Gaceta Facultad de Medicina UNAM
10 diciembre 2004
Facultad de Medicina UNAM

NUESTROS ALUMNOS

Toman posesión los nuevos consejeros
universitarios de la Facultad

  • Consolidación de poco más de dos años de trabajo

Tras más de dos años de trabajo, la plantilla Vanguardia Médica Estudiantil vio consolidado su esfuerzo al ganar las elecciones del 6 de mayo, y ahora —el pasado 12 de noviembre—, tomando posesión de su cargo: Ricardo Antonio Escamilla Santiago y Héctor Armando Ramírez Argumedo, quienes fueron electos consejeros universitarios de la Facultad de Medicina.

 

Ricardo A. Escamilla Santiago

Cabe mencionar que Vanguardia Médica Estudiantil se quedó con la mayoría de los puestos de representación de los estudiantes, de 13 ganaron ocho: cuatro invitados permanentes, un consejo técnico y el consejo universitario, es decir, propietario y suplente.

Ricardo y Héctor son dos jóvenes alumnos de cuarto año de medicina, que ingresaron a la carrera por examen de colocación y el conocer como compañeros sus ideales, los llevó a consolidar una gran amistad unida por una lucha a favor de los alumnos de la Facultad, en especial de los jóvenes universitarios, motivos por los que este medio decidió entrevistarlos y preguntarles su opinión acerca de este nuevo camino que comienzan a recorrer.

Ricardo Escamilla es miembro del grupo 4411 y propietario del cargo, y Héctor Ramírez es del grupo 4407 y acreedor al puesto como suplente, aunque cabe mencionar que ambos participan en el trabajo de comisiones que les designa el mismo Consejo Universitario.

— ¿Cómo nació esta idea de ser consejeros universitarios?

Ricardo Escamilla comentó que él ingresó a la Facultad durante la huelga, por lo que decidió mejor repetir el año. “Había problemas porque no tenía muchas clases y prácticas y decidí darme de baja para volver a comenzar. Paralelamente, seguí muy de cerca el conflicto porque me interesaba regresar a clases y no podía creer cómo había grupos involucrados en la Universidad que pudieran hacerle daño. Esa inquietud no era sólo mía sino de varios amigos más. Tiempo después nos enteramos de los consejos y los mecanismos de representación de los alumnos. Comenzamos a investigar hasta que a últimas fechas vimos la convocatoria de los consejos y empezamos a ver mis amigos y yo si entrábamos.

“A nosotros nos interesaba porque muchos de los miembros de la planilla estábamos involucrados con los alumnos, pues somos instructores de alguna materia. Al ser instructores alumnos muchos de los compañeros se nos acercaban a preguntarnos o comentar problemas que tenían y a los que nadie les daba solución. Éramos instructores de histología, embriología, anatomía y cirugía, es decir, que conocemos los problemas de primero y segundo años y los que vivíamos de tercero y cuarto años. Pienso que la ventaja de esto es que los estudiantes nos tienen confianza y es más fácil que se acerquen a nosotros que a una autoridad. También nos gustaba ver los problemas que vive la Universidad, porque no se trata de criticar sino ayudar y poner un granito de arena para poder mejorar la Facultad.”

En este sentido, Héctor Ramírez dijo: “Me gustó la idea porque ya estaban participando compañeros de primero y segundo años, algo que no se ve comúnmente, porque no conocen. Después se integró más gente y de verdad se veía un equipo trabajando que no salió de improviso. Fue un proceso difícil, nos quitó mucho tiempo de la escuela y nos metió en uno que otro problemilla con profesores por faltar, pero bueno, siempre he dicho que estos espacios existen y alguien tiene que ocuparlos, y qué mejor que lo haga una persona que quiera trabajar.

“Me volví instructor de anatomía, y cuando estás en clínica ves los defectos que hay que cambiar, esos grandes baches en los que hay que trabajar y nuevas ideas que necesita nuestra Facultad para estar a la vanguardia, y porque como alumno se ven cosas que muchas veces las autoridades no conocen.

“Me percaté de que esto es política y había pensado que jamás estaría en la política, porque siento que es un juego y muchos lo ven así, pero sé que también hay buena política, como la que nació en Grecia, y que ésa es la que debemos adoptar. Bueno, creo que muchas veces tomamos la política del país y la traemos a las aulas con nuestros compañeros; espero que al final de estos dos años podamos cambiar eso.”

