ANIVERSARIO 428º DE LA PRIMERA CÁTEDRA DE MEDICINA

Interesante conferencia del profesor Pearn

Por cuarto año consecutivo, la lección inaugural de la primera cátedra de medicina impartida en México fue recordada en la Facultad de Medicina; en esta ocasión, con dos conferencias magistrales, una a cargo del doctor australiano John Pearn, profesor invitado, y la otra por el reconocido epidemiólogo Malaquías López Cervantes, funcionario de la dependencia.

En la ceremonia del 428º aniversario, el doctor José Narro Robles, director de la institución y organizador de la actividad, junto con el jefe del Departamento de Historia y Filosofía de la Medicina, doctor Carlos Viesca Treviño, aseguró que el orgullo que se siente al rememorar este suceso histórico es porque no es fácil formar recursos humanos para la salud a lo largo de más de cuatro siglos; sin embargo, es una hazaña que la Universidad Nacional Autónoma de México ha logrado mantener.

Luego de dar la bienvenida a los invitados, también afirmó que el compromiso con la educación superior y con la educación médica es un elemento que muestra la fortaleza de nuestra sociedad, razón justificada para sentirse orgullosos de ese pasado y comprometidos para hacer mejor las cosas y seguir aportándole, no sólo años a esa tradición, sino calidad.

Ante los reunidos en el auditorio “Dr. Fernando Ocaranza”, el doctor Viesca Treviño, encargado de presentar a los conferencistas, dio la bienvenida al doctor John Pearn, jefe de Pediatría en el Royal Childrens Hospital, Brisbane, Australia, y miembro distinguido de la Sociedad Internacional de Historia de la Medicina, quien abrió la celebración con un tema histórico.

Al oeste de México, los primeros médicos y enfermedades en el Pacífico
En su conferencia magistral, abordó, entre muchos detalles históricos por demás interesantes, los viajes europeos de expedición de los siglos XVI y XVII que salieron en busca de la Terra Australis.

Luego de varios viajes en aguas del Pacífico realizadas por holandeses, españoles y británicos, las costas de esa tierra no se exploraron por completo hasta el siglo XIX, y fue Matthew Flinders, un oficial de la Marina Británica, el primero que rodeó la isla y quién insistió en llamarla Australia, dijo.

Además, en su relato habló particularmente de las expediciones españolas, donde viajaban los primeros médicos de entonces. Para ello, explicó que, en esa época, España había establecido un imperio en el continente americano y realizó tres viajes desde Perú por el Pacífico sur.

Sin embargo, abundó especialmente en la tercera expedición comandada por Pedro Fernández de Quirós y Luis Váez de Torres, quienes zarparon en 1605 del puerto de Callao en tres navíos: San Pedro y Pablo, San Pedro, y Los Tres Reyes, viaje que derivó en el descubrimiento de Australia del Espíritu Santo, la actual Vanuatu, el primer avistamiento de Australia del que se tiene registro, y la navegación del Estrecho de Torres (entre el continente australiano y Nueva Guinea), que debe su nombre al almirante español.

Más adelante enfatizó que en aquellas expediciones españolas viajaban los médicos Alonso Sánchez Aranda y Diego de Rivera, quienes conocían padecimientos como el paludismo, por ejemplo, y viajaban con remedios para tratarlo, con lo cual se ha demostrado la marcada diferencia en el estado de salud y mortalidad de otros navegantes europeos respecto a los españoles y, por supuesto, que son un referente del profesionalismo que caracteriza a la medicina moderna, concluyó.

El doctor Malaquías López durante su intervención

Reflexiones epidemiológicas
En la segunda conferencia, con un tema más contemporáneo, el doctor López Cervantes, actual secretario de Enseñanza Clínica, Internado y Servicio Social de esta Facultad, habló de epidemiología y abordó conceptos teóricos de la disciplina, entre ellos la transición epidemiológica y las predicciones en torno a la modificación de la población en un futuro no muy lejano.

En su momento, afirmó que la epidemiología es una disciplina científica que se encuentra restringida al campo de la salud pública (área de compromiso en inversión social), la cual se compone de las aportaciones de diversas disciplinas que existen tanto dentro como fuera del campo de la salud, pero en el caso de la epidemiología, existe por y para ella.

Citando a destacados estudiosos señaló que la epidemiología se encarga del estudio de la salud de las poblaciones, y se fundamenta, como otras disciplinas científicas, con: axiomas, conceptos, métodos y teorías. Al respecto aseguró que referente a conceptos y métodos, esta ciencia tuvo un progreso espectacular los últimos tres decenios.

Luego de explicar una serie de teorías en torno al desarrollo y consolidación de esta ciencia, se refirió a la transformación de la salud en nuestro país; para ello —dijo— es necesario saber de qué se enferman y mueren los habitantes, y las medidas que se están aplicando para responder a esos problemas de salud y, finalmente, hacia dónde se deberían encaminar los esfuerzos.

A este respecto, el doctor López Cervantes aseguró que el conjunto de propuestas que se tienen sobre la mesa señalan, por un lado, que está ocurriendo un conjunto limitado de modificaciones en la población que nos llevarán por diferentes rutas según las decisiones que tomemos, o que, por el otro, tenemos una metamorfosis, un cambio de fondo.

Explicó que a través del tiempo la pirámide poblacional ha cambiado, ha disminuido la cantidad de niños y aumentado la cantidad de adultos mayores, aspecto conocido como envejecimiento poblacional. A la par de estos cambios se han dado dos grandes fenómenos: la compresión de la mortalidad, y el proceso de expansión de la morbilidad.

Luego de una serie de consideraciones sobre el sistema de salud mexicano, el reconocido epidemiólogo cerró la celebración con la afirmación de que en el futuro no va a seguir aumentando la población total, el tamaño de ésta tenderá a estabilizarse debido a la caída de la tasa de crecimiento poblacional.

Al concluir la ceremonia el doctor Narro Robles dijo a los presentes que la suma de los esfuerzos de todos permitirá llevar a la Facultad de Medicina al sitio donde siempre ha estado, como la mejor del país, porque tiene la tradición que se requiere, la infraestructura, pero fundamentalmente porque, como en el pasado, en la actualidad cuenta con los mejores estudiantes y profesores.