Gaceta Facultad de Medicina UNAM
25 junio 2004
Facultad de Medicina UNAM

Se realiza simposio homenaje al doctor José Joaquín Izquierdo

  • A 30 años de su muerte

Con motivo del XXX aniversario de la muerte del doctor José Joaquín Izquierdo, los Departamentos de Salud Pública y Fisiología de la Facultad de Medicina, así como la Sociedad Mexicana de Historia de la Ciencia y la Tecnología (SMHCyT), organizaron un simposio homenaje al doctor José Joaquín Izquierdo y la ciencia mexicana.

 

En las gráficas, los doctores Juan José Saldaña, Lilia Macedo de la Concha y Lucian Stefan Mihailescu

Médico que en su quehacer historiográfico supo aprender la naturaleza de la investigación histórica a pesar de ser un científico, apuntó problemas no superados con la subjetividad y la enseñanza que dejó a sus colegas; fue el rescate de la historia de la medicina por el propio gremio.

Al inaugurar el simposio el pasado 8 de junio, la doctora Lilia Macedo de la Concha, titular del Departamento de Salud Pública calificó al doctor Izquierdo como un personaje que dejó —y hasta ahora sigue siendo vigente— conocimiento en la fisiología, en la medicina, como pensador social e ideológico, y por ello es digno de que la Universidad, y en particular la FM, hagan homenaje a una persona que tan merecidamente se lo ganó en su tiempo.

Afirmó que la idea de realizar dicho evento fue de la SMHCyT, que invitó a participar a la Facultad de Medicina, y los Departamentos de Fisiología y Salud Pública la acogieron con entusiasmo.

“El simposio es un homenaje a los 30 años de muerte del doctor Izquierdo; en él se tratarán temas acerca de su labor como historiador, se analizarán algunas fuentes para el estudio de su vida y obra, así como su trascendencia como pensador social y como fisiólogo. Participarán expertos en el tema de la SMHCyT; las Facultades de Medicina, Filosofía y Letras, y Veterinaria; el Instituto de Investigaciones Bibliográficas; el Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía ‘Manuel Velasco Suárez’, y la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. Como ven, la calidad del evento está garantizada, y no me queda más que darles la bienvenida e invitarlos a disfrutar. La UNAM, por su historia, su filosofía y su ambiente académico, es el espacio idóneo para el desarrollo de este simposio”, concluyó.

El doctor Lucian Stefan Mihailescu, jefe del Departamento de Fisiología, aseveró que quien examine la biografía de José Joaquín Izquierdo quedará impresionado por su trayectoria y su trabajo por el desarrollo de la fisiología en México.

“Se puede afirmar que el doctor Izquierdo no fue sólo un investigador, sino un creador experto, y la fisiología moderna mexicana es sin duda en gran parte el fruto de su trabajo. Participó en la creación de la fisiología no sólo aquí —en la Facultad de Medicina—, en el edificio que se inauguró en 1952, sino en otros institutos. Al leer su biografía, es impresionante ver el contacto y colaboraciones que tuvo con personas de la fisiología mundial.”

El doctor Juan José Saldaña, presidente de la SMHCyT, afirmó que para esta Sociedad es importante recordar la vida y obra de un insigne científico mexicano, médico e historiador de la ciencia en México, pues él fue el primer vicepresidente de la SMHCyT en 1964 —cuando se fundó.

Comentó que al inicio esta Sociedad era sólo un puñado de individuos que integraban la comunidad. José Joaquín Izquierdo ocupó el cargo por derecho propio, era uno de los líderes, y por ello concurrió al llamado del doctor Enrique Beltrán —presidente—. Este pequeño grupo se dio a la tarea de institucionalizar una actividad que hasta entonces se cultivaba como de aficionados (amateurs), sin que ello significara que no fueran profesionales, no hayan tenido y no continúen teniendo un papel importante en la investigación y en la conformación de la cultura científica mexicana, vista desde la perspectiva histórica.

Por lo tanto, agregó que este aniversario de la muerte del doctor Izquierdo constituye una oportunidad para echar la mirada atrás, para hacer un alto en el camino y aprender, tanto de nuestro pasado como con la mirada al futuro en la construcción de una tarea sin fin, que es la historia de la ciencia y la tecnología en México.

El historiador

Durante el simposio que se llevó a cabo en las instalaciones del auditorio “Dr. Fernando Ocaranza”, y dentro de la mesa denominada “J. J. Izquierdo, el historiador”, la doctora Ana Cecilia Rodríguez de Romo, investigadora de la FM, al hablar del doctor Izquierdo como un historiador de la medicina, comentó que tuvo el honor de conocer al doctor Hugo Aréchiga, quien reconocía al doctor Izquierdo como historiador más que como fisiólogo.

