Gaceta Facultad de Medicina UNAM
10 junio 2006
Facultad de Medicina UNAM

Nuevos Proyectos Académicos

Concluyen los alumnos de segundo año su práctica de
campo en la Preparatoria Núm. 6

  • Un proyecto institucional en el que participa toda la Facultad
  • Proyecto coordinado por el departamento de Salud Pública en conjunto con la DGP y la DGCCH

Juegos, juguetes, pelotas, cartas, lotería, turistas, twister y otros juegos constituyeron una feria sobre sexualidad —dentro de un ambiente lúdico, completamente lleno de conocimientos y respeto— con que concluyeron la práctica de campo, realizada en la Escuela Nacional Preparatoria Núm. 6 “Antonio Caso”, cuatro grupos de segundo año.

De acuerdo con los resultados y al aterrizar los contenidos de la materia de salud pública II, dentro del tema de infecciones de transmisión sexual, qué tanto influyen en las prácticas sexuales y la transmisión de las mismas en alumnos de bachillerato, fueron los criterios con que los alumnos de segundo año, junto con sus profesores, desarrollaron propuestas de educación sexual como la fase final para la conclusión de su práctica comunitaria anual, comentó la doctora Guadalupe Silvia García de la Torre, jefa de dicha materia.

En entrevista para este medio, la doctora García de la Torre explicó que después de aplicar el instrumento de medición se capturó la información, se analizó y, con base en los resultados, se conformaron propuestas de educación para la salud.

Comentó que a esta Preparatoria asistieron cuatro grupos de jóvenes galenos de la Facultad de Medicina, dos para el turno de la mañana y dos para el de la tarde, y en ambas ocasiones la actividad duró tres horas.

Explicó que los grupos se dividieron en equipos de trabajo, y cada equipo tenía designada una enfermedad de transmisión sexual de donde partió su propuesta lúdica.

“No queríamos que fuera la clásica conferencia, porque nadie los iba a escuchar. Entonces les pedimos que con su lenguaje trataran de explicar lo que ya sabían. En este sentido considero que los alumnos de la Facultad son muy buenos y armaron una serie de juegos que fabricaron con materiales que tuvieron a su alcance.”

Al hacer una relatoría de la práctica, dijo que en la Preparatoria les prestaron una grabadora con micrófono, y el lugar donde estaban ubicados llamaba mucho la atención, porque los jóvenes iban de blanco, y como la gran mayoría eran mujeres, se acercaban más los varones.

— ¿Cada uno de estos juegos que presentaron los muchachos fue supervisado?
“Cada uno de los profesores organizó y supervisó antes los juegos. Los muchachos presentaron sus ideas y el contenido antes del día de la práctica. Ese día no estaban solos, estábamos los profesores, el coordinador, y supervisores presentes, rondando y supervisando desde lejos lo que decían, viendo que fuera información correcta e incluso la seriedad, porque siendo muchachos cabía la posibilidad de que estuvieran cotorreando. Los teníamos cuidados, pero de una manera no estricta. De hecho, no detectamos ninguna falta de respeto.”

— ¿Estos juegos fueron centrados en los resultados que obtuvieron en la etapa anterior?
“En el aula, cada profesor con sus cuestionarios realizó el ejercicio de análisis, porque durante el curso se les enseñó. El punto es que no dio tiempo de que, con base en ese análisis, se dieran las propuestas; sin embargo, tuvimos los resultados y salió lo que esperábamos. El conocimiento es bajo. Si hacemos preguntas generales, como si es bueno usar condón cuando se tienen relaciones sexuales, todos contestan que sí, pero cuando les preguntamos cosas puntuales, como qué tipo de enfermedades se prevén o si hay alguna enfermedad sexual que no prevenga el condón, ahí no saben. Están utilizando como primera opción el condón masculino, pero como segunda opción la anticoncepción de emergencia, cuando ésta es de emergencia y no de elección.”

Una Feria de la Sexualidad
Las actividades arrancaron con una invitación a través del micrófono. Entonces comenzaron a jugar Lotería: “El agente transmisor de la sífilis.” El juego contenía el nombre y las figuras de diferentes enfermedades. Como es lógico no conocían todo el contenido del tablero, pero para eso estaban los jóvenes galenos, quienes le decían al jugador cuál era y le daban una pequeña explicación. Como los demás oían, la información se extendía. Cuando alguien ganaba el premio era pasar a otra mesa donde había un pepino o una zanahoria, al cual le tenían que colocar un condón a ciegas.

Otro juego era el de las sillas, donde se rompía un globo. Leían un cartel y al momento de romperse el globo, de éste saltaba una pregunta con respecto a lo que habían leído. La peculiaridad del juego era que la silla estaba ocupada. Entonces el tema del juego era sífilis, y si había en la silla un hombre salía una doctora a romper el globo y a la inversa. Al principio los jóvenes se sorprendieron, pero conforme entendían el juego y el tiempo pasaba se divertían más.

Otro juego era de tino y se trataba de que se ensartaba un pepino o una zanahoria con un aro o preservativo. Aquí pocos acertaron.

Los estudiantes de medicina también llevaron modelos anatómicos para colocar preservativos y algunos de sus carteles tenían las letras realzadas.

Pasaban estudiantes del plantel que veían de reojo, porque no sabían qué pasaba, pero los estudiantes de la Facultad los atraían o los maestros explicaban de qué se trataba y como no queriendo se acercaban. “Hubo jóvenes que estuvieron las tres horas entre un juego y otro.”

Al dar su opinión sobre la práctica, la doctora García de la Torre comentó que el ambiente era de relajo, pero no en el sentido de desorden sino por la calidez del mismo.

“Hubo una pareja de novios que estuvo con uno de los doctores haciendo pregunta tras pregunta por más de 45 minutos y el doctor no dejaba de contestar con amabilidad y conocimiento. Nosotros nos dimos cuenta de que nuestros estudiantes siempre estuvieron en su papel dando la información adecuada. Hubo algunos juegos que después de jugar o a mitad del juego se acercaban a los jóvenes doctores a preguntar más, y éstos, con seriedad y aplomo, contestaban las preguntas muy bien. Nuestros jóvenes se prepararon mucho y pusieron igualmente mucho entusiasmo. La actividad vino a concluir y a amarrar los contenidos que vieron durante todo el año.”

Después de transcurridas cerca de dos horas y media, la cantidad de alumnos disminuyó. Entonces, los que tenían el micrófono dijeron: “Bailando por un condón. Escoja a su doctor o a su doctora y pongase a bailar”, y comenzaron a regalar los condones que les quedaban. Al final, terminaron todos muertos de risa y cansados.