Gaceta
Facultad de Medicina UNAM
25 de enero 2004


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El programa académico de la carrera de médico cirujano recibió la reacreditación del Comaem

Para mantener los estándares de calidad la vigencia es de cinco años

El 9 de diciembre pasado el Consejo Mexicano para la Acreditación de la Educación Médica A.C. (Comaem), por medio de su presidente, doctor Guillermo Soberón, entregó la reacreditación al programa académico de la carrera de médico cirujano que imparte la Facultad de Medicina de la UNAM, razón por la cual, su director, doctor José Narro Robles, refrendó el compromiso con la formación de sus alumnos en pregrado y posgrado, con el desarrollo de la investigación en diversos campos, y con la salud de los mexicanos.
El proyecto de acreditación, es decir, de supervisión de la calidad de los programas de estudio, surgió de la Asociación Mexicana de Facultades y Escuelas de Medicina en 1990; más tarde, la Secretaría de Educación Pública estableció el Consejo para la Acreditación de la Educación Superior, con la finalidad de contar con un organismo externo encargado de vigilar la idoneidad de los organismos acreditados en diferentes áreas de la educación superior; asimismo, estableció el Comaem, organismo autónomo, con la misión específica de evaluar las escuelas de medicina, proceso que ha permitido acreditar y reacreditar a 35 de ellas, explicó Guillermo Soberón, antes de la entrega del documento probatorio de la evaluación de la Facultad de Medicina.
En el acto, en el que también estuvieron presentes los profesores eméritos Ruy Pérez Tamayo, Octavio Rivero Serrano y Enrique Piña, así como Octavio Castillo y López, secretario ejecutivo y tesorero del Consejo, el secretario general de la Facultad, Joaquín López Bárcena, señaló que por segunda ocasión el programa médico de esta institución es acreditado; es decir, cumple con los estándares de calidad.
Además, explicó que en la FM, conscientes de esa cultura de la certificación de individuos y de la acreditación de instituciones, fue de las primeras en someterse a ese proceso y obtuvo la acreditación en 1997 con vigencia de cinco años; por ello, al término de este periodo, nuevamente reinició el mecanismo de autoevaluación, el cual fue sometido a una comisión evaluadora, encargada de verificar los contenidos del documento en las propias instalaciones de la institución, y finalmente lo turnó al Coaem, que da a conocer los resultados de la evaluación.
Cabe destacar que la certificación no ha sido un proceso obligatorio y no tiene un respaldo legal, sin embargo, tanto los pares como otras profesiones, y la misma sociedad, han reconocido el valor moral que tiene este procedimiento, y por ello es considerado como un requisito para garantizar el ejercicio adecuado de las especialidades médicas; en este sentido, la Facultad de Medicina requiere que su planta docente esté certificada y también que, como institución formadora, cuente con calidad en sus programas, concluyó el secretario general.

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