Ya en materia, recordó la clasificación de Galdston, quien clasificaba a los historiadores de la medicina como profesionales, amateurs y diletantes, y los definió: Este último es aquel que se embelesa con la historia. Narra la historia bonita, superficial y llena de expectativas generales, en comparación con el amateur, que ve su disciplina de manera concienzuda, que nada le pide al profesional; hace un cuidadoso análisis histórico, toma en cuenta el idioma y las fuentes, y además tiene la cualidad de manejar su propia disciplina.

Afirmó que Galdston daba gran valor al amateur, por lo que en su opinión, ella calificó al doctor Izquierdo de ser el gran amateur de la historia de la medicina.

 

Doctora Ana Cecilia Rodríguez de Romo

“Su labor como historiador de la medicina fue particularmente relevante, su rigor científico en la investigación histórica, el uso estricto que hacía de las fuentes primarias y secundarias, usar materiales en la lengua original, la citación reglamentaria en sus trabajos, la profundidad y el análisis en el abordaje de los temas: lo convierten de modo natural en uno de los mejores historiadores de la medicina en el mundo y en su época.”

Comentó que el doctor Izquierdo manejaba con soltura el latín, el inglés, el francés, el italiano y el ruso, aspecto que se percibe en algunas traducciones que realizó, y agregó que su obra se encuentra tanto en bibliotecas nacionales como extranjeras.

“Desde muy temprano, en su vida personal y académica, José Joaquín Izquierdo sintió inclinación por la historia; sus primeras publicaciones en el campo se refieren a las escuelas a las que acudió en Puebla y sus antecedentes genealógicos.

“Izquierdo siempre otorgó a la historia el carácter de ciencia, lo que se reflejó en el análisis crítico, profundo, característico de sus trabajos, y no sólo en la exclusiva narración de hechos o detalles. Desarrolla un paralelismo entre las metodologías y los objetos de las ciencias biológicas y las ciencias históricas, cuyo eje común será el método científico, lo que le ayudó mucho porque él se entrenó en laboratorios de ciencias básicas y esta metodología fue lo que le ayudó en su actividad histórica.

“Después de hacer un profundo análisis de la metodología en ciencias naturales, Izquierdo concluyó que los resultados de los experimentos en circunstancias especiales equivaldrían a los hechos o fenómenos históricos. Los resultados experimentales no pueden ser suficientes para averiguar las causas primeras de los fenómenos, pero pueden ser reinterpretados, relacionarlos entre sí para sus causas inmediatas para, por inducción, producir hipótesis o teorías que los expliquen parcialmente. Refiriéndose entonces a la historia, Izquierdo pensaba que los historiadores deberían consignar los hechos o fenómenos históricos ocurridos en tal o cual ambiente e interpretarlos con relación a las condiciones de éste. El autor señala al mismo tiempo que ello no equivale a referir hechos históricos con gran precisión, si tal fuera el caso, la historiografía, sin interpretación adecuada, quedaría al estado comparable de una obra de arte sumergida en la oscuridad. El mismo Izquierdo apunta que la posición contraria exagerada tampoco es conveniente, es decir, interpretar la historia como se interpretan los fenómenos naturales, pues el hombre y sus reacciones finalmente son los hechos de la historia o materiales, y no pueden ser tratados ‘como cosas’.”

A pesar de todo lo anterior, la doctora Rodríguez dijo que él pensaba que es conveniente precisar, que no siempre las metodologías en ciencias naturales son aplicables a la historia, y ésta, en esencia, es fundamentalmente humana, y sus materiales serán las acciones humanas cuya trama estará dada por los elementos del ambiente histórico. Al considerar lo mencionado, Izquierdo pensaba que como la historia podría lograr una aceptación adecuada al modo de proceder de las ciencias naturales, esto no era limitándose a realizar crónicas o biografías, sino que fueran acompañadas de una crítica de la actividad humana ubicada en las tendencias y opiniones de su tiempo y del que le precedió.

 

Doctora Rosalinda Guevara

“En lo tocante al objetivo de las ciencias, las puras y las sociales comparten la necesidad de comprender a la Naturaleza, considerándose al hombre, con su presente y su pasado, como parte de esta misma Naturaleza. El buen o mal uso que se haga de ese entendimiento ya no dependería de las ciencias sino de un orden ético particular.

“Izquierdo termina su defensa científica de la historia diciendo que quedará ampliamente recompensado si su obra Veterano del ejército permanente contribuye a forjar en la juventud mexicana el sentimiento de patria, la fortaleza y responsabilidad, aun en situaciones donde aparentemente ya nada queda por esperar.”

La doctora Ana Cecilia Rodríguez mencionó que Izquierdo escribió once libros y publicó 126 artículos. Su primer obra, Balance cuatricentenario de la fisiología en México, fue escrito en 1934, y el último: Desde un alto en el camino, aborda diferentes personajes. Hizo un análisis gráfico y llama la atención lo bien hecha que está la traducción.

En esta mesa también participaron los doctores Juan José Saldaña, con la ponencia “José Joaquín Izquierdo, innovador de la historiografía de la ciencia mexicana”, y Santiago Aja Guardiola, con el tema: “Los porqués de que el libro de Harvey no se tradujera al español hasta después de 300 años, de acuerdo con el profesor José Joaquín Izquierdo”.

El pensador social y fisiólogo

Durante la última mesa, denominada “José Joaquín Izquierdo, el pensador social y el fisiólogo”, la doctora Rosalinda Guevara, coordinadora de Ciencias Básicas de la FM, durante su conferencia “El doctor José Joaquín Izquierdo, un profesor inolvidable”, leyó algunas de sus definiciones, las cuales, para ella, deberían ser enseñadas a los alumnos desde que ingresan a la Facultad.

“Yo no tuve la oportunidad de trabajar directamente con él ni fui su alumna, pero se puede decir que fui su nieta porque era discípula del doctor Alcocer Parra, quien sí había sido discípulo del doctor izquierdo.”

Al hablar sobre algunos datos biográficos, dijo que su experiencia en escuelas extranjeras le dio visión de la enseñanza de la medicina y regresó convencida de que son los propios estudiantes los que deben realizar los experimentos prácticos como parte de los cursos, es decir, la única manera de que el alumno llegue a entender y comprender los hechos de fisiología es que los observe directamente.

Las célebres palabras “Observa, medita y vuelve a observar” la llevaron a leer la definición del método científico del doctor Izquierdo, la cual dice: Observa, puesto que desde Aristóteles está reconocido que la fase primordial de la investigación científica es hacer acopio de hechos bien observados, ya sea de modo directo con los sentidos, o mejor con ayuda de medios que esfuercen a éstos, que permitan que los fenómenos se manifiesten y se registren por sí mismos y que sirvan para contemplarlos o medirlos, así como las condiciones del ambiente que producen. Una vez constituida la plataforma de los hechos y ya sin dejar de apoyarte en ella, medita. Qué te sirve, pon en juego las operaciones apropiadas para llegar a interpretar y correlacionar tus fenómenos entre sí, y de esta suerte, averigua no tanto sus causas, como decían los antiguos filósofos de la Naturaleza, sino sus factores determinantes, de conformidad con la escuela de pensamiento que tanto destacó Claudio Bernard. Para ello asciende, primeramente por intuición, hasta las generalizaciones, formas universales que encontrarás altamente alejadas de la experiencia de los sentidos, luego, en operaciones inversas de deducción, podrás volver a descender hasta los hechos de observación y explicarlos de acuerdo con los principios generales, y vuelve a observar, porque por brillantes y sugestivas que parezcan tus hipótesis, sólo tendrán valor si las ves confirmadas por nuevas observaciones recogidas en el curso de experimentos que hayas sabido planear con aciertos.”

Comentó que durante su gestión como jefe de departamento invitó a un grupo de jóvenes profesores que se convertirán en la base de los futuros investigadores que habrían de fincar institutos de investigación en el país y en el extranjero.

Su trabajo como docente se ve reflejado en el Manual de trabajos prácticos de fisiología general, que sería utilizado en diferentes instituciones nacionales y extranjeras. En sus incursiones por el mundo de la investigación documental tiene vínculo con la primera casa de la ciencia en México, donde se presenta la vida científica de nuestro país en la época de la Colonia y durante la lucha de independencia.

Después de señalar algunas experiencias personales entre ella y el doctor Izquierdo, concluyó al afirmar que el maestro significó una persona con un gran cúmulo de sapiencia y que luchó por buscar en sus estudiantes los principios básicos.

En esta mesa también participaron los doctores Ramona Isabel Pérez Bertruy del Instituto de Investigaciones Bibliográficas, con el tema “José Joaquín Izquierdo Raudón: hacia un código universal del pensamiento social y científico”, y Santiago Aja Guardiola, de la Facultad de Veterinaria, con el tema “La fisiología en México: ejemplo de obra monumental del profesor José Joaquín Izquierdo”.

Cabe mencionar que hubo una mesa dedicada a las “Fuentes para el estudio de la vida y la obra de José Joaquín Izquierdo”, donde participaron los tesistas de la Facultad de Filosofía y Letras, Gabriela Castañeda, con el tema “El archivo personal del doctor José Joaquín Izquierdo”, y Christian Jullian, con la ponencia “El primer y poco conocido cargo público de José Joaquín Izquierdo: la Dirección de la Escuela Nacional de Ciegos (1917-1918)” y la doctora Martha García Amero, de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, con el tema “Fuentes poblanas para el estudio de la vida y la obra del doctor José Joaquín Izquierdo”.