Al preguntarles por qué eligieron ser consejeros universitarios y no técnicos, Ricardo comentó que a él se le hace interesante porque son problemas muy cercanos a la comunidad, y que él siente poder ayudar más de esta forma a la institución, al llevar las ideas de la Facultad. Agregó que el cargo de consejero técnico lo tomaron otros compañeros con los cuales acordaron trabajar en conjunto y piensa que ser dos representantes de la Facultad a nivel Universidad no es muy bueno, pero es suficiente si cuentan con buenos argumentos para hablar con los profesores sobre por qué quieren ciertos cambios, y así no tendrán problemas.

 

Héctor A. Ramírez Argumedo

“Con la razón nos entendemos y no creo necesario hacer paros o huelgas, o ponernos en las puertas de las autoridades y no dejarlos salir para que se hagan las cosas. Pienso que es una buena administración, en la que se nos ha escuchado, incluso a mis compañeros del consejo anterior se les dio un cubículo, y ahora nosotros nos vamos a hacer cargo para que los alumnos nos busquen, algo que no vimos en la administración anterior.”

En su caso, Héctor dijo que la Universidad tiene una gran historia y una gran trascendencia, y que sigue siendo la mitad del corazón de la educación en el país, por lo que si los alumnos se involucran se pueden lograr muchas cosas; como consejero técnico sólo estaría con la Facultad y como consejero universitario estará con toda la Universidad. “Para mí la FM siempre ha sido lo primordial, hasta hace poco que tomamos protesta me percaté de la gran magnitud que tiene la Universidad, y actualmente la FM y la Universidad son mis prioridades. Ahora veo que la Universidad tiene lo suyo y que necesita ser trabajada también.”

Sobre las elecciones dijeron ser una experiencia difícil porque no estaban acostumbrados a algo así; Ricardo hizo una breve crónica de su vivencia:

“Nos dieron una semana para hacer proselitismo y fue difícil hablar con los alumnos porque es una tarea muy ardua pasar salón por salón, hablar con ellos e informarlos. Nosotros hicimos un cuestionario que publicamos en un mural para decir cuáles eran las principales propuestas o problemas que tenía la Facultad y qué querían que se solucionara. A partir de esto repartimos volantes con las propuestas, que eran las de los alumnos y no de nosotros. Después se pegaron carteles. Comenzamos con un cartel blanco, pero como nadie lo volteaba a ver decidimos cambiar a un color muy llamativo: amarillo flourescente. Otro problema era cómo nos íbamos a llamar, lo discutimos mucho y no podíamos arrancar porque simplemente no teníamos el nombre de la planilla, pero finalmente salió: Vanguardia Médica Estudiantil.

“Otra cosa difícil fue comunicarnos con los compañeros de tercero y cuarto que se encuentran en hospitales, era casi imposible visitar todos los hospitales en una semana; entonces pedimos a nuestros conocidos y amigos que difundieran nuestras propuestas. Yo estaba en el Hospital Juárez Norte y diario venía hasta la Facultad para hablar con los compañeros de primero y segundo, llegaba a mi casa muerto y a estudiar.

“Después vino la elección el 6 de mayo, un día que no se me va a olvidar. Ese día, cuando cerraron las casillas, estaba muy agradecido con todos los alumnos que participaron porque vi que llamamos la atención por lo menos. Esto fue un problema porque nos reconocían por el color y el nombre de la planilla, pero no por nuestro nombre, pues aprenderse los nombres de dos consejeros universitarios, cuatro consejeros técnicos, dos consejeros académicos de área y cinco invitados permanentes, 13 en total, era imposible.

“Llegó ese día y el conteo se hizo en el Hospital “Gea González”; yo estaba al pendiente porque el trabajo no fue de una semana, fue desde que entramos. Me interesaba estar allí; mi compañero Alfonso Paras fue quien estuvo en el conteo, él llevaba un walk-ie talk-ie. Me decía, ‘vamos perdiendo’, y yo me sentía mal. Después, cuando comenzó el conteo de hospitales, me decía: ‘ya nos estamos emparejando, falta poco para alcanzarlos’, ‘Ricardo, ya los pasamos’, ‘Ricardo, otra vez nos están ganando’. En el último hospital se definió —comentaba emocionado como si otra vez lo estuviera viviendo—; fue cuando me dijo: ‘Ricardo, ya ganaste’. Salté de emoción, pero ya eran las tres de la mañana. Me sentí contento, habíamos logrado lo que nos habíamos propuesto un grupo de amigos y que va a ser en beneficio de la Facultad: luchar porque se sigan haciendo sus programas; para que se extienda más, pues no en vano se acaba de publicar que la UNAM es una de las mejores universidades del mundo y la mejor de Latinoamérica...

Cabe mencionar que Ricardo Escamilla es instructor de embriología en el grupo de la doctora Graciela de la Fuente, una de las personas que lo ha motivado mucho y a la cual le está agradecido. Fue también alumno de programa AFINES, donde el doctor Hugo Aréchiga fue su tutor y de quien recordó que él tuvo mucho que ver en su desarrollo no sólo científico sino humano, porque platicaban sobre los proyectos que tenía para la Facultad y todos los que desarrollaba “y se me hacía increíble que una sola persona hiciera tantas cosas”.

Comentó que cuando se enteró de los consejos se involucró más en la Universidad, leía la Legislación Universitaria y sobre los derechos y obligaciones de los alumnos.

Por su parte, Héctor Ramírez aseveró haberse enterado oficialmente hasta el siguiente día por la tarde. “En el conteo preliminar íbamos ganando por una ligera ventaja, que al final quedo así con 30 votos. Cuando vimos los resultaros preliminares pensamos que se iban a quedar así y después nos dieron la carta donde oficialmente dijeron que las votaciones eran válidas.”

— ¿Qué pasó en la ceremonia donde tomaron protesta?

Ricardo: “Algo muy padre, otro día que jamás olvidaré. El 12 de noviembre fue cuando entramos y tomamos protesta en casa: en el Palacio de Medicina.

“Fueron muchas las emociones encontradas. A la hora de estar frente al rector y a los funcionarios, directores e investigadores de toda la Universidad; volteé y el auditorio lleno, pensé que eso era bueno, y entonces fue cuando el rector leyó la propuesta. Nos levantamos y con la mano extendida respondimos, fuerte y con ganas —emocionado—: ‘Me siento honrado de recibir el cargo y representar dignamente a todos mis compañeros.’”

Por su parte, Héctor Ramírez también dijo que había sido muy emocionante. “Mis expectativas fueron pocas, pero se derramaron cuando llegué a Palacio. Ver tanta gente importante, que es lo que hace que nuestra Universidad en muchos aspectos sea la número uno, profesores eméritos y personas de gran calidad a nivel humano y docente. Simplemente estar allí, en el Palacio, y como nosotros somos médicos sabemos su historia y tomamos clases allí...

Hemos de decir que estos jóvenes heredarán las comisiones en las que han trabajado sus antecesores. Ricardo dijo no saber a cuál comisión pertenecerá, pero en el caso de Héctor, él estará en la de Difusión Cultural, lo cual lo tiene muy contento porque al gustarle a él el deporte, esta comisión es precisamente la encargada de velar por esta área, además de todo lo que tenga que ver con cultura: “Me encanta la idea, sé que todos los universitarios debemos ser personas cultas. Llegar a una universidad no es cualquier cosa y debemos prepararnos en todos los aspectos para poner en alto a la Universidad, a nuestro país, y difundir la cultura. También me gusta la idea, porque ya conocí a algunos consejeros con los que voy a trabajar, y a su titular, director de la Facultad de Arquitectura: Felipe Leal. Dicha comisión sesiona cada mes y su trabajo es revisar todos los aspectos culturales y deportivos de cada facultad y escuela.

En ambos alumnos la idea al entrar a la UNAM fue ser médicos, por lo que al finalizar esta entrevista Ricardo Escamilla mencionó que le gustaría que sus compañeros se dieran la oportunidad de conocerla y de representarla, en cuanto a Héctor Ramírez, mencionó que en caso de que los alumnos no se identifiquen con su planilla, no se queden callados porque “no saben de qué se están perdiendo y qué tanto daño se están haciendo a sí mismos, pues después van a querer exigir cuando no hicieron nada. Participen y organicen para que en verdad se muestre la educación y cultura que tenemos como universitarios, para así nunca poner en mal a la FM y la UNAM”, concluyeron.