Gaceta Facultad de Medicina UNAM
25 febrero 2005
Facultad de Medicina UNAM

PREMIOS INTERNACIONALES

La International Research Promotion Council otorgó el premio Eminent Scientist of the Year 2004 a la doctora Patricia Alonso

  • De los autores de un artículo, ella fue la elegida por su experiencia y trayectoria

 

Doctora Patricia Alonso

La doctora Patricia Alonso Viveros de Ruiz fue elegida por la International Research Promotion Council (IRPC) dentro de un grupo de autores que publicó en 2003 un artículo sobre carcinoma papilar de tiroides, por su experiencia y trayectoria, para otorgarle el Premio Eminent Scientist of the Year 2004, Capítulo Europa y Países Bajos.

A casi un año de haberse publicado en Acta cytologica el artículo “Criterios citológicos del carcinoma papilar de tiroides con degeneración quística”, del cual son autores los doctores Lisset Castro-Gómez, Susana Córdova-Ramírez, Reyna Duarte-Torres, Patricia Alonso de Ruiz y Luis Mauricio Hurtado-López, la IRPC informó que se le otorgó el premio por la calidad de dicho artículo y por ser la doctora Alonso la investigadora con mayor renombre dentro del grupo.

Cabe señalar que dicho premio consiste en un diploma y una medalla, los cuales todavía no han sido entregados oficialmente.

En entrevista para este medio, la patóloga con especialidad en Citopatología, con residencia en la Unidad de Patología, del Hospital General de México y en el Beth Israel Hospital en Boston, Massachussetts —hospital afiliado a la Escuela de Medicina de Harvard—, explicó que ella desconocía la existencia de esta institución y del premio, pero ahora, con la información que ha recibido por parte de ellos, sabe que tiene su sede en Trivandrum, Kerala, India, que se encarga de tener contacto con científicos de países en vías de desarrollo y de otorgar estímulos.

La doctora Alonso Viveros de Ruiz es cirujana y profesora de la Facultad de Medicina, así como fundadora y titular del Laboratorio de Citopatología del Departamento de Patología del Hospital General de México, que se ubica en el pabellón 310.

La Unidad de Patología de la FM tiene principalmente actividades de enseñanza y se ubica fuera del campo universitario porque trabaja con material que solamente se obtienen en un hospital, y mediante sus investigaciones y estudios también dan servicio al mismo. Es de mencionar que este Departamento fue creado en 1953 por el doctor Ruy Pérez Tamayo, quien también fue su maestro y responsable de que ella se dedicara a la citopatología.

Al hablar sobre su decisión por la citopatología, ella dijo que al terminar la carrera escogió estudiar gastroenterología porque le parecía una especialidad que no se refería a un sector del organismo sino que abarcaba todo; para ello, los doctores María Elena Anzures y Manuel Charvel le diseñaron un programa ex profeso, porque en esa época no estaban bien establecidos los programas de residencia, y agregó: “Me dijeron que tenía que rotar por cuatro servicios y me recomendaron que comenzara por el más difícil —en aquel tiempo denominado ‘Sibería’ por lo mismo—: patología. Estuve seis meses y ya no me quise ir a otro lado.

“El doctor Pérez Tamayo fue quien me indujo a esta área de la patología, en un momento en que la citología estaba muy alejada de la anatomía patológica. Entonces me mandó a Estados Unidos a terminar mi adiestramiento y me encargó que me fijara en cómo funcionaban los laboratorios de varios lugares. Estuve en Boston, después fui al Johns Hopkins y al Memorial de Nueva York. Cuando regresé ya tenía una idea moderna de lo que era la citopatología e inicié mi trabajo; claro, el área fue creciendo y ahora es un departamento grande donde adiestramos a mucha gente de México y de Latinoamérica, pero también de Estados Unidos y de Europa, como Suecia y España, y de esta manera el laboratorio ha ido creciendo y teniendo innovaciones, como el implementar la punción con aguja delgada.

“En este laboratorio tenemos actividades de enseñanza porque rotan residentes de varias especialidades y además asisten alumnos a darse una idea de lo que es un laboratorio de diagnóstico que sirve a la clínica y da servicio al hospital. Dentro de las que tenemos, colaboramos con el Programa de Detección de Cáncer Cervicouterino, y en el área de diagnóstico a toda la patología de este hospital.”

Al continuar la doctora Alonso con la explicación sobre su trabajo y el origen del artículo con el que ganó el premio, comentó que el servicio de punción con aguja delgada les ha dado muchos frutos, además de ayudarles a implementar controles de calidad, algo indispensable en la citopatología, porque su estándar de oro es la biopsia.

La punción con aguja delgada es un procedimiento de diagnóstico que se implantó en México desde 1969. Es tan sencillo que se puede hacer hasta en un consultorio: “Puedo decir que es rápido, económico y certero llegándose a un buen diagnóstico, a diferencia de la biopsia común y corriente ya que a veces se necesitan quirófano, anestesia local y en algunas ocasiones, general; en cambio la aspiración con aguja delgada —que de ninguna manera sustituye a la biopsia— es muy sencilla porque con una jeringa y una aguja se puncionan todos los órganos superficiales, como la tiroides, la glándula mamaria, los ganglios linfáticos y alguna lesión que aparezca por otro sitio, sin embargo se necesita tener plenos conocimientos de este procedimiento.

En el caso de órganos más profundos, como el hígado, explicó que también se puede puncionar con ayuda de otros procedimientos, como los rayos X, y así suelen puncionarse pulmón, intestino, páncreas, vesícula biliar, etcétera. “Entonces, es un procedimiento que ayuda mucho, con la ventaja de que casi es indoloro, no se necesita anestesia, se puede hacer en un consultorio si se siguen todos los lineamientos y las indicaciones, y además permite la obtención de un diagnóstico rápido.”

Con el uso y aplicación de este procedimiento, comentó que desde hace ocho años, junto con su personal, interaccionan en equipo con el grupo del doctor Mauricio Hurtado, que se dedica a la cirugía de cuello en el Hospital.

“Ellos tienen una clínica de patología tiroidea. La tiroides es una glándula que presenta patología muy florida en este Hospital, no necesariamente presenta tumores malignos o de cáncer, pero si bocios o nódulos únicos. Entonces, la aspiración con aguja delgada da la posibilidad a los cirujanos de hacer un diagnóstico inmediato, rápido, seguro y con alto grado de certeza diagnóstica.

“Esta actividad nos ha generado mucho material y tenemos varias publicaciones. Una de ellas evalúa qué tan certero es el procedimiento; y encontramos que lo era, pero tiene algunas fallas como las lesiones con degeneración quística y nos preguntamos por qué y esta fue la razón del trabajo publicado y premiado.”

Cabe mencionar que dentro de sus actividades docentes este laboratorio imparte la subespecialidad en citopatología, la cual dura un año más después de la especialidad en patología, a lo que agregó que es una subespecialidad de reciente formación, pues se inició en 1999; acepta a poca agente y es interesante porque aunque dura un año están tan controlada la actividad de enseñanza que al concluir el curso necesariamente los alumnos tienen que presentar un trabajo y publicarlo, lo que permite un buen seguimiento de los alumnos y frutos inmediatos, como sucedió con este artículo.

“Hace dos años se nos ocurrió evaluar por qué nos equivocábamos. Bajo la idea de que cualquier lesión de tiroides que crece muy aprisa y se necrosa en la parte central al no tener vascularización, se vuelve una lesión quística. Puncionábamos, sacábamos mucho líquido y nos preguntábamos en qué nos equivocábamos, y como contábamos con un buen número de casos hicimos el artículo en conjunción con el doctor Hurtado, la especialista que estaba terminando y el grupo de trabajo del Hospital.

“Salió entonces el artículo ‘Criterios citológicos del carcinoma papilar de tiroides con degeneración quística’, que se publicó en Acta cytologica, revista especializada, de renombre y de difusión internacional. Este artículo se publicó en 2003 y para sorpresa de nosotros el año pasado, por el mes de mayo, nos llegó una carta del grupo International Research Promotion Council, que anunciaba el Forum Internacional del Mundo Científico que cada año otorga el Eminent Scientist of the Year del año que corresponda, y resulta que aunque yo no fui la primera autora, porque la primera autoría se la dejamos a la persona que comienza, me eligieron por mis antecedentes.

“Este agrupamiento dice que es fundamental para promover la investigación en los países en vías de desarrollo, e inicialmente me dijeron que el premio correspondía al Capítulo Asía-Pacifico, pero hubo una corrección y ahora el premio corresponde al Capítulo Europa y Países Bajos.”

Algo que le pareció muy interesante a la doctora Alonso de esta institución es que se publica el artículo en su revista, previo permiso de la publicación original; además, publican el perfil del científico, y sobre el grupo y lugar de trabajo donde se desarrolló éste, cosa que no se hace con otros premios otras instituciones. Al respecto, afirmó que, de entrada, al Hospital General de México lo colocan como un lugar de excelencia.

Cabe mencionar que desde la primera vez que se publicó el artículo se hizo en inglés, elemento al cual le atribuye relevancia la doctora Alonso, pues considera que si se hubiera salido en español desde el principio, no hubiera sido premiado.

Con respecto a la importancia del premio, dijo que, independientemente de haber sido otorgado a una sola persona, se demuestra que es necesario trabajar en equipo, y “sobre todo que, sin un material tan rico como es la patología de este Hospital, no se puede hacer nada”, agregó.

Hemos de mencionar que la doctora Alonso está a punto de culminar su ciclo de trabajo y le falta poco tiempo para jubilarse; sin embargo, ella piensa en tomar un año sabático para dedicarle tiempo a otros proyectos que quiere realizar antes de retirarse, pues considera que a su edad sigue siendo productiva.

Está por publicarse la segunda edición del libro que realizó con la Facultad y el Instituto de Salud Pública, titulado Cáncer del cuello uterino. Diagnóstico, prevención y control, producto del trabajo realizado para respaldar al Programa de Detección de Cáncer, y que fue una actividad llevada a cabo en colaboración con el Instituto Nacional de Salud Publica, y otro libro por elaborar próximamente de difusión popular, porque cree que existen muchos mitos y datos falsos sobre ciertos temas y la gente debe conocerlas, pero éstos son los libros más difíciles de escribir, porque estamos acostumbrados a los términos técnicos y acercarse al publico es difícil, pero también un reto. Otro proyecto es el de que junto con la Facultad se realice una serie de discos compactos que ejemplifiquen casos donde se enlaza el conocimiento de áreas básicas, clínicas y la citopatología y la patología.

Finalmente, mencionó que de acuerdo con la experiencia obtenida con su primer libro, es necesario que el citopatólogo y el patólogo se adentren más al terreno de la medicina preventiva, pues en un país con pocos recursos como el nuestro, con escasa educación de autocuidado de la salud y con pacientes que acuden con enfermedades muy avanzadas, necesariamente se necesita educación en salud pública, y aunque pareciera que su área está alejada de esta última, la verdad es que no es cierto.

“Los patólogos tiene que aprender medicina preventiva, salud pública y epidemiología, pues en la práctica esto se enlaza con la citopatología y la patología ginecológica, como ejemplo en la detección del cáncer de cuello uterino dentro de un programa de prevención”, concluyó.