Lic.Gabino Sánchez Rosales
Departamento de Historia y Filosofía de la Medicina

1 de febrero de 1933

En el viejo Palacio de la Inquisición, el doctor Ignacio Chávez tomó posesión del cargo de director de la Escuela Nacional de Medicina. Acompañado por el rector de la Universidad, y con la presencia de alumnos y profesores, en esa ocasión señaló, entre otras cosas, lo siguiente: “Queda atrás de nosotros todo un pasado heroico de cien años de vida, que empuja y pide que no se le traicione, y enfrente se abren las anchas puertas de un porvenir que exige ser plenamente realizado. Ésa es la dura responsabilidad del presente... Comienza hoy la tarea. Estoy seguro de que no habrá de faltarme la cooperación de los alumnos, ni el consejo de los profesores ni el apoyo de la Universidad. Todos juntos trabajaremos por hacer de la nuestra una Facultad mejor.”

3 de febrero de 1773

José Ignacio Bartolache —médico universitario graduado como doctor en medicina el 10 de agosto de 1772, con la tesis doctoral sobre el primer aforismo de Hipócrates: Vita brevis, ars longa; experimentum periculosum, judicium difficile— publicó en el Mercurio Volante, periódico con “noticias importantes y curiosas sobre varios asunto de física y de medicina”, la Memoria de un anónimo sobre la importancia de la anatomía para la medicina, donde se señalaba la utilidad del escrito que servía para “desengaño de algunos que miran con ceño y desdén la anatomía”.

6 de febrero de 1819

En la sala de audiencias del Real Tribunal del Protomedicato, los integrantes del mismo, reunidos con el fin de conocer el resultado del examen practicado a Manuel Carpio y Hernández, natural de Cosamaloapan y vecino de la ciudad de Puebla “... de veinte y siete años de edad, de cuerpo y de estatura regular, delgado, pelo castaño crespo, color blanco, ojos azules, nariz y boca regulares y barbicerrado... con un lunar en el carrillo derecho”, y que dada y reconocida la aptitud y suficiencia del concursante para obtener el grado de cirujano latino, acordaron aprobar y conferir “... facultad para que exerza la zirujía en todos los casos y cosas a ella anexas y concernientes, teniendo unos más practicantes así en esta ciudad como en las villas, puertos y lugares de su majestad”.

10 de febrero de 1773

José Ignacio Bartolache, publicó en el Mercurio Volante la Continuación de la memoria sobre la importancia la anatomía, con la indicación de que: “Son en efecto muchas las partes y entre ellas nadie sabrá determinar cuál es la principal, siendo igualmente indispensables. La física útil, la anatomía, la química, la botánica y las buenas observaciones de prácticos; todo este conjunto, que no puede ser dado a todos, es lo que pertenece al noble arte de la medicina.”

11 de febrero de 1837

El recién creado Cuerpo de Salud Militar, a cargo del doctor Pedro del Villar, conforme al decreto de las autoridades del país, inició los preparativos para organizar los 16 hospitales permanentes, cuatro de primera y 12 de segunda, que servirían a los miembros del ejército.

11 de febrero de 1860

A la edad de 69 años, y después de ser atacado de “un mal cerebral que pronto se explicó por una especie de ‘oblivión’ y por algún entorpecimiento de la inteligencia”, murió en la ciudad de México el médico, poeta y político Manuel Carpio Hernández.

12 de febrero de 1842

El bachiller en medicina Mariano Dávila Arrillaga fue nombrado regente adjunto de la cátedra de medicina legal, materia integrante del plan de estudios de la carrera de medicina. El horario estaba señalado de 9 a 10 de la mañana de cada día escolar.

14 de febrero de 1781

Valentín Gómez Farías, hijo de Lugardo Gómez Vera y de Josefa Farías, murió en la ciudad de Guadalajara.

17 de febrero de 1621

A las nueve y media de la mañana, “... quieta y pacíficamente, habiendo profesado la fe, jurado los estatutos y defender la doctrina de la limpia concepción de Nuestra Señora, la Virgen María, concebida sin pecado original...”, el doctor Francisco de Urieta, en su carácter de profesor extraordinario, tomó posesión en la Universidad Real y Pontificia de México de la cátedra de método práctico de medicina, con objeto de formar “peritos y aventajados médicos para que acertasen a curar con ciencia y experiencia todo género de enfermedades”.

17 de febrero de 1840

El doctor Ramón Alfaro González Cosío, “uno de los últimos graduados en la Facultad de Medicina de la Universidad de México”, fue electo socio de número de la Academia de Medicina de México. Alfaro González fue autor de diversos artículos publicados en el Periódico de la Academia de Medicina de Mégico, entre los que sobresalieron: “Observaciones sobre el uso del mercurio en la erisipela” (1838), “Observaciones sobre la flebitis uterina” (1840), “Viruelas” (1840), “Errores populares relativos a la medicina; Charlatanes” (1840) y “Reumatismo abdominal” (1840).

22 de febrero de 1907

En presencia de los doctores Eduardo Liceaga, José Ramos y Gregorio Mendizábal, los restos del eminente clínico mexicano, doctor Miguel Francisco Jiménez fueron exhumados del cementerio de la Villa de Guadalupe. La acción fue celebrada por un acuerdo de los miembros de la Academia Nacional de Medicina de México, con el fin de rescatarlos y depositarlos en otra “... no tan humilde necrópolis”. El homenaje culminó el 2 de marzo de ese año, cuando a las diez de la mañana se colocaron los despojos del doctor Jiménez en la capilla de San Francisco Javier, perteneciente a la iglesia de la Santa Veracruz en la ciudad de México.