Gaceta Facultad de Medicina UNAM
10 diciembre 2005
Facultad de Medicina UNAM

Bajo el mural

Mago aprendiz de médico

  • La magia está en todas partes
¿Esta es su carta?

Desde tiempos remotos la magia, la brujería y la medicina siempre han sido una misma cosa que, en algún momento, se separaron y surgió la actual ciencia médica, pero que un doctor llegue a ser mago es muy raro en nuestras épocas, y que además se trate de un estudiante de la Facultad de Medicina sorprende, admira y divierte a propios y extraños.

El 18 de noviembre se presentó Bajo el Mural, el mago Dok, joven estudiante de cuarto año de la Facultad de Medicina, actualmente en hospitales, pero que regresó con una varita mágica, chistera y trucos que recrearon a la comunidad universitaria de una manera por demás maravillosa, y que retuvo como pocas veces al público y a los alumnos; nadie se movió de su asiento.

Los pases mágicos, las cartas y los artificios estuvieron presentes esa tarde. Este mago manifestó: “Así vamos a iniciar el show, sin humo, sin ‘chavas’ guapas, bueno nada más las del público, sin asistentes, sin cajas, sin actores, sin paleros ni nada que se les parezca, así que siéntense, relájense y bienvenidos al show del mago Dok.”

Un dato interesante que él dijo públicamente es que en América del Sur la mayoría de los magos son médicos, quizá por la confianza entre ellos y el paciente, aunque al decir esto ya se estaba yendo hasta el final de la psicología médica, dentro de la carrera, pero argumentó de manera categórica su afinidad con los enfermos y los que no lo son, dentro y fuera de un consultorio o auditorio, según el caso.

La facilidad y el carisma del mago son contundentes para su magia, pero también combinan perfectamente con el encantamiento necesario entre galeno y paciente. El público se admiraba cuando, de pronto, el mago Dok pedía colaboración para sus actos, ya fuera para adivinar números o cartas y, al final, el enredo entre cuerpos suspendidos que realizó entre cuatro estudiantes y sillas como un acto inverosímil y divertido.

Sin embargo, indicó que no fue la excepción a la regla, se inició primero como mago y ahora está determinado a concluir su carrera de medicina. “Hace 10 años descubrí esta facilidad que tenía, fui mago antes y luego dije: ‘quiero ser médico’. Me gustaban mucho los juegos mentales y me gustaban mucho los magos, pero no con animales, y eso me gustó mucho más, hacer magia que tuviera que ver más con la psicología de la gente, precisamente por eso hice este show...”

Al recordar las clases de magia del mago Trébole, dijo: “No, yo leí libros, busqué en bibliotecas libros viejos y así fui aprendiendo más, y luego conocí a magos, como a Shen Kai y a Joaquín Kodki, quien es de mis favoritos, el mago de la media barba, es mexicano y muy creativo. Lástima que aquí no hay tanta popularidad con los magos.”

Por increíble que parezca, la pasión de este joven por la medicina ha ido creciendo y ha convertido la magia en pasatiempo y en una manera de vivir, pues hace presentaciones cotidianamente. “Este show ya lo he presentado varias ocasiones, tengo un espectáculo de magia normal y otro de magia de cerca, magia íntima, para pocas personas, donde hago trucos close up y donde realizo magia que no es de relajo, magia que los sorprende y hasta los llega a asustar”, apuntó.

La diferencia de estos actos de magia radica en hacer uno grande para la gente en general, y donde se echa un poco de relajo; un espectáculo para niños, que es totalmente de relajo y donde la magia radica en ellos. “A los niños no es necesario enseñarles magia, los niños ya viven con la magia.”

Sin embargo, el espectáculo de adultos está lleno de predicciones, trucos, cambios, cartas, porque a la gente, según Dok, le gusta sentir la magia de cerca, como el que hizo de vudú, o como predecir cosas que se publican en el periódico del día, es decir, con técnicas de un chamán, pero “eso te lleva a dos cosas: una, a no confiar tanto en los chamanes y, dos, ver que la magia tiene siempre una explicación porque todo en esta vida tiene siempre una explicación”, añadió.

Sin embargo, la magia está en todas partes, lema del mago Dok. “La magia está por dentro, normalmente los que disfrutaron aquí son aquellos que sienten la magia por dentro y no tanto los que querían venir a verla; se explica porque nuestros procesos mentales son muy cuadrados y cuando hacemos algo un poquito diferente parece increíble, pero no es tan difícil. Tenemos paradigmas que nos llevan en la vida a trabajar o pensar de cierta forma y sólo porque los cambies ya es magia”, aclaró.

Cualquiera puede ser mago, dice Dok, en su vida cotidiana. Siempre hay alguien que nos dice “hoy comiste pollo...”, eso es magia. Cosas tan sencillas, comentó, que no nos parecen magia hasta que nos damos cuenta o hasta que lo hace un mago. “No es que seamos negativos, pero no queremos ver la magia que en verdad sucede en todas partes. Una persona que observa ya es mágica por sí misma, todos lo vemos pero no lo captamos como tal...”, finalizó.