Un grupo interdisciplinario da muestra
en Tehuetlán de la grandeza de la Universidad Nacional
Estudiantes de la carrera
de medicina, profesores de salud pública, pasantes de odontología
y profesionales de la salud, realizaron una visita de tres días
a Tehuetlán y Huejutla, Hidalgo, con un objetivo muy claro
de adiestramiento para los estudiantes, pero a la vez con la intención
de ofrecer un servicio, con lo que dieron muestra de la grandeza de
la Universidad Nacional.
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La doctora Norma Martínez
Viniegra |
Este grupo estuvo encabezado
por la doctora Norma Martínez Viniegra, profesora de salud
pública y jefa del Departamento de Capacitación Docente
de la Subdivisión de Especialidades Médicas de la División
de Estudios de Posgrado e Investigación (DEPI), quien explicó,
en entrevista, que se reunieron entre amigos con la intención
de llevar sus conocimientos a quienes más lo necesitan.
“Lo primero que hicimos fue
entrelazar las actividades para que, en conjunto, pudiéramos
ofrecer los elementos necesarios para la promoción de estilos
de vida saludables en una comunidad semiurbana (Tehuatlán,
Hidalgo) y una actividad en comunidad rural (Huejutla, ubicada a 4
kilómetros de Tehuatlán), donde la gente solamente habla
náhuatl, no cuentan con atención médica, los
partos los atiende una anciana de 89 años, y no tienen las
condiciones mínimas higiénicas para su salud.
“Todo ello, encaminado a que dentro del proceso de enseñanza-aprendizaje,
los estudiantes de medicina, de la materia de salud publica, en lo
que se refiere a la parte práctica de la asignatura, se aproximen
de forma temprana a la atención de los pacientes y apliquen
los conocimientos del aula en la comunidad; es decir, que puedan dar
el servicio de promoción a la salud, y de paso, la intención
fue ponerlos en contacto con la realidad que vive el país.
“En ese sentido fue bueno integrar la teoría con la práctica,
porque además la información recabada (somatometrías)
les servirá a los alumnos cuando veamos la unidad de metodología,
a fin de que detecten los problemas y diseñen una dieta adecuada”,
dijo la doctora Martínez Viniegra.
En esta actividad, realizada del 28 al 30 de noviembre pasado, todos
los participantes se enfocaron en llevar a la comunidad la promoción
de estilos de vida saludables, principalmente en la población
escolar (niños entre 6 y 14 años). Para lograrlo, los
estudiantes de medicina (grupo 1107) participaron en teatro Guiñol,
encaminado a fomentar hábitos alimentarios y educativos, ante
la presencia de los padres de familia, mientras que los pasantes de
odontología aplicaron medidas preventivas (aplicación
de flúor, técnicas de cepillado, tratamiento de caries
y extracciones).
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Alumnos de la Facultad
durante su participación |
A su vez, los doctores Martínez Viniegra, Sofía Hernández
Rodríguez de León y Arturo Cravioto Melo, con ayuda
de los alumnos, realizaron un estudio encaminado a determinar el estado
nutricional y funcional en esa población escolar, para ello
realizaron 160 somatometrías (evaluaciones funcionales, hábitos
alimenticios, mediciones —talla, peso, masa corporal, es decir,
cuantificación de la grasa para conocer el grado de desnutrición,
ya que se trata de pequeños que no tienen el mínimo
de grasa para la función metabólica que se necesita—).
Sin embargo, la estancia no fue suficiente para atender a los 454
pequeños que se presentaron al estudio.
Por otra parte, los doctores Manuel Cázarez Ortiz, Jesús
Alfredo Rojas Escartin, Bertha L. Betanzos, Emma K. Cantú,
Jacqueline Rosales, Eva Cariño Preciado y Sofía Hernández
Rodríguez de León realizaron unas jornadas médicas
con objeto de capacitar y actualizar a los médicos de la región
a fin de promover la salud en la población; ofrecieron consulta
pediátrica y pláticas ginecológicas sobre aspectos
preventivos.
Cabe destacar que en entrevista las doctoras Cariño Preciado,
profesora de salud pública, y Hernández Rodríguez,
especialista en medicina del deporte, quienes colaboraron en la organización
de la visita, manifestaron que los resultados de esta práctica
foránea son positivos tanto para los alumnos como para todos
los que intervinieron, pero sobre todo para la comunidad a la que
atendieron.
“Los alumnos están satisfechos de su participación,
ya que desde el principio se comprometieron, pagaron su pasaje y tenían
el permiso de sus padres; los profesores salimos seguros porque la
Facultad de Medicina nos otorgó su apoyo, y porque finalmente
teníamos un buen objetivo, compartido con la Facultad de Odontología;
nos unió la plataforma universitaria”, dijo la doctora
Cariño Preciado, quien, además, está programando
una práctica para su grupo (1136), ya que considera que desde
la Universidad Nacional se pueden realizar acciones efectivas enfocadas
a la gente que lo necesita: “Somos ante todo una institución
educativa, y por ello, a los alumnos les podremos permitir aplicar
sus conocimientos para ese fin, que es muy valedero; la idea es llegar
con actividades muy específicas a resolver problemas.”
Por su parte, la doctora Hernández Rodríguez señaló
que esta actividad es la segunda en la que colabora con la organizadora,
sólo que en la anterior no participaron alumnos y en ese entonces
fueron a dar atención médica (420 consultas); “en
esta segunda visita, quisimos conocer más su estado de salud
al realizar un estudio”; por ello, considera que es importante
que se realicen este tipo de trabajos, y éste debe ser tomado
como ejemplo para visitar otras poblaciones que carecen de atención
sanitaria y se encuentran muy marginadas.
La zona de la Huasteca se caracteriza por temperaturas muy altas en
verano y primavera y muy bajas en invierno, y los habitantes no están
preparados para enfrentar padecimientos respiratorios; por esa razón,
las organizadoras, además de las actividades educativas y de
asistencia programadas para su estancia, se dieron a la tarea de recabar
cobijas, suéteres y ropa caliente para ofrecerlos a su llegada.
En esta donación también participaron los alumnos del
grupo 1136 de la doctora Cariño Preciado.
Antes de concluir esta entrevista, la doctora Martínez Viniegra
agradeció a las autoridades tanto de pregrado como de posgrado
que apoyaron la idea; por esa razón señaló que
es muy loable porque entusiasma a los alumnos a hacer cosas diferentes
desde el principio de su carrera, al aplicar medicina preventiva y
resolver problemas de salud desde la base de la educación:
“nos gustaría que fuera un ciclo de actividades que estuvieran
planeadas, autorizadas y promovidas por la Facultad de Medicina”.
Asimismo, hizo un merecido reconocimiento al doctor Rogelio Vera,
quien coordinó la brigada de odontología, al personal
del Centro Médico Nacional del ISSSTE, y al doctor Arturo Cravioto
Melo, quien reunió a los pediatras Manuel Cázarez Ortiz,
Jesús Alfredo Rojas Escartin, Bertha L. Betanzos, Emma K. Cantú
y Jacqueline Rosales.
A los miembros de la comunidad de Tehuetlán y Huejutla también
les dio las gracias por la oportunidad de mostrar por conducto de
ese pequeño grupo interdisciplinario la grandeza que tiene
la Universidad Nacional Autónoma de México.
Doctoras Norma
Martínez Viniegra, Eva Cariño Preciado y Sofía
Hernández Rodríguez de León.
Los alumnos opinan:
Esta excursión me ayudó a darme cuenta de que sí
quiero ser médica, que sí quiero ayudar a la gente,
porque hay mucha que necesita ayuda, y si todos ponemos de nuestra
parte podemos darles un cambio para bien.
Heidi Carolina Ulloa Orozco.
El convivir con personas
de muy pocos recursos y ayudarlas en la prevención de su salud
me hizo pensar en la cantidad de gente que hay en nuestro país
y que necesita ayuda.
Karina Salazar Martínez.
Al visitar la comunidad
pude apreciar la belleza del paisaje y la belleza de nuestras raíces,
no entendí lo que dijeron, pero supe que están olvidados,
que necesitan a personas con los conocimientos y la fortaleza suficiente
para ayudarlos a mejorar su calidad de vida.
María Adelina Pacheco Garduño.
Gracias a la comunidad
por darnos la oportunidad única e irrepetible de visualizarnos
como futuros médicos, comprometidos con el pueblo que nos da
la oportunidad de estudiar.
César Alberto Rodríguez Chamorro.
Esta experiencia de
humanidad da al estudiante de medicina un fuerte deseo de llegar al
término de su carrera, para tener las armas suficientes para
enfrentar el desamparo que en pleno siglo XXI se vive en nuestro país.
Félix Julián Campos García.