Antigüedad académica Muchas gracias por un ejemplo de vida a lo largo de muchos años en la práctica profesional y en la docencia: José Narro Robles
Tras varios años de ser profesor universitario, y de hacer bien este difícil trabajo, muchos de ellos podrían preguntarse la diferencia entre un maestro y un buen maestro. Durante la pasada entrega de medallas por antigüedad académica en esta Facultad de Medicina (FM) todos aquellos distinguidos académicos que recibieron medalla, no sólo son maestros, sino buenos maestros, que con gran excelencia académica hacen que esta Universidad sea una institución con prestigio. Para ellos se llevó a cabo una emotiva ceremonia el pasado 17 de mayo en el auditorio “Raoul Fournier Villada” de la FM, durante la entrega de diplomas y medallas a los académicos que cumplieron 10, 15, 20, 25, 30, 35, 40, 45 y 50 años de antigüedad, con el fin de reconocer su extraordinaria habilidad en la enseñanza de la medicina y por compartir sus conocimientos con alumnos de esta Facultad.
En esta ocasión tan especial, el director de la dependencia, doctor José Narro, reconoció que este acto tradicional y simbólico trasciende y es importante por la presencia de cada uno de los galardonados, por lo cual inició con un agradecimiento a los profesores y a sus familias presentes. Explicó que la verdadera razón para celebrar, además de festejar, fue reconocer a los maestros que han formado generación tras generación de médicos, y que con su compromiso a la docencia forman a los recursos humanos en la vida académica. “Gente comprometida en la docencia, con el proceso de formación de recursos humanos, con la vida académica, con la investigación, con la prestación de servicios”, detalló. Al darse cita tan distinguidos profesores de ciencias básicas, médicos clínicos, directores de institutos nacionales y de hospitales, jefes de servicio y destacados colegas que han presidido academias, dijo, es importante reconocer su labor, apreciada en el gremio por sus colegas, alumnos y enfermos, lo que los hace ser “uno de los grandes orgullos que tiene esta Facultad”.
Además, se manifestó satisfecho por compartir ese momento “con maestros que desde el laboratorio, en el aula, en el consultorio, en el servicio y en el quirófano, han prestado servicio para la salud de los mexicanos formando gente”. Señaló que esta Facultad “es pródiga en ejemplos de grandes maestros” que han dado servicio a los mexicanos, y “es ejemplar en la cantidad de aportaciones médicas que se han traducido en mejoras a la salud de la población; como también es excepcional en las aportaciones que han hecho a la medicina mexicana; cuando uno revisa la historia de la medicina mexicana en los últimos siglos va a encontrar invariablemente las huellas de la Facultad de Medicina, en esos profesores, en esos médicos clínicos, en esas ideas para organizar mejor la atención médica”, aseveró, y tras hablar de la grandeza de la Facultad, expresó que ese honor no sería posible “sin maestros como ustedes y sin alumnos como los que han formado y a quienes les hemos ido pasando la estafeta, y quienes van a continuar con esa convicción, vocación y compromiso”. Debido a que el maestro, como trabajador, ordena sus conocimientos, recursos y estrategias para hacer frente a las exigencias concretas que presentan sus alumnos, el doctor Narro, a nombre de ellos, agradeció los años de servicios prestados: “Muchas gracias a nombre de sus alumnos por el ejemplo que les dieron, por el ejemplo que les habrán de seguir dando en cada uno de los espacios.”
Ante esposos, esposas, hijos y nietos de los galardonados, dijo: “Estoy seguro que reflejo bien el sentir de ellos si les digo ‘muchas gracias por un ejemplo de vida, por un ejemplo a lo largo de muchos años, por un ejemplo en la práctica profesional, y en la docencia’.” Además, en su calidad de director de la FM, agradeció y señaló: “Muchas gracias por todas esas horas, por todos esos días, meses y años que le han dedicado al proceso académico, a la docencia, y a la investigación.” Para finalizar, habló a nombre de los pacientes que han sido beneficiados con la entrega y dedicación de los galardonados: “Muchas gracias doctores, muchas gracias maestros; su ejemplo nos anima a seguir adelante, su trabajo le ha dado calidad y prestancia a nuestra Facultad, muchas gracias y muchas felicidades.” Ante el personal docente que cumplió años de antigüedad académica entre junio de 2005 y abril de 2006, a nombre de los profesores que recibieron este merecido reconocimiento, habló el doctor Jorge Lozano Flores, quien cumplió 50 años de prestar servicios. Se dirigió al auditorio reunido para esta ceremonia de reconocimiento y agradeció su presencia: “Es para mí un honor tener la oportunidad de dirigirme a ustedes para expresarles la satisfacción y el orgullo que me produce recibir el reconocimiento por 50 años de labor docente.”
Durante su alocución, recordó su trayectoria profesional y a los profesores que lo formaron, a quienes calificó de “responsables y brillantes”, y apuntó que los alumnos, pacientes y médicos son elementos fundamentales en la actividad de enseñanza, por lo que agradeció a los estudiantes “elegirme como su profesor, por la satisfacción que me han dado al conocer sus logros”. Asimismo, habló el doctor Pedro Hernández Silva, secretario general de la Asociación Autónoma de Personal Académico de la UNAM (AAPAUNAM), quien definió al maestro y manifestó: “Es un formador de conciencias, un promotor social, un formador de hombres del futuro. Es una figura que día a día lucha por el engrandecimiento de nuestra patria, y en el caso de ustedes, es un ángel de la guarda de la humanidad. Así lo siento, porque no hay situación más confortable que ser paciente y voltear los ojos cuando llega el médico“, y citó al maestro Justo Sierra: “... entendía que en la Universidad había que pensar para actuar, estudiar para servir, entender para explicar y saber para enseñar”, y dijo Hernández Silva: “eso es lo que hacen ustedes”. La docencia, en el aula, en la sede hospitalaria o en el laboratorio, requiere un esfuerzo físico e intelectual, ya que responder a los pupilos puede requerir de sus conocimientos profesionales y las capacidades obtenidas a lo largo de su experiencia profesional y de vida, y el doctor Hernández Silva afirmó que “el docente es como un trozo de arcilla con la que podemos modelar alguna obra de arte, un instrumento de paz, una muestra de amor, un ser humano de bien, y todo esto lo entienden y lo practican ustedes; son apóstoles del saber, son los que dejan el tiempo útil para que otros aprendan”. Finalmente, señaló que este reconocimiento es muy merecido por su labor, por el sacrificio y la devoción de enseñar siempre. Durante el acto también estuvieron presentes los profesores eméritos Octavio Rivero Serrano y Enrique Piña Garza, los doctores Joaquín López Bárcena, secretario general, y Enrique Graue Wiechers, jefe de la División de Estudios de Posgrado, todos de la FM, así como el doctor Jaime Polaco Castillo, secretario de organización de la AAPAUNAM. |