IN MEMORIAM Tres médicos jóvenes: Zaira, Diana y Javier, reciben su título post mortem Zaira Mercedes Alcántara Guzmán Nació el 7 de octubre de 1976, hija de Raúl Eliseo Alcántara Vázquez † y María Teresa Guzmán Castro, quienes conformaron una familia numerosa con siete hijos. Realizó sus estudios primarios y secundarios en el colegio “Lestonac” y la preparatoria en el “Colegio México”, donde perteneció a la primera generación mixta. Ingresó a la Facultad en 1995 por medio de examen de selección y a un grupo NUCE (Núcleos de Calidad Educativa). Cursó el tercer año de la carrera en el Hospital General de México, el cuarto año en el Hospital General “Manuel Gea González”, el internado en el Hospital “Adolfo López Mateos” y el servicio social lo efectuó en Rancho Nuevo, Amacuzac, Morelos. Su hermano Roberto José la recuerda como una hermana excelente, alegre y que le gustaba ayudar a los demás, motivo por el cual decidió elegir la carrera de medicina. Esas características, que también aplicó durante la realización de su servicio social le dieron la posibilidad de obtener grandes logros. De esta forma, durante su servicio social, no sólo atendió a la población desde el punto de vista de la salud, sino que además colaboró para que se les proporcionaran refrigeradores y algunos otros enseres domésticos. Su madre la calificó como una persona dedicada y estudiosa, a pesar de que: “Ella padecía una enfermedad que durante años no le supieron definir, lo cual la obligó varias veces a suspender sus estudios. Sin embargo, su carrera y dedicación a la misma la llevaron a diagnosticar su padecimiento”, dato que aparece en su expediente médico. Su aplicación a sus actividades era tal que logró que sus compañeros de la Facultad se convirtieran en sus mejores amigos, con quienes compartía su tiempo libre y horas de estudio. Diana Amalia Ortega Sánchez Nació en México, D. F. el 2 de marzo de 1981 y fue la segunda y única hija mujer de Juan Carlos Ortega Guerrero y Diana Luz Sánchez Flores, ambos profesionistas, egresados de la UNAM. Además, contaba con dos hermanos: Camilo y Santiago. Cursó la primaria en las escuelas “John Dewey” e “Ignacio Chávez Sánchez”, y la secundaria y la preparatoria en la escuela “Logos”. Su ingreso a la Facultad de Medicina fue mediante examen, el cual tuvo que presentar dos veces debido a la gran demanda y a los pocos lugares disponibles en la FM. En ese momento su familia decidió radicar y mudarse a Jalapa, Veracruz. Ella eligió quedarse en el Distrito Federal, pues “le había costado muchas horas de estudio ingresar a la Facultad y apreciaba mucho el haberlo logrado”, comentó su madre. Cursó el tercero y el cuarto años en el Hospital General de México y estaba muy orgullosa de la enseñanza que ahí recibió. Sin embargo, con la idea de aprender nuevas cosas, eligió realizar el internado en la Clínica 32 del Instituto Mexicano del Seguro Social. El servicio social lo llevó a cabo en El Chilar, una ranchería situada en el Estado de México, cerca de Ixtapan del Oro, donde además de atender urgencias, vacunas y algunos partos, participó en diversas campañas. Poco antes de esto, contrajo nupcias con Marco Antonio López Mendoza y realizó su servicio embarazada. Antes de concluirlo gestionó el cambio del drenaje del Centro de Salud y cabe mencionar que siempre contó con la ayuda de las enfermeras locales: Brígida y Bertha. Su madre la describe como una niña, y posteriormente una mujer, muy autosuficiente, y su carácter lo resume su esposo al decir: “Tenía la fuerza de su papá y lo amoroso de su mamá.” Este rasgo lo manifestaba con los niños; por ello, su hijo, Marco Antonio, era su adoración y su logro más preciado en la vida. Sus mejores amigos eran algunos compañeros de la carrera: Jéssica y Ramsés, quienes hicieron su servicio social en poblados cercanos a ella y siempre la apoyaron durante su embarazo, así como Mayra Sánchez Pozos, y Osvaldo López Mendoza, hermano de su esposo. En su tiempo libre disfrutaba del rock en español, practicaba danza regional y básquetbol antes de entrar a la carrera y siempre le encantó armar rompecabezas complicados. Javier Vargas Gil Hijo de Porfirio Vargas Calvillo y Martha E. Gil Fombón, Javier Vargas Gil nació en la ciudad de México el 15 de mayo de 1980; primogénito de esta familia, realizó sus estudios primarios en la escuela “Amado Nervo”, la secundaria en el colegio “Makarenko” y la preparatoria en el colegio “Victoria Tepeyac”. Ingresó a la Facultad en 1998 por medio de examen de selección. El tercer año de la carrera lo hizo en el Centro Médico Siglo XXI del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS); el cuarto año en Centro Médico “La Raza” y en “Magdalena de las Salinas”, también del IMSS; el internado en la Clínica 47 de ese Instituto y el servicio social en la localidad San Mateo Tocuaro, municipio de Acámbaro, estado de Guanajuato. Su familia la integraban sólo dos hijos, por lo que su hermano Ulises lo recuerda y describe como alegre, tranquilo, inteligente, siempre estudioso, aplicado y responsable; no tomaba ni fumaba. Cultivaba la amistad de sus compañeros preparatorianos y era un buen hermano e hijo. Gustaba del fútbol, que practicaba cuando contaba con un poco de tiempo libre, asistía al gimnasio en compañía de su hermano, y corrían juntos. Asimismo, gustaba del buen café. Cabe mencionar que todos ellos cumplieron con el cien por ciento de los créditos y los requisitos necesarios para titularse, de ahí que post mórtem recibieran su titulo y cedula profesional. Agradecemos profundamente la ayuda de los familiares por proporcionar los datos publicados, a la licenciada Sara Morales Vega de la Secretaría de Servicios Escolares y a la doctora Josefina Prado Medina del Departamento de Servicio Social. |