Gaceta Facultad de Medicina UNAM
25 enero 2005
Facultad de Medicina UNAM

IN MEMORIAN

DONATO ALARCON SEGOVIA

El Doctor Donato Alarcón Segovia falleció el 21 de diciembre de 2004. Irreparable pérdida para la cultura nacional. Nació en México, D. F. el 6 de mayo de 1935, hijo y sobrino de médicos notables. Estudió Medicina en la Facultad de Medicina, UNAM (1954-1959) graduándose con honores. Luego estudia Medicina Interna en el Instituto Nacional de la Nutrición y Reumatología en la famosa Mayo Graduate School of Medicine, en Minnesota, E.E.U.U. (1961-1965), para culminar con una Maestría en Medicina Interna conferida por la Universidad de Minnesota. A su regreso a México crea el Departamento de Inmunología y Reumatología en el Instituto Nacional de la Nutrición, del que es director hasta que en 1992 (y hasta 2002) toma las riendas como Director General, en uno de los períodos más extraordinarios de este de por sí excepcional instituto médico mexicano. Ahora ya —y gracias a él— justamente denominado Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán, dotado de un bello y logrado emblema. Donato Alarcón es el padre de la Inmunología Clínica mexicana y de hecho, además de haber fundado con un pequeño grupo de entusiastas y jóvenes inmunólogos la Sociedad Mexicana de Inmunología en 1974, llamó a la vida al Capítulo Mexicano de Inmunología Clínica en su seno (1985), y desde luego el Consejo Mexicano de Reumatología, que presidió en 1982.

 

En la Facultad de Medicina, UNAM, Donato Alarcón Segovia marca desde 1977 pautas de excelencia, no solo en el campo de la Inmunología y la Reumatología, sino en la estructura general de todo el esfuerzo educativo de nuestra Facultad y de hecho de la UNAM en pleno, en la que es miembro de su Junta de Gobierno (1993) hasta el momento de su muerte. Sería interminable citar las sociedades médicas y científicas, los premios, las distinciones, los doctorados honoris causa, los cargos honoríficos, las funciones editoriales nacionales e internacionales, etc., etc., que acumuló Donato Alarcón durante su fructífera vida. Muchas universidades e instituciones, aquí y en el mundo, se honraron con su presencia como profesor visitante. Su alma mater de posgrado, la Clínica Mayo de Minnesota, lo nombra su Alumno Distinguido en 2003, en contrapunto con el Mérito Médico 2003 por sus Contribuciones al Engrandecimiento de la Medicina Mexicana que le confiere la Secretaría de Salud de México. Corona todo ello su ingreso al Colegio Nacional, parnaso espiritual de nuestro país, en 1994. Es correcto señalar que en su generación fue Donato Alarcón, más que nadie, quien proyectó a la Medicina mexicana en el ámbito académico internacional con sus contribuciones originales en la Reumatología y la Autoinmunidad. De ello dan testimonio el impacto de sus numerosas publicaciones especializadas que cosechan un número insuperable de citas, pero sobre todo la simiente humana que plantó en la Reumatología de diversos países, en varios continentes. Rigor, liderazgo y fantasía creativa fueron los atributos superlativos que distinguen a Donato Alarcón Segovia durante toda su vida profesional. La difícil combinación de médico clínicamente activo e investigador científico de primer orden, encuentran en él su máxima expresión, una que debe ser modelo para las generaciones futuras. A su llegada a México, la Inmunología transitaba por un territorio cada vez más complejo y novedoso, haciendo aflorar la ahora imperante inmunología innata, más allá y antes de, los inteligentes anticuerpos. Donato Alarcón mantuvo a la Reumatología y a la Autoinmunidad mexicanas siempre a la vanguardia de estos fascinantes cambios que ocurren en el mundo de la Inmunología. De hecho él contribuyó como pocos precisamente a esos cambios. Donato Alarcón hizo además verdad aquel axioma de Ignacio Chávez, de que médico que no es culto.... ni médico es. Lo fue en toda la extensión de la palabra, además de con un profundo compromiso de mexicano universal. Para no pocos, con Donato se va, también, un ejemplar y entrañable amigo. Por todo ello, no sólo la Medicina mexicana está de luto, la cultura mexicana en general lo está. Con su muerte Donato Alarcón Segovia suma ya su nombre al de otros pocos médicos mexicanos legendarios. Resuenen las palabras de Goethe: “...preserva la imagen de los virtuosos. Cual estrellas fulgurantes repartiólas la Naturaleza por el espacio infinito”.

Roberto R. Kretschmer.