Gaceta Facultad de Medicina UNAM
10 junio 2007
Facultad de Medicina UNAM

 

ARTÍCULO

La Evaluación del Plan Único de
Especializaciones Médicas

Doctor Leobardo Ruiz Pérez
Jefe de la Subdivisión de Especializaciones Médicas

Un grupo de alumnos durante la evaluación

El Plan Único de Especializaciones Médicas constituyó la reforma educativa más importante de la segunda mitad del siglo XX, en virtud de haber sido producto de un consenso general entre instituciones de educación superior y de salud, a nivel nacional y con participación general. El esfuerzo desplegado por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y su Facultad de Medicina (FM) hizo posible que en abril de 1994 el Consejo Universitario aprobara por unanimidad esta nueva estrategia educativa.

Desde el inicio se señaló con claridad la necesidad de mantener una evaluación permanente de los programas, de ahí que se establecieran los comités académicos para cada una de las especialidades médicas y fueran estos cuerpos colegiados de la División de Estudios de Posgrado (DEP) los que realizaran la supervisión, asesoría y evaluación de los alumnos, profesores y unidades sedes, así como del propio plan de estudios.

A partir de 1996, la DEP, por conducto de la Subdivisión de Especializaciones Médicas, coordinadora del Plan Único, y su Departamento de Evaluación, inició la estructuración y aplicación de los exámenes departamentales con la finalidad de conocer el desarrollo del propio Plan y el comportamiento académico de las sedes y de los alumnos. Para ello se procedió a convocar a los integrantes de los comités académicos, así como a los profesores titulares y adjuntos, para estructurar de manera colegiada los exámenes por aplicar.

En el ciclo escolar 2006-2007 la población de médicos residentes evaluada correspondió a 93 por ciento de una población total de 7 mil 854, es decir, fueron examinados 7 mil 305 médicos de las 90 sedes académicas y de los 503 programas vigentes.

Para la evaluación de los alumnos antes mencionada, se requirió la estructuración de 151 exámenes; los comités académicos y los profesores fueron convocados a 650 reuniones, con un total de mil 940 horas de trabajo en la propia División. A ello debemos agregar el tiempo que cada uno de los participantes empleó en la formulación de los casos clínicos asignados, lo que con seguridad, en el conjunto, nos llevaría probablemente a más de tres mil horas dedicadas en forma exclusiva a la integración de los 45 mil 300 reactivos por aplicar.

Se hace uso de la tecnología

Los médicos residentes fueron convocados a la Facultad de Medicina en Ciudad Universitaria los fines de semana durante los meses de noviembre y diciembre del año pasado y la primera quincena de enero de 2007. La programación en los fines de semana obedece a que en esos días la carga del trabajo asistencial disminuye considerablemente en los hospitales, de otra manera la ausencia de los médicos residentes ocasionaría graves trastornos en el funcionamiento de los servicios de salud.

Los exámenes que se aplican están integrados por 60 casos clínicos, cada uno con cinco reactivos, lo que hace un total de 300 preguntas por examen. Los médicos disponen de tres horas para la resolución, tiempo que ha demostrado ser suficiente, ya que, en promedio, lo hacen en dos horas cuarenta y cinco minutos.

Desde su inicio los exámenes fueron presentados en papel, pero a partir de 2002 se han ido incorporando en computadora, lo cual ha permitido una presentación mejor y más completa por la inclusión de imágenes tanto clínicas como anatomopatológicas, y facilita la comprensión y el análisis del caso clínico, lo cual hace innecesaria una larga exposición.

Posteriormente a la aplicación, se procede a la entrega de resultados a los profesores con una presentación del rendimiento general de la población examinada, además de un análisis estadístico del instrumento. A cada uno de los profesores se le hace entrega de una carpeta con los resultados individualizados por sede y por alumno, con objeto de que sean discutidos en el grupo y estar así en posibilidades de realizar las adecuaciones al programa operativo del curso, de acuerdo con el rendimiento individual y del conjunto en las diferentes áreas del conocimiento que fueron exploradas.

Una vez que el Comité Académico y los profesores conocen el comportamiento del instrumento de evaluación en lo concerniente a los índices de dificultad y discriminación de cada reactivo, así como la confiabilidad del examen, se convoca nuevamente a los participantes para un análisis más detallado y proceder a la calibración de las preguntas, de tal forma que se incremente la calidad y se pueda disponer de uno cada vez más confiable y válido.

La DEP ha compartido experiencias con el Consejo de Acreditación de la Educación Médica de Posgrado y el Consejo Nacional de Examinadores Médicos, ambos de los Estados Unidos de América, y ha encontrado coincidencias en la metodología de evaluación y en el tipo de instrumento empleado.

Existe el compromiso por parte de la Facultad, la DEP y la coordinación del PUEM de continuar ampliando y mejorando los procesos de evaluación.