Gaceta Facultad de Medicina UNAM
10 junio 2004
Facultad de Medicina UNAM

NUESTROS TRABAJADORES

“Farmacología funciona al 100 por ciento”: Efraín Díaz

  • Entrevista con el encargado del Taller de Mantenimiento del Departamento de Farmacología

“Ingresé a la FM en 1984 y empecé en la Antigua Escuela de Medicina, allí laboré en el área de audiovisuales, mi trabajo consistía en darle mantenimiento a los proyectores, así como preparar el equipo y grabar los eventos cuando asistía el rector o el director de la Facultad”, así evoca Efraín Díaz Camacho, encargado del Taller de Mantenimiento del Departamento de Farmacología, sus primeros años en la Universidad, en la cual ha laborado por más de dos decenios.

Señor Efraín Díaz Camacho

Vestido con camisola de mezclilla arremangada con las siglas doradas de la UNAM, padre de familia de tres hijos, originario del Distrito Federal, el señor Díaz Camacho señala, en entrevista con la Gaceta, que llegó un momento en que deseaba renunciar al puesto: “se me hacía muy monótono porque no pasaba de darle mantenimiento a los proyectores, y pensaba que si me llegaban a despedir, al buscar otro empleo me iban a preguntar qué más sabía hacer”.

Nueve años permaneció en la Antigua Escuela de Medicina y alternó su actividad con clases de historia de la música que impartía en la escuela primaria “Amiga Obrera”. “La música siempre me atrajo, el gusto por ella fue desde mi niñez y aprendí a tocar la guitarra y el bajo. Mis padres son de Querétaro, en provincia es una tradición participar en eventos musicales y cuando había la oportunidad lo hacía. Mi horario de entrada en Palacio era a las siete y a la una y media salía corriendo a la escuela, tenía que estar a las dos de la tarde, ésta se encontraba en la Delegación Iztacalco. Permanecí allí un año, y medio después la dejé porque había iniciado un pequeño negocio y no había tiempo para atender las clases”, recuerda.

Más tarde, en 1994, cambió su sede de trabajo al Departamento de Psiquiatría y Salud Mental de esta Facultad en Ciudad Universitaria, donde laboró en el área de audiovisuales, y en 1995 llegó al Taller de Mantenimiento del Departamento de Farmacología. “El señor que estaba en el Taller se jubiló y fue que me mandaron aquí para cubrir su plaza, y mi trabajo hasta la fecha está enfocado al mantenimiento de equipo que se emplea en los laboratorios y el apoyo a la docencia.”

Trabajo creativo

Desde el mantenimiento de las instalaciones eléctricas, de plomería, de gas, hasta hacer trabajos de cerrajería, pintura, plafón, así como la colocación de vitrinas y el diseño de dispositivos para secar las células, lo mismo rotarods y laberintos para animales de laboratorio y la elaboración de gradillas de acrílico para los tubos de ensayo son sólo algunas de las múltiples actividades de Díaz Camacho. “El doctor Marco Tulio González, investigador del Departamento, en cierta ocasión necesitaba de un agitador que en el mercado costaba miles de dólares, y ya sabes cómo es el ingenio del mexicano: el motorcito de un carrito y un imán se adaptaron para que funcionaran como agitador, entonces aquí se les ahorran muchas cosas a los investigadores.”

Voluntad a toda prueba e ingenio son las cualidades del señor Díaz Camacho, quien idea, diseña y construye sus propias invenciones; en su taller de menos de ocho metros cuadrados hay herramienta, botes de pintura, un restirador, tuercas, tornillos, cables, alambres, una máquina para hacer llaves, trozos de madera y acrílico. “Aquí contamos con muy poca herramienta y le platicaba a un doctor que hace falta un taladro de banco.

“Cuando llegué aquí imperaba un ambiente de suspicacia, porque el señor que estaba antes tenía ya muchos años; para ganar la confianza del personal había que demostrarlo y me dediqué a hacer mis funciones, y como veían que sacaba el trabajo me gané la confianza de las personas.

Cuidadoso con las medidas de seguridad e higiene, el encargado del Taller de Mantenimiento señala que debe informar a los investigadores acerca de la instalación de los tanques de bióxido de carbono a los manómetros, de acuerdo a lo que establece la norma de seguridad de las empresas INFRA y AGA.

Considera que al Departamento de Farmacología no le falla nada, todas las instalaciones funcionan a 100 por ciento y pocos son los problemas que se presentan en comparación con los otros departamentos. “Procuramos estar siempre al día, esto implica revisar todas las instalaciones hidráulicas, de gas y todo en general.”

El sentimiento de pertenencia

“Me gusta ser empleado de esta Universidad, no es nada más decir soy de la UNAM, pienso que dondequiera que uno se pare hay que demostrar la cultura que uno lleva y decir: ‘vengo de un lugar donde se trabaja de esta forma’. Hace poco fui a Ensenada y en algunas sedes académicas que tiene la UNAM en esa ciudad me di cuenta de que todo aparato que deja de funcionar se desecha y no lo reparan. Aquí es lo contrario, en mi trabajo utilizo madera, acrílico y otros materiales, algunas cosas para mis diseños las obtengo del desperdicio y las adapto o les hago reparaciones, tal fue el caso del aparato que estoy diseñando para secar células, el cual contará con una fuente de luz y gradillas para tubos de ensayo.”

Díaz Camacho participó, junto con otros trabajadores, en la remodelación de los Laboratorios de Embriología, la tarea consistió en colocar plafones, recubrir las paredes con pintura y colocar vitrinas. También fue quien propuso la idea de que en el auditorio “Raoul Fournier” de esta Facultad se instalaran bocinas en el techo con el propósito de que el sonido no se distorsionara.

Aficionado al fútbol y fanático del equipo Pumas, el señor Díaz Camacho reconoce que el apoyo del jefe del Departamento, doctor Nicandro Mendoza, de la licenciada Guadalupe León, secretaria administrativa, y de su jefa, la administradora del área, María de Jesús Carranza del Pilar, ha sido muy bueno y gracias a ello Farmacología avanza. “Cuando hay presupuesto para adquirir una herramienta se manda comprar, ha habido ocasiones en que sí restringen las adquisiciones, pero lo principal me lo han proporcionado.

“A mí me gusta mi trabajo, durante los nueve años que llevo en este Departamento cada día hay cosas que innovar, eso significa para mí un nuevo reto”, concluye.