienen los mismos derechos a una atención de salud oportuna y a la misma calidad, y 6) la confidencialidad, que demanda tener secreta la información revelada en forma privada por el paciente y sus familiares. Asimismo, estos principios son fundamentales en la práctica de la medicina y en la medida en que se vigilen y se cumpla con ellos la relación médico-paciente será mejor, más respetuosa, menos agresiva y más positiva en sus resultados; aunque estos principios éticos se refieren a su comportamiento como ser humano, cuando no está actuando como médico, son algo de lo que el hombre no debe desprenderse, al margen de su actividad profesional. Las acciones éticas derivadas del código ético médico propuesto, basado en la educación continua, información y docencia, investigación científica y manejo integral del médico, tienen que ver exclusivamente con la realización óptima de la relación médico-paciente, que es cuando mejor se cumplen las funciones de la medicina, “por lo tanto, todo aquello que favorezca una relación médico-paciente franca y abierta, basada en la confianza inspirada en el enfermo por la actitud afectuosa e interesada del médico, así como por sus conocimientos técnicos profundos y constantemente actualizados, es bueno dentro de la ética médica, y lo contrario, todo aquello que interfiera con el desarrollo de una relación médico-paciente, es malo dentro de la ética médica”, finalizó el doctor Pérez Tamayo. Para entrar en aspectos sobre la importancia de la investigación en sistemas de salud, el doctor Arturo Ruiz Ruisánchez, coordinador de Servicios a la Comunidad de esta Facultad, explicó que de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), un sistema de salud está integrado por los sectores públicos, privados, tradicionales e informales, y su efectividad, eficiencia y equidad constituyen determinantes críticos del estado de salud de una población. En cuanto a la investigación en los servicios de salud, ese organismo internacional la define como la evaluación sistemática de aspectos específicos relacionados con el desarrollo y funcionamiento de los servicios de salud y su relación con los factores que la afectan, a fin de dar los fundamentos racionales para la creación de políticas de planeación e implantación de nuevos programas de atención a la salud. Asimismo, luego de una revisión de publicaciones al respecto, el funcionario señaló que con excepciones triviales y poco importantes, la investigación en servicios de salud no ha tenido impacto en las políticas médicas o sociales, sin embargo la OMS reconoce que la investigación en sistemas de salud es una herramienta útil para la toma de decisiones y no sólo tiene el potencial para influir en las políticas de salud, sino que debe ser un componente esencial en el desarrollo e implementación de tales políticas y en el aspecto general del desarrollo socioeconómico. De esta manera, enfatizó que las prioridades de investigación en sistemas de salud debe girar en torno a temas como: Políticas y sistemas de salud, determinación de prioridades y costo-efectividad, determinación de necesidades en salud, financiamiento, interacción de los sectores público y privado en los sistemas de atención a la salud, rol del sector privado en el financiamiento y aprovisionamiento, descentralización, calidad de los servicios de salud, sistemas de monitoreo, proceso de políticas de salud, y análisis de las políticas de salud. Al cerrar su participación, dijo que la investigación en sistemas de salud debe impactar en el conocimiento médico, en las políticas de salud, en la legislación y normatividad sanitaria, en la organización de los servicios, en la educación médica y en el desempeño profesional. El Centro Nacional de Rehabilitación (CNR), del cual su titular, doctora Matilde Enríquez Sandoval, habló durante el foro, forma parte del sistema de medicina social del país, toda vez que cuenta con un programa de prevención de discapacidad conocido como Prever-dis. Este Centro, dijo, es la obra de salud más importante que se ha emprendido en los últimos años; en 1997 se decretó la fusión de las instituciones nacionales de la comunicación humana, ortopedia y medicina de rehabilitación, para conformar el CNR, diseñado para la atención óptima a pacientes discapacitados, el cual inició sus actividades el año 2000. La misión del Centro es proporcionar servicios de atención médica especializada de muy buen nivel y calidad en materia de rehabilitación, ortopedia y comunicación humana, así como elaborar programas de investigación básica, clínica, sociomédica y tecnológica, además de contribuir a la formación y capacitación de capital humano. La funcionaria explicó que fue planeado para constituir uno de los institutos nacionales de salud y está por aprobarse que sea uno de ellos, con atención de cuarto nivel. Desde el principio, fue pensado para llevar a cabo el programa de acción para la prevención y rehabilitación de discapacitados denominado Prever-dis, modelo de salud pública innovador que se basa en la medicina organizada y tiende a abatir la discapacidad, controla las secuelas, evita las deformidades y mejora el funcionamiento, con el propósito de dar calidad de vida a las personas que sufren alguna discapacidad. El sistema nacional de salud, a lo largo de decenios ha logrado muchos avances en la prevención, una mayor cobertura, con lo que se ha abatido la mortalidad y aumentado la esperanza de vida, desde el punto de vista de la discapacidad se enfrentan algunos retos relacionados con la equidad, la calidad y la protección financiera. En México la atención de la discapacidad debe constituirse en una acción prioritaria de los programas de gobierno y de la sociedad en general; no obstante, dentro del actual gobierno los principios rectores con respecto al paciente con discapacidad están relacionados con los retos antes mencionados, dijo la doctora Enríquez Sandoval al cerrar su exposición. El foro congregado en el Auditorio “Dr. Fernando Ocaranza” de esta Facultad fue testigo del debate nacional que en materia de salud debe ponerse en la mesa de discusión de manera urgente, como lo señalaron los especialistas invitados